Lauren POV:
*Flashback*
Abrí los ojos consciente del movimiento y el ruido que había al otro lado de la cama en la que me encontraba tumbada. Me giré lentamente descubriendo a la causante de mi despertar. Estaba echada a mi lado, inmersa en la lectura de un grueso libro que apenas podía sujetar entre sus pequeñas manos mientras roía ausente una chocolatina. Decidí acercarme al darme cuenta de que no se había percatado de mi despertar.
-¿Tu madre no te enseñó que no se debe comer tumbada? -susurré cercana a su oído con una voz demasiado ronca para mi gusto.
-¿Lauren? -se giró sorprendida hacia mí quedando sus labios a escasos centímetros de los míos.
-¿Si? -pregunté con un tono descarado mientras no evitaba dirigir mi mirada hacia esos prohibidos y sensuales labios.
-¿Te encuentras bien? -cuestionó bastante confusa.
-Oh si... -susurré en el mismo tono acercando mas mi rostro al suyo- ¿Sabes? se te picaran los dientes -para aquel entonces su frente y la mía eran una.
Comenzó a reír nerviosa. Su mirada confusa lo dijo todo.
-Hablo serio... y adiós a tu bella sonrisa... y ya nadie querrá besarte... o tal vez si... -terminé de acortar el poco espacio que nos separaba y junté nuestros labios. Al principio solo presioné delicadamente esperando obtener una respuesta por su parte. Respuesta que no tardó en llegar cuando noté que sus labios comenzaban a bailar al son de los míos.
*Fin del Flashback*
-¿Lauren? -una delicada mano se posó sobre mi hombro agitándolo suavemente.
-Uhm... no pares...
-Lauren... estas soñando... ¡Despierta! ¡Vas a llegar tarde a tu graduación!
-¿Eh? -abrí los ojos encontrándome de nuevo con esos tentadores labios- ¡Dios! -me levanté de repente, golpeando en el camino mi cabeza con la de mi prima.
-¡Auch! Tía, ¡tranquila!
-Lo siento, me asusté... ¿te hice daño? -comencé a palpar con mis manos el lugar donde le había golpeado.
-No... pero ya entendí el termino cabezota en el sentido pleno.
-Lo siento de veras... ¿Qué hora es?
-Las cinco y media...
-Maldita sea... tenemos que estar en una hora en el instituto... ¿tu ya estas lista?
-Yo y todos... menos la anfitriona de la tarde por lo que veo -comenzó a sonreír- no puedo creer que te hayas quedado dormida...
-Sí... -recuerdos del sueño volvieron a mí. Sacudí la cabeza en un intento por librarme de ellos.
-¿Soñando cositas interesantes? -cuestionó con una chispa en sus ojos marrones.
-Mas o menos... -desvié mi mirada de la suya, temiendo que pudiera descubrir el rumbo de mis pensamientos- Voy a prepararme.
Me levanté, cogí mi ropa y puse rumbo al baño. Diez minutos me bastaron para salir duchada y ataviada con mi vestido de graduación.
-Virgen santísima... estas... estas...
-Sin comentarios por favor... -repliqué malhumorada poniéndome las sandalias de tacón diez centímetros elegidas por mi tía especialmente para la ocasión.
-Que seca... -se sentó sobre la cama observando como me maquillaba en el espejo del armario.
-No sé porque exigen etiqueta... ¿Qué acaso jeans y las camisetas no llevan o qué?
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Torpezas del destino (Camren).
Fiksi PenggemarLauren queda huérfana a los 17 años y debe viajar de Londres a España a vivir con su tío Alejandro que tiene una hija de casi su misma edad, Camila, hasta que cumpla la mayoría de edad.