Capítulo 12: "Disturbios."

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Estaba terminando de ponerme los jeans y el dispositivo comenzó a vibrar, rodé los ojos, de nuevo estaba molestándome.

-Preciosa, ¿nuevas noticias?, ¿ya apareció el Styles?-suspiré, me sentía del asco haciendo esto.

- y en este momento vamos a salir-le avisé casi en un susurro.

-Bien, no necesito que me digas a dónde van porque ya lo sabré, que se diviertan.

Terminé la llamada y me subí los jeans.

No quería hacerle daño a nadie y esto no hubiera pasado si tan solo...no lo sé, no sé como podría haberlo evitado.

Dos toques en la puerta me hicieron sobresaltar. Aún no estaba lista, mi cabello estaba hecho un asco.

-¡Ya voy!-avisé y me hice una coleta rápidamente.

Me coloqué una chaqueta que aún tenía la etiqueta. La corté y la boté en la basura.

Me puse un poco de perfume y me miré por última vez, parecía verme aceptable.

Abrí la puerta y Harry estaba de espaldas mirando su móvil. Al parecer estaba tan metido en eso que no se dio cuenta cuando abrí.

-Hola-musité y me sentí como una idiota en cuanto se dio la vuelta.

Estaba tan...elegante e incluso guapo.

Esos vaqueros negros ajustados le iban bien, además de su americana color vino que simplemente me dejaba asombrada.

Harry era guapo, sí, pero no mi tipo.

-Estás hermosa-me piropeó pero quizá solo lo dijo para hacerme sentir bien.

Sentí mis mejillas calientes en el momento que se acercó a mí.

Su cuerpo estaba pegado al mío, no me había dado cuenta de qué tan hábil era para retenerme bajo de él tan rápido.

Mi espalda estaba pegada a la pared, él estaba a milímetros de mí y entonces sentí un escalofrío.

-No entiendo cómo es que me siento así-susurró a milímetros de mi rostro. -Haces que yo...-dejó sus palabras volar.

Sentía todos mis nervios de punta mientras sus ojos verdes miraban los míos con un objetivo, estaba claro que el deseo lo invadía y eso era algo que me aterraba.

Con un brazo me apegó a él por la cintura, su cuerpo estaba unido al mío. Su brazo libre permanecía recargado en la pared. Mi corazón latió con fuerza.

Respiró ruidosamente y después sentí sus labios sobre los míos.
Me quedé congelada.

Su beso era lento y no pude evitar seguirlo, tenía que hacerlo.

Mis manos viajaron a su espalda y no pude descifrar el por qué, solo lo hice.

Acaricié parte de la suave tela que lo cubría, no entendía lo que hacía pero mi cuerpo actuaba por mi.

Harry seguía sin separar sus labios de los míos, quienes ahora actuaban desesperados.
Buscaban algo que aún no estaba lista para dar y menos con él.

Eres mía. «H.S.» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora