Todo volvió a ser como en un principio, las noches de llantos e insomnios, las noches en las que mamá me abrazaba y acariciaba mi cabello, sin decir nada, donde lo único que oíamos en la oscura noche, eran mis sollozos y mis lágrimas derramadas.
Carta 29
Todo volvió a ser como en un principio, las noches de llantos e insomnios, las noches en las que mamá me abrazaba y acariciaba mi cabello, sin decir nada, donde lo único que oíamos en la oscura noche, eran mis sollozos y mis lágrimas derramadas.