Lunes, 23 de Septiembre.
*Narra Ana*
Aquel día me despertó mi madre. Eran las dos de la tarde, y sospecho que si no me hubiese despertado podría haber seguido durmiendo hasta bien entrada la noche. Me informó que en media hora estaría preparada la comida y me obligué a mí misma a reprimir una mueca de asco.
Mi madre se fue de mi cuarto, dándome un beso en la frente y diciéndome que ordenase todo aquel desastre. Resoplé y me levanté de la cama con pocas ganas, lo único bueno era que al día siguiente no tendría que hacer mi cama, ya que todas habíamos quedado para dormir en casa de Angy (incluida Andrea, que dijo que al día siguiente iría directamente al instituto).
La razón por la que todas habíamos quedado eran fáciles y claras: Martita. Marina nos había llamado preocupada ayer, diciendo que su hermana no dejaba de llorar y de ver fotos de Harry; que ella hasta había renunciado a sus posters para que su estúpida hermana se callase, pero que ni siquiera eso había servido. Así que mis amigas y yo decidimos tener un día de chicas antes de la universidad.
Habíamos quedado a las seis y media en casa de Angy. Apenas comí al medio día (había puchero), y en cuanto terminé me fui a ducharme y a arreglar. Serían las seis de la tarde cuando Andrea llamó al timbre de mi casa para que nos fuésemos juntas hasta casa de Ángela.
Cuando llegamos Sole nos abrió la puerta, por lo visto llevaba allí ya bastante. Ángela era la única que todavía seguía con alguno de los chicos y, por lo tanto, la única feliz (sin contar a Andrea y a la rubia). Al entrar Leo salió despidiéndose alegremente de nosotras.
- ¿Y eso?- le pregunté a Angy extrañada ante el comportamiento de su compañero-.
- Pues que se va de fiesta- me explicó mi amiga divertida-. Además, Ricky está en casa de sus padres y se ha llevado a Rubén con él, y Marta se queda a dormir en el piso de uno de sus amigos.
- Ah, ¿entonces estamos solas?- preguntó Andrea, tirándose en uno de los sofás-.
- Nope, Brad y Bea han ido a comprar patas fritas, ellos se quedan- nos explicó Angy-.
- Ah, guay- dije sin mucho entusiasmo-.
Nos sentamos todas mientras que Ángela sacaba comida de la cocina. Martita estaba en un rincón del sofá, encogida y tapada con una manta. Yo estaba sentada al lado de Andrea, que estaba programando el DVD, y Sole estaba tirada en el mismo sofá que Martita. Llamaron a la puerta y Ángela abrió como pudo, ya que tenía los brazos ocupados sujetando la comida.
Brad y Bea entraron sonrientes en el salón y nos tiraron los paquetes de patatas que habían comprado, el resto de chuches las dejaron en la mesa del salón. Yo cogí una bolsa de patatas campesinas, pero no llegué a abrirla. Eran tan sólo las siete y media de la tarde, pero decidimos ver una película.
Vimos 'las ventajas de ser un marginado', una de las pelis favoritas de Ángela y Brad. Sole se quedó dormida, dijo que no le gustaba la película, y Andrea y yo no dejábamos de reír con las cosas que Patrick (uno de los personajes) hacía y decía; Marta sólo lloró al final de la película. Comentar también que Bea no podía evitar sonreír cada vez que alía Sam (Emma Watson), algo extraño, la verdad.
A las diez decidimos encargar unas pizzas, yo todavía no había tocado el paquete de patatas, pero tampoco tenía ganas. Marta, en cambio, se había como un paquete entero de nubes de azúcar.
Pedimos una pizza grande de barbacoa, una mediana de jamón york y atún, y otra mediana de cuatro estaciones. No mentiré, me lo pasé bien; fue una noche divertida, ¡incluso consiguieron hacerme reír! (Marta era un caso aparte). Como siempre que nos quedábamos a dormir allí tiramos los colchones de la casa en el suelo del salón, todos juntos y con tan sólo las sábanas y un par de sacos de dormir y edredones, por si hacía frío. Nos tiramos en ellos a hablar.
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Memories (I Found You 2)
Fanfiction16th September 2013. “Everyone who says hello Will one day say goodbye Sometimes without warning Or giving a reason why.” - Anonymous.