Capítulo 12

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Lauren POV:

Hacía cuatro meses ya de mi llegada a Londres. Cuatro meses de independencia plena y total. Ok, tal vez no tanto.

Abandoné la casa de mis tíos pocos días después de mi cumpleaños. La situación con Camila después de que le dijera que me iba no mejoró lo mas mínimo, en realidad solo empeoró. Nos evitábamos a toda costa hablando solo cuando se hacía estrictamente necesario. Tal hecho no pasó desapercibido para nadie en la casa. Hasta el pequeño Alex fue consciente de ello. Aún así el día de mi despedida fue, para que negarlo, terriblemente triste y complicado.

A mi llegada a Londres me establecí con la señora Angélica. El papeleo de mi herencia duró varios días. No fue hasta que todo eso estuvo listo que no pude entrar de nuevo a casa, donde, a pesar de las insistencias de la señora Angélica, me instalé. Septiembre trajo además el comienzo de mi vida como universitaria. Tuve la suerte de obtener plaza en la carrera de derecho. A papá le hubiera gustado eso.

Seguramente os preguntareis el por qué de mi decisión repentina por volver, por qué cuando todo parecía ir bien, cuando parecía feliz. Hubiera sido tan fácil quedarse en España, estudiar allí, estar con Camila... el peso que sentía por estar haciendo algo "prohibido" con ella claramente se había esfumado con la revelación de esa carta pero también esa revelación me había hecho ver que aquel no era mi sitio, no era mi lugar. Mi hogar estaba en Londres. Esa ciudad había sido importante para papá, lo había sido para mí, y seguiría allí, acabando el puzzle que él comenzó tantos años atrás. Era lo menos, sentía que se lo debía después de todo este tiempo. 

-¿Vas a volver a España por Navidad? -cuestionó Troy sacándome de mis pensamientos.

-Uhm, lo cierto es que aun no sé... tal vez me quede a pasarlas aquí...

-No puedes seguir ignorando el asunto por mucho tiempo, Lauren.

-¿Tu también? -comencé a recoger mis libros de la mesa y a meterlos en mi bolsa. Me la colgué al hombro mientras esperaba pacientemente a que mi amigo hiciera lo mismo.

Salimos del viejo edifico y nos dirigimos hacia los aparcamientos montando en el coche en el más absoluto silencio. El trayecto de camino a casa transcurrió igual. Aparcó a un lado y comencé a abrir la puerta para salir.  

-Deberías de llamar a casa...

-Lo tendré en cuenta... -me dispuse a salir pero mi amigo me frenó.

-Lauren, son tu familia, lo sabes, ellos están esperando una respuesta por tu parte.

Cerré la puerta y suspiré mirando hacia el frente, por mucho que tratara de negar la evidencia sabía que mi amigo tenía razón.

-No  es tan sencillo... yo los abandoné...

-¿Y? Es normal que quisieras hacer tu vida.

-Ya... pero también sabes que no fue tanto así -lo miré- Vine aquí con un propósito, ¿y que he conseguido? nada...

-Sabias que no resultaría fácil. Tu padre se pasó toda su vida, ¿Qué esperabas?

-Ya no sé que esperar...

-No puedes segur así... llama a casa... habla con tus tíos, habla con Camila.

-¿Y qué le digo? Lo siento mucho, te dejé porque tenía que cumplir el sueño de mi padre pero lo cierto es que me muero por estar contigo -hice una mueca.

-Podrías.

-Sí claro, no es tan fácil... no puedo decirle la verdad... se lo prometí a mi tío.

Torpezas del destino (Camren).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora