Capítulo 4

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¡Había pasado de curso!, ¡terminaré la escuela el próximo año y pasé con un buen promedio!, estoy feliz, terminé el año con buenas notas, estamos a principios de diciembre y el frío ya comienza a notarse, apenas paso en el balcón como antes, ahora por el frío y la lluvia no salgó mucho.

Abrí la puerta del closet y saqué mi ropa, jeans rojos, mi polera con cuello de tortuga de color mostaza, un polerón largo y ancho de color negro, mis converse negras, me peine y coloqué una gorra, me coloqué brillo labial de sabor sandía y listo, estaba digamos... bien, salí de mi habitación y me senté en el sofá aun viendo el papel aprobado que pase de curso, le mostraría a Brad este papel, de seguro me felicitará y estará orgulloso de mi. Prácticamente subí mis notas por el, para enorgullocerlo, se que lo haré.

La puerta se abre y veo a Brad sacarse la corbata, se ve cansado y frustrado.

- ¡Hola Brad! -saludé feliz e hizo un ademán con su mano silenciándome.

- ¡No grites, Emilia!, ¿no ves que estoy cansado?, ¿cómo tan boba?, ugh olvídalo me iré a dormir -dice enojado conmigo, agaché la cabeza- buenas noches, y no grites.

- No lo haré, saldré -digo dejándo el papel en la mesa.

Caminé hasta la puerta y sentí como su mano me detenía bruptamente, doliendo su agarre.

- Suéltame, Brad -pido.

- ¿Adonde vas?, es tarde Emilia, no te dejaré salir -dice seco.

- Déjame, te recuerdo que tú no eres nada mío y no planeo soportar tu mal humor -digo soltándome de su agarre.

Lo miré feo y salí del departamento hecha una furia, y yo que quería darle una buena noticia, me había trasnochado noches para sacar buenas notas en los trabajos y estudiando para los examenes de matemáticas, ni siquiera se por que lo hice. Vi el ascensor y a un lado las escaleras, decidí las escaleras. Las bajé corriendo, llegué a la puerta del edificio y vi a Tony, el encargado de todo el edificio, lo saludé por educación y salí, todo estaba en oscuras, las luces de los postes parpadeaban constantemente, no le dí importancia, iría a Starbucks, estaba cerca del departamento, llevaba mi celular, mi identidad y todo en mi cartera, ni idea el por que tenía todo... pero creo que me servirá, cruzó la calle y escucho un rechinido feo, todo se vuelve negro y siento un fuerte dolor en mi pierna derecha.

- ¡Muchacha!, ¡muchacha! ¿estás bien?, ¡muchacha...! -escuchaba a lo lejos que me hablaban.

No podía responder, no se por que... pero todo me duele, sobre todo mi pierna derecha, ¿que pasa?, ¿que paso?, quiero despertar... pero no tengo fuerzas, no tengo la fuerza necesaria para hablar y levantarme.

Carajo, que dolor, siento una mano en mi brazo, no cambia su destino, mi codo hasta mis dedos, ¿quién es?, quiero abrir mis ojos.

- Emilia... abre tus ojos, lo siento no quería tratarte así... fuí un estúpido... estaba cansado y había discutido con Rosalie, por favor abre tus ojos... pasaste de curso con excelentes notas, ¿eso ibas a contarme ese día?, ¿por eso estabas muy feliz no?, y lo arruiné. Dios hablame Emilia, te necesito conmigo -era Brad, era él... me necesita y yo a él, ¿porqué me siento así? ¿porqué quiero abrazarlo y decirle que todo estará bien?- ¡dios abre tus ojos, Emi!

- Brad... cálmate, ve a descanzar yo me quedaré con Emilia, no has dormido nada estos días -Clara sonaba preocupada, ¿días, cuántos días?

- No me iré, no la abandonaré se lo prometí...

Podía mover mis dedos, sentía la tela de la sábana en mis dedos, intenté abrir mis ojos pero se me hacía imposible ahora... dios quiero abrirlos, quiero saber si es de día. Intenté una vez más y pude, pero los cerré de inmediato, la luz que había me molestó, pestañee unas veces más y vi con claridad, estaba en una habitación blanca, una ventana estaba en mi lado derecho, y una cabeza castaña clara estaba cargado en mi mano donde tengo algo inyectado, una manguera pequeña estaba en mi muñeca para darme suero, ¿porqué?, ¿que pasó?, miré con más claridad y era Brad. Abrí mis ojos como platos, se movió y me dejo una vista de su barba que estaba creciendo y podía jurar que ya pinchaba. Moví mi mano ya que me la aplastaba y dolía enterrarme más la manguera, Brad se despertó alarmante.

