Torpezas del destino (Camren).

Capítulo 6

Lauren POV:

Apenas habíamos hablado desde lo sucedido en la mañana. Después de eso, se había ido y se había encerrado en la habitación de su hermano no apareciendo hasta la hora del desayuno, en el cual tan solo se había limitado a comer y a agachar la cabeza.

Tampoco la presioné a que me hablara, bien es conocido que soy de las que necesita que le saquen las palabras con cucharilla también.

Estaba leyendo mi correo electrónico cuando sonó el teléfono. Serian algo más de las 2 de la tarde.

Lauren: ¿Si? -contesté con el auricular pegado a mi oreja.

Alejandro: ¡Lauren! ¿Qué tal? ¿Cómo estáis? -sonó la voz alegre de mi tío al otro lado del teléfono.

Lauren: Hola tío, bien, sobrevivimos a la noche.

Alejandro: Jaja, me alegro, ¿está Camila por ahí?

Lauren: Ehh... creo que está en el baño, ¿quieres que la llame?

Alejandro: Ahh bueno, no importa, era solo para deciros que regresamos al final de la tarde. Nos encontramos con unos viejos conocidos aquí y pasaremos la tarde con ellos.

Lauren: Ok, no te preocupes tío. ¿Qué tal la boda?

Alejandro: ¡Genial! Oye, ¿Por qué no salís y vais al cine o algo?

Lauren: No sé, ya veremos, le consultaré a Camila.

Alejandro: Como quieras, pero mas le vale a esa fierecilla portarse bien...

Lauren: No te preocupes tío, todo esta bien.

Alejandro: Me alegro, te dejo entonces, ¿aun no habéis comido?

Lauren: No, en un rato lo haremos, estamos esperando a la pizza.

Alejandro: Uy pizza, que lujazo.

Lauren: Jaja, si, nos vemos luego tío.

Alejandro: Nos vemos cariño.

Colgué y me encontré con los ojos de Camila al otro lado de la habitación.

-Era tu padre.

-Ya, ¿Qué dijo?

-Que se entretendrían con unos amigos y que quizás llegaran tarde.

-Oh, ¿no dijo más?

-No, tranquila que no le dije nada de lo de anoche, seré muchas cosas pero nunca una chivata.

-No me refería a eso, ya sé que no es tu estilo -se apresuró a decir.

-¿Es por eso que te pasaste por ahí abajo lo que te dijo tu padre? ¿Por qué sabias que no me chivaría?

-No... mi intención era que no te enteraras.

-¿Y que hubiera pasado si tu intención se hubiese hecho realidad? ¿Te has parado a pensar donde estarías ahora? o mejor dicho, ¿Cómo y con quien?

-Ya, ¿crees que no lo sé? ¡me equivoque! ¡vale! ¡lo admito! ¡el tiro se me salió por la culata! Pero lo que menos necesito ahora es que te pongas a restregármelo en la cara... no es el momento... -dijo a la par que salía de la habitación con lagrimas en los ojos.