Capítulo 4.

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Jueves, 19 de Septiembre.

Lo primero que vi aquella mañana nada más despertar fue la cara de Niall. Rápidamente me giré en mi cama, dándole la espalda a la pared y centrando los ojos en mi despertador. Eran las once de la mañana y yo seguía rodeada de todos aquellos estúpidos posters.

Me levanté de mi cama de un saltó y arranqué el más cercano a mí, con tanta fuerza que sonó a roto. Rápidamente me detuve y lo miré; era de cuerpo entero, de Zayn del 2011. Una punzada atacó a mi estómago, Zayn no me había hecho nada. Respiré hondo y quité el siguiente, esta vez con más cuidado; era de Louis. Quité dos más de Liam y otro de Louis; iba dejándolos en la cama, doblados.

Me detuve cuando había quitado la primera pared de mi habitación, y miré hacia donde los había dejado. ¿Qué podía hacer ahora con ellos? No quería tirarlos, significaban demasiado para mí. Estreché los labios, pensativa, y acabé subiéndome en una silla para sacar del altillo una caja; saqué las camisetas viejas que en ella había y metí en su lugar los posters.

Cada vez que quitaba una de las fotos me sentía mejor, y a la vez peor; era extraño que las personas que más felices me habían hecho fuesen ahora las que más dolor me causaban.

Tardé cerca de una hora y utilicé dos cajas grandes para guardar todos mis posters, discos, fotos y cosas de One Direction que encontré por mi habitación. Al terminar me tiré en la cama y miré mi móvil, tenía un whatsapp de Ángela diciendo que habíamos quedado todas en el Starbucks cercano al Retiro.

<<Tienes que salir, Ana. No vas a pasarte deprimida toda tu vida por alguien a quién ya no le importas, ¿no?>>

"Me visto y voy."

Me puse un sujetador y me eché desodorante, mirándome en el espejo de mi habitación me di cuenta de que me había salido un grano en la frente; resoplé y abrí mi armario, sacando una camiseta de media manga de color azul agua. Suspiré y fui hasta el baño para lavarme la cara y taparme aquel horrible grano, me eché un poco de rímel y anti-ojeras. Me peiné y lavé los dientes antes de volver a mi habitación. Estuve examinando mis vaqueros y acabé optando por unos viejos grises que había sacado de la caja segunda del altillo. En ese instante me llegó un whatsapp de Sole.

"Date prisa, sólo faltas tú."

Suspiré y me puse unas sandalias marrones lo más rápido que pude. Antes de salir comprobé que Food tenía agua y comida y, tras coger mis llaves, salí de casa.

Durante el camino pensé en escuchar música, pero no me pareció buena idea, cualquier cosa podía recordarme a él, ¡pero si incluso le recordaba tratando de no recordarle!

Tardé diez minutos en llegar al Starbucks, al momento supe que mis amigas estaban en la planta de arriba, ¡no podían ser más escandalosas!

Me senté al lado de Sole, sin saludarlas siquiera, y me crucé de brazos; todas se callaron inmediatamente.

- ¿Cómo lo llevas?- se atrevió a preguntarme Martita, con apenas un hilo de voz-.

- Jodidamente genial- mi respuesta iba cargada de ironía-. Ya sabes, mi ex es un puto famoso que sale en cualquier parte y es muy fácil olvidarte de él; sobre todo si cada vez que vas por la calle te encuentras a una niña pequeña con su cara impresa en su camiseta... Ya sabes, lo normal- sonreí falsamente y cogí el vaso de Ángela, para beber un sorbo y volver a dejarlo en la mesa-. ¡Qué asco, tía! ¿No le has echado azúcar?

- Siempre puedes comprarte tú uno, ¿sabías?- contestó mi amiga, estrechando los ojos y cogiendo su café-.

- Me he olvidado el dinero- cerré los ojos, respirando hondo-. Joder, todo me sale mal.

Memories (I Found You 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora