Capítulo 15: "Nuevo trato".

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Habíamos llegado a algún raro lugar. No era la mansión de Liam.

El chico a mi lado, Louis, no volvió a decirme nada después de darme esa noticia de que había matado a Harry.

No podía creerle pero estaba muriéndome por dentro. Le había tomado un poco de afecto y no quería aceptar la idea de que él estuviera muerto.

-Liam nos espera-dijo el castaño extendiéndome su mano.

No la tomé y bajé por mi propia cuenta de mala gana. Liam me las iba a pagar.

Unos guardias aparecieron y nos escoltaron a Louis y a mí hasta entrar a una bodega. El olor a aire climatizado me inundó la nariz.

Dos guardias se acercaron a nosotros. Traían puestas unas inmensas chamarras y tenían otras en sus manos. Cuando llegaron nos entregaron a Louis y a mi las nuestras.

-Debes de ponértela antes de que te congeles-susurró Louis e mi oído y suspiré.

No quería hacerle caso pero él tenía razón. Si no me la ponía me congelaría.

La chamarra era mucho más grande que todo lo que había usado, incluso podría usarla de cama.
Seguimos caminando y cada vez que sentía la mano de Louis en mi espalda, me apartaba.

Estaba demasiado preocupada por Harry. Quería irme ya de aquí y ver si él se encontraba bien. Ya no quería seguir con el trato, ya no más, no puedo hacerle daño.

Uno de los guardias se adelantó y frente a nosotros habían muchas bolsas azules y negras rodeando unas mesas. Pasamos por ese lugar y ahora estábamos en un pasillo ancho y largo.

Habían estantes que llegaban hasta el techo y estaban repletos de cajas marcadas con etiquetas negras y azules en toda la cara frontal de la caja. No entendía que decían, al parecer estaban en otro idioma.

Me picaba la curiosidad por saber el contenido de las cajas y por qué necesitan de una baja temperatura para conservarse, pero no preguntaría nada, solo trataría de grabarme en la cabeza por lo menos una etiqueta.

La mano de Louis se posó sobre mi hombro y lo aparté con desgano.

-Apuesto a que te mueres por saber que hay dentro de todo esto, ¿no?-susurró en mi oído.

Lo ignoré siguiendo con la mirada al frente. Una risa sin humor brotó de sus labios.

-Hay millones y millones de dólares en estas cajas, Nicole. Tanto dinero que no puedes imaginarlo-alardeó. -Y después de que consigamos la última pieza que necesitamos, seré libre.

No entendía nada de lo que hablaba pero no quería dirigirle la palabra aunque tuviera mil y un dudas.

-Llegaste en el momento perfecto para derrumbar a Harry-lo miré con odio y me sonrió. - eres la razón por la cual ahora estamos ganando. Harry se ha descuidado tanto que ni cuenta se ha dado de las cosas en las que está siendo saboteado.

Eres mía. «H.S.» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora