Día 6. Sincérate, nube

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.Sincérate, nube.

Quiero que seas sincera y me digas si alguna vez te herí tanto como tú me heriste a mí.

Dime si tu también sentiste el ruido que hace un corazón cuando lo acaban de romper; cuando un alma se vuelve cenizas y se disuelve.

Ahora mismo soy como polvo de estrellas: suelto destellos pero no brillo.

Dime, ¿Alguna vez te has tumbado en la hierba a contemplar las nubes? Yo no, pero estoy segura de que debe ser genial.

Las nubes son tan libres, dan ganas de intentar atraparlas, elevarse y sobrepasarlas. Son tan puras y tan blancas que da miedo pensar que se vayan a manchar con el dolor del mundo. Con sus formas raras, los cambios repentinos y ese vicio de viajar. Siempre se mueven de un lugar a otro.

Siempre con ese ímpetu de ver el mundo a sus pies.

Fuiste como una nube, tan sencilla y tan libre, sintiéndote por encima de los demás.

Me daba miedo perderte, esperando que te fueras a cualquier otro lugar en busca de aventuras mejores.

Siempre fuiste aquella nube
que me tapaba el Sol.

Atte. Tu ex-mejor amiga.

23-10-2016

Si se me permite volarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora