Mi nueva vida (Gruvia)

Capítulo 3

Estamos yendo a buscar a mi hermana, gran comienzo de una amistad. No he dicho mucho sobre ella ¿Verdad? Jessica Lockser, tercera hija adoptiva de Reina Lockser, mi madre. Yo tenía siete años años cuando mi madre la trajo a casa por primera vez, me encanto la idea de ser una hermana mayor y no siempre la menor. Durante los primeros cuatro años nos llevábamos bien, hasta que ingrese en el Instituto... Mi hermana ya no me trataba como antes, era más una mascota de la familia para ella. Ella tendría siete cuando invitó a sus amigas a casa. Recuerdo sus exactas palabras "Quédate en tu cuarto, no quiero que me avergüences". Al principio creí que era normal, pero luego se tornó peor, tanto que cada vez que yo decía algo ignoraba la situación y se retiraba de la sala. Ahora ya es costumbre, ni siquiera nos saludamos. Estoy feliz de que estos nuevos chicos me acompañen, tal vez vea que no soy tan antisocial y me vuelva a hablar. No voy a mentir, extraño a mi hermanita.

Blue Pegasus, hermoso colegio público. También tiene un Instituto, muy conocido por su buen estilo de la moda. Me han dicho que al menos la mitad de los alumnos que se gradúan tienen una gran pasión por estudiar alguna profesión conectada con el diseño, impresionante.

Llegamos a la puerta. Muchos de los alumnos nos sonríen y nos saludan, son todos muy amistosos aquí. Y mi hermana...me mira con sus ojos y sus pupilas dilatadas, le acaba de dar un shock.

- Hola...-no obtengo respuesta alguna, parece que está hecha hielo- genial, Juvia tiene amigos, va a llover. ¿Vamos? Tenemos ganas de llegar a casa -asiente y me sonríe. Mis ojos se cristalizan, no debo llorar en público.

- Hola, soy Jessy -se presenta con cortesía.

Después de que todos se presentan marchamos para mi casa. Vivimos en un barrio privado, mi madre ama esos lugares. Tenemos muchos vecinos pero no nos llevamos muy bien con ellos, la gran mayoría se creen lo máximo por tener tanto dinero, en especial los más pequeños.

- ¡Tu casa es como un castillo, Juvia! -todos tienen brillos en los ojos.

- Juvia también cree eso, es muy bella. Juvia recuerda cuando era pequeña y su madre la adoptó, apenas llegó a esta casa creyó que su madre era una reina -ese recuerdo invade mi cabeza cada vez que miro las fotos de cuando era pequeña. Les muestro las fotos que están en el mueble de entrada. Madre siempre tomaba una foto el primer día que llegábamos, hay cuatro portarretratos. Uno con la foto de mi hermano, otra con la mía y una con la de mi hermana. La última es una foto familiar, recuerdo que la tomaron una semana después de que Jessy se uniera a la familia.

- ¡Juvia! -grita mi hermana desde la cocina ¿Que hacía allí? Unos bocadillos- Tus amigos me caen bien, pero quiero que tú y tu banda adolescente se vayan al cuarto cuando Bruno llegue, muchas gracias -¿Bruno? Mi hermana no tiene que tener novio antes que yo, es una de las cosas que no me permito.

- ¿Quien es Bruno? Solo por curiosidad -.

- Un amigo que viene a trabajar para el trabajo de Ciencias -dejo salir un suspiro de alivio y Gajeel una de sus risas...peculiares. Siempre me vio como una hermana sobreprotectora, aunque para eso ya está mi madre.

- Pues ya escucharon a la diva adolescente, todos al cuarto de Juvia -sonrío, si ella quiere privacidad, privacidad es lo que tendrá.

Luego de mostrarles toda mi casa vamos a mi cuarto, los invito a entrar. Lucy-san dice cosas muy extrañas; Erza-san mira todo muy detalladamente; Gajeel-kun se tira en el sillón. Él está acostumbrado a mi casa. Desde que nos conocemos me cuida de los chicos molestos y ahora es mi mejor amigo, yo le cuento chismes porque yo me entero de todo.

- Así que tu hermana tiene novio...Pensar que tú a su edad hablabas conmigo y tu gato -que forma de impresionar.

- Calla, no es su novio -.

- ¿Tienes un gato? -pregunta Natsu-san, creo que es él, no soy buena con los nombres. Asiento con la cabeza- Yo también tengo uno, es una gata, se llama Charle. Mi hermano, Happy, esta enamorado de ella, es un problema -todos parecen saber esa historia, excepto Gajeel y yo.