- ¡Emilia, estás despierta! -dice sonriendo y pude notar sus ojeras, esta vestido igual que ese día, claro que sin la corbata.

- ¿Qué me pasó? -pregunté confundida.

- ¿No recuerdas nada? -pregunta.

- ¿Te estaría preguntando?, claro que no recuerdo nada Brad, ¿que me paso? -dije un tanto sarcástica. Rió.

- Al menos tu sarcasmo sigué, no te preocupes el Doctor te explicará, vendré de inmediato iré a buscarlo -dice hablando demasiado rápido.

Salé dejándome sola, genial despierto y me deja sola, espero unos minutos mientras trato de sentarme pero no puedo, me duele un montón la cabeza.

La puerta se abre y me deja ver un Doctor tratando de recuperar el aliento y un ansioso Brad. ¿Qué le pasó al Doctor?

- Ve. Esta despierta -sonrié orgulloso Brad.

- Eso veo, ¿cómo te sientes? -dice el Doctor más calmado.

- Como si un auto o dos hubieran pasado por encima mio -bromee pero en Brad no vi ni una sombra de risa.

- Emilia, tuviste un accidente muy grave, recibiste un impacto en tu cuerpo y en tú cabeza, quedaste insconciente por tres semanas, creíamos que llegarías al coma indefinido, pero veo que nos esquivocamos. Aquí su prometido no se separo ni un momento, puede que tengas hematomas en tu cuerpo pero es normal, cuando te alimentes y tengas más energía te haremos radiografías y examenes para ver que todo esta bien, y que no tengas una lección. Si no te has dado cuenta tu pierna derecha esta enyesada, te rompiste la pierna y tuvimos que operarla antes de que empeorará pero no te preocupes todo estará bien, los dejo solos y enviaré a una enfermera para que te de desayuno y te hidrates hoy mismo comenzaremos con todo, con su permiso -dice el Doctor sonriéndome, salé de la habitación.

Miré a Brad que sonreía, traté una vez más intenté pararme pero volvió ese dolor de cabeza, llevé mi mano a mi cabeza.

- No te esfuerces, el Doctor dijo que tendrías dolores de cabeza, yo te ayudo -dice y asiento.

Toma un control blanco que estaba en una pequeña mesa blanca, me enderezó hasta quedar sentada, amo la tecnología.

- Esto esta mejor, ¿me explicas que pasó? -pregunté al sentarme.

- Claro, bueno no lo sé exactamente bien, por lo que me dijo un hombre de edad mayor ibas cruzando la calle cuando un auto aparece y te atropella, el te ayudo y me llamo, yo estaba en casa debatiéndome si ir a buscar o no, vi el papel en la mesa que dejaste antes de irte y vi tus notas, me sentí orgulloso ya que tu mejor promedio en materias fue en matemáticas, te llamé pero no contestaste, luego vi una llamada de vuelta y era tuya, creí que eras tú y contesté para disculparme, el hombre me dijo todo y donde estabas para ese entonces ya estabas en el hóspital, pedí traslación para este, donde trabaja un amigo Cirujano, este era mejor.... no sabes como me preocupe por ti, no despertabas y no dabas señales de querer despertar, tenía mucho miedo por ti Emi -dice y me conmoví.

Luego recordé sus palabras, te necesito, ¿enserio me necesitaba?, ¿cómo algo más o como... su falsa prometida para impresionar a su papá de esa cosa "personal" que dice?

- Lo siento, no quisé preocuparte -digo seca- ¿que día es hoy?

- 19 de diciembre, pronto será tu cumpleaños y... veré que salgas antes para que celebres tu cumpleaños en nuestra casa -dice.

Nuestra casa, esa casa es más de él que mía, aunque me haya adoptado sigo siendo una invasora, con su permiso.

- Claro -respondí sin intéres.

La puerta se abre y una señora se acerca con un carrito con comida, poca pero comida.

- Su desayuno, ¿se lo doy yo o puede comer? -dice la enfermera sonriendo.

- Yo se lo doy, puede retirarse señora -dice Brad y la enfermera asiente.

Se va y me da la comida, no soy una bebe y no estoy paralitica, puedo comer yo sola pero claro, ¿quién le hace cambiar de opinión al señor Brad Zimmerman?, nadie.

En multimedia: August y Bryan Harries. <3

Adoptada ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora