Todo ese tiempo me concentiste, y me daba gracia que siempre que me buscabas, me llevabas a comer fuera, me encantaba la idea de que intentases remediarlo todo pero casi me fui de espaldas cuando me diste a saber tu tonta idea.
Querías que conociese a Annie, lo dijiste como si nada, sin siquiera despegar tus ojos de la malteada, no sabía de quien hablabas pero luego vino a mi mente.
la pequeña, tu hija, en ese momento mi mente se nubló, ¿querias que conociese a la persona por la que me habías dejado?, que estúpido, estúpido eres, pensé en aquel momento, todo es una locura no quería siquiera ver a la pequeña cerca de mi, y con esa respuesta saliendo de mi boca preferí volver, habías arruinado el día con sólo mencionarla, que ridiculez.
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