- Mi gato se llama Señor Cupcakes. No se burlen, Juvia tenía cuatro años cuando le puso ese nombre -es un Ragdoll, un gato muy peludo. Duerme conmigo y si lo dejo en el piso junto a una alfombra blanca se camufla.

- Juvia, no quiero parecer muy entrometida pero, ¿Te llevas bien con tu hermana? -era de esperarse, no tenemos el gran espíritu familiar.

- No realmente, nada serio, solo la ignora. Se avergüenza de Juvia a veces y no se hablan. Tienen muchas cosas en común pero ella se niega a aceptarlo -una lágrima se desliza por mi mejilla. Yo soy muy llorona, literalmente, pero me distingue de los demás.

- ¿Y entonces qué hiciste luego de darte por vencida para deshacerte de la pena? -pregunta Lucy-san, que según ella, era muy buen material para sus historias, eso me hizo reír. Tener una futura escritora de Best Sellers siempre es bueno, ya saben, cuestiones financieras.

- Juvia... Aceptó la realidad. De todas formas no es que se lleve mal con toda su familia, su madre siempre la hace reír y esta muy loca, pero de la buena manera; su hermano Alex, es un gamer y sube vídeos a YouTube. Según él, ama a Juvia desde el momento en que la vio, cariñosamente por supuesto -detengo mi mirada en el chico pelinegro, Gray, parece ser el único del que me acuerdo el nombre. Mis mejillas se calientan, sacudo la cabeza rápido.

- Tal vez lo vi en YouTube, sigo a muchos Youtubers. Apuesto que es gracioso -me acaba de coquetear, ¡Gray me coquetea! ¿Oh no? Nunca nadie me coquetea, no estoy segura de lo que es.

-G-gracias Gray-sam... ¡Gray! -¿Que demonios? Demasiados FanFictions de romance y demasiadas parejas shippeables. ¿Casi lo llamo -sama? No es ningún príncipe o dios, pero sí muy guapo y... Basta tonta, no puedes pensar así con tus primeras amistades.

- Entonces ¿Nunca espiaste a tu hermana?- Todos preguntan, al parecer tenían experiencia. Niego y todos se muestran sorprendidos ¿Es tan raro?.

- Jessy nunca hizo nada muy interesante como juntarse con un chico o pijamadas en casa -eso último es triste, me hubiera encantado escuchar a sus amigas hablar de cosas estúpidas.

- Lo único que tienen de parecido esas dos es que no hacen nada que tenga que ver con hombres, Gehe -comenta Gajeel jugueteando con un peluche que encontró por ahí. Está equivocado, tenemos mucho en común, él lo sabe.

Escucho el timbre, todos se ponen de rodillas y me ruegan espiar a mi hermana. Tal vez no sea mala idea, ni mi madre ni mi hermano están en casa. ¿Se enojara más conmigo? No lo sé. Pero si lo hago probablemente se ponga a pensar que soy más normal, como cualquier hermana.

- Tomaremos eso como un sí -Erza y todos los demás están en fila, como un ejército.

Me levanto y me siguen, según Natsu hay que ser sigiloso. Una vez en la cocina podemos ver el comedor desde una barra, perfecto plano de espionaje.

-Bruno, hola ¿Se te ofrece algo de tomar? -Es super tímido. La juventud y el primer amor, típico.

-Agua, si no es mucha molestia...por favor -me dan ganas de abrazarlo y no soltarlo, es muy tierno.

-Ya te traigo, ponte cómodo -Bien, ahora viene a la cocina para... ¡¿A la cocina?!

Todos tienen cara de terror ¿Qué esperan que yo haga?. Ya es demasiado tarde, se encuentra frente a nosotros con los brazos cruzados.

-¿Que diablos haces aquí Juvia? -pregunta enfadada, iba a terminar mal, era obvio.

-Em... Hago un mini-picnic con mis amigos ¿Por qué? -intento fallido de hacerse la hermana cool, me mira como si fuera una tonta, soy una tonta.

- ¿A las 4 p.m? Sí, seguro. Yo se que me espiabas y le voy a contar a mamá que invadiste mi privacidad, te va a poner a limpiar mi cuarto -como si yo me voy a meter en ese lugar, sigue soñando Jessy.

- Entonces Juvia le dice que rompiste el jarrón que trajo de Japón -espero que no sea tan boba como para caer.

-Yo no rompí ningún jarrón -atrapada, una lástima. Con muy poco cuidado tiro del mueble el precioso jarrón, el cual se rompe en mil pedazos. Mis condolencias a los japoneses que se tomaron el trabajo de hacer tal belleza.

- Eres una... te odio -no es nada bueno. Se fue...¡Se fue! No me hizo nada. Estoy tan feliz, no debo llorar, pero quiero llorar... Empiezo a abrazar a todos.