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· Harry

Sí, hice mal en acostarme con Lucía y ni si quiera mandarle un mensaje o algo a Tessa. Sí, soy un gilipollas, pero ¿qué le hago?

He intentado varias veces acercarme y hablar, invitarla a ir a algún sitio, pero me evita, eso me duele un montón, pero en parte me lo merezco. Ya no sé ni que hacer, la idea de estar con ella en la cama sigue en mente, pero si sigue así, creo que se esfumará en algún momento.

Me tiré en la cama de mi cuarto, me quedé mirando el techo y me vino una idea a la cabeza.

Podría ser