Bésala

2.2K 195 6
                                    

Ashley

Al llegar a la casa de mis padres, Jason nos preparamos en silencio. La habitación estaba tan silenciosa que el único ruido que se escuchaba era el de nuestros movimientos y pasos.

Una vez en mis pijamas me coloco en el lado izquierdo de la cama y cierro los ojos. Espero a que Jason se coloque a mi lado en la cama pero por primera vez en todo el fin de semana, decide dormir en el colchón del piso.


- ¡Arriba! - mi madre me despierta logrando que de un brinco. - Despierta dama de honor.

- ¿Que hora es? - digo tapándome la cara con la almohada.

- Son las seis treinta, es hora de despertar. - dice mamá tirando de mi hacia arriba. - Vamos, el equipo de maquillaje y peinado esta esperando abajo.

El día de hoy iba a ser largo y exhaustivo. Y yo no estaba de humor. Mildred y Peter harán un servicio de desayuno pre-nupcial para los invitados, por lo que a las nueve todos debíamos estar listos.

- ¿Donde esta Jason? - digo viendo que el colchón donde durmió anoche no esta.

- Tu padre se ha apiadado de él y lo ha invitado a pasear en bote, para que no se aburra mientras tu te preparas.


Jason

- ¿Te gustan los botes hijo? - el papá de Ashley me pregunta con las manos sobre el timón.

- Mi padre es fanático de los aviones. Lamento decirle que no me ha educado mucho respecto a los botes. - respondo de manera incómoda.

- De jóven quería ser un piloto. Pero mi padre aniquiló esos sueños. - dice el viejo Evans mirando al edificio.

- Señor Evans.. - digo rascándome la parte inferior de la cabeza.

- Dime George. - el señor Evans me corrige.

- George.. Solo quería agradecerle su hospitalidad.

- Mientras hagas a mi hija feliz, siempre serás bienvenido. - George me lanza una mirada que me indica que mas me vale no hacer lo contrario.

- Espero poder hacerlo. - digo pensativo.

- Sabes, Ashley siempre ha sido especial para mí. - dice mientras activa el piloto autómatico y se sienta a mi lado. - Hacía mucho que no la veía mirar a un muchacho de la manera que te mira a tí. - hay un balde con hielo y cervezas entre nuestras reposeras. - Si tú eres la razón de su felicidad pues, bienvenido a bordo. - dice ofrecíendome una botella.

- Me gusta su hija señor. - digo chocando mi botella con la suya.

- Pues así debe ser, eres su novio después de todo. - dice antes de darle un largo sorbo a la suya.

Miro por unos segundos al mar, perdido en su esplendor hasta que caigo en la cuenta de lo que acababa de decir.

 ¿Me gusta Ashley? Sí. Definitivamente.


Ashley

- Debes contarlo, es una tradición. - La tía Patricia dice luego de darle un largo sorbo a su copa de Chardoney. - ¿Como se conocieron?

Jason y yo compartimos una mirada de incertidumbre. No había pensado en como responder eso. Tampoco había visto a mi cómplice desde hoy a la mañana. No se podría decir que las cosas estuvieran muy bien entre nosotros como para improvisar una historia entre los dos de la nada.

- Pues, tía Patty. A Jason le encanta contar esa historia. - digo dándole una patada por debajo de la mesa a lo cuál me responde pisándome el pie con fuerza.

Yo le doy una mirada de odio y el me sonríe petulante.

- Es una historia muy cómica de hecho. - Jason comienza..

- Pero romántica a la vez. - agrego advirtiéndole que no se atreviera a dejarme en ridículo.

En la mesa de enfrente puedo ver como Edward enfoca su atención en nuestra conversación. Jason también lo nota e inmediatamente se levanta de su asiento y toma lugar en el medio de la pista.

- Quiero proponer un brindis. - dice levantando su copa, por lo que todos los invitados dirigen su atención hacia él.

- Se que soy nuevo en la familia y que no los conozco muy bien, pero déjenme decirles que hacen una hermosa pareja. - Jason coloca su copa en la mesa de Mildred y toma un micrófono que el chico de sonido el ofrece. - Quiero proponer un brindis por el amor. Creo que le debo a la tía Patty, la historia de como Ashley Rose y yo nos conocimos. Así que decidí que tal vez podría hacer un buen discurso de brindis con ella.

- Conocí a Ashley Rose, en circunstancias muy poco comunes. - dice creando suspenso. - De hecho, la conocí en un casting que realizó para buscar novio. - la mandíbula me cae al piso y el añade rápidamente. - Descuiden, estaba buscando novio para un corto de su universidad, no un novio de verdad. - los invitados lanzan una carcajada y yo suspiro de alivio. 

- Luego de incontables horas y de haber sorteado distintas batallas, logré quedar en el papel de chico ideal. - los invitados suspiran. - Luego de tres días de grabación bajo la dirección de Ash, comencé a notar no solo lo bella que era, sino que también era inteligente y divertida. 

- Un día tropezó y se le levantó toda la falda dejando unas enormes bragas al descubierto.

- Lejos de sentirse avergonzada, simplemente se levantó y dijo " A trabajar. Si la próxima escena sale increíble, prometo comprar bragas nuevas" - Los invitados ríen y algunos hasta se secan las lágrima de los ojos. - Déjenme decirles que ese fue el momento en el que supe que me había enamorado. - todos ríen de nuevo.

- En nuestra primera cita quise ser romántico y le dije " La próxima canción que salga en la radio será nuestra canción." Obviamente contaba con que una canción romántica fuera a sonar a continuación. Sin embargo "Ice Ice Baby", fue la canción que se escuchó. 

- Ash y yo reímos toda la noche y bailamos al ritmo de Vanilla Ice. - dicho esto la banda comienza a tocar la canción y Jason baila al compás moviendo las caderas haciendo que el publico femenino grite eufórico.

Cuando Vanilla Ice dice "Alright stop, collaborate and listen" Jason corta su baile y prosigue con la anécdota falsa.

- Pero no me di por vencido tan fácil. Cada noche que pasaba con Ash, prendía la radio y nos buscaba una nueva canción para pasar la noche. Y todavía lo hago. 

- Por eso quiero proponer un brindis por Mildred y Peter. Y por que cada día sea especial, solo porque están juntos.

Todos aplauden y hacen tintinear sus copas.

- ¡Bésala! - grita Mildred desde su asiento y todos comienzan a formar un coro.

- ¡Bésala! ¡Bésala! - el ritmo era marcando cada sílaba. Bé- sa- la.

Jason incapaz de ignorar a su público se acerca a mí y me alza en brazos llevándome al centro de la pista.

- ¡Bésala! - canturreaba el resto de la fiesta.

Me mira fijamente a los ojos pidiéndome permiso. Yo le sonrío y el atrae mi cara hacia la suya para besarme apasionadamente en los labios.

Rodeada de un coro de aplausos, rodeo a mi novio con los brazos y disfruto del dulce sabor a champagne y menta de su aliento.

Ni siquiera me molesto en mirar a Edward de reojo. Besar a Jason es mucho mas divertido.


Novio por EncargoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora