Capítulo 3.

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Miércoles, 18 de Septiembre.

*Narra Ana*

Abrí los ojos.

<<Dime que todo esto tan sólo ha sido una pesadilla.>>

Mi cuarto estaba tan oscuro que no podía ver nada. Me levanté resoplando y subí la persiana, permitiendo que la luz entrase en mi habitación e iluminase los posters.

- Mierda.

Su cara por todas partes. Bajé las persianas de golpe, volviendo a la calma que me proporcionaba la oscuridad.

Comencé a andar a ciegas por mi cuarto, siempre era mejor un golpe en los dedos del pie que una punzada en el corazón. Antes de llegar a la puerta ya me había tropezado con el edredón y clavado en la rodilla el pico de la mesilla de noche, pero finalmente había encontrado el pomo.

Salí, todavía con los ojos cerrados, y respiré hondo.

<<Ya está, Ana. Todo ha pasado. Estás bien.>>

Fui hasta la cocina para mirar la hora y me sorprendí al ver que eran las doce de la mañana; no tenía hambre, pero aquello no me extrañó en absoluto. Me estiré cuando de repente escuché la voz de Zayn; salía de mi habitación.

Un rayo de esperanza iluminó mi corazón. ¿Y si era él? ¿Y si llamaba para disculparse?

Corrí hasta mi habitación, chocándome con el marco de la puerta del pasillo, y agarré mi móvil sin mirar quién era siquiera; lo importante era contestar antes de que se cortase.

- ¿Sí?- pregunté emocionada-.

- ¿Ana? Soy Angy. ¿Te quiere venir a mi casa a comer?

No, no podía ser... Definitivamente, aquello no podía ser cierto. ¡No podía estar pasándome a mí!

Un sollozo se escapó de mis labios, rápidamente me tapé la boca.

<<No llores, no llores...>>

- ¿Ana...?

- Eh... Sí. Vale. Media hora.

- E-está bien, pero son...

- Da igual. Adiós.

Colgué, pero aquello fue peor, ya que mi fondo de pantalla era una foto de Niall y mía besándonos. Me entraron ganas de tirar el móvil por la ventana y de ir yo detrás, pero me limité a eliminar la foto del teléfono y a cerrar los ojos.

- No llores- me repetí, esta vez en voz alta-. No lo hagas...

Abrí mi armario iluminándolo con la linterna del móvil, me negaba a encender la luz o subir la persiana. Saqué ropa interior, una blusa con dibujos de pájaros de colores, y mis viejos vaqueros claros largos; enfoqué el suelo buscando unos zapatos en aquel estropicio, terminé cogiendo mis vans celestes.

Salí de mi habitación lo más rápido que pude y entré en el baño.

Le di play a mi música y 'cry' de Jason Walker comenzó a sonar por toda la sala. Respiré hondo y me metí debajo del grifo. El agua caliente me relajó bastante, hasta que 'nobody compares' comenzó a sonar y se escuchó diciendo "you're so pretty, when you cry, when you cry".

- ¡Joder!

Saqué la mano, sin importarme que estuviese empapada, y cambié de canción. 'Iris' de The Goo Goo Dolls comenzó a sonar. Terminé de ducharme en tres minutos y en cuanto salí borré todas las canciones de One Direction que tenía en el móvil, además de las fotos. No me dio tiempo a borrar las de Instagram porque tenía que ir a casa de Ángela y aún no me había arreglado.

Memories (I Found You 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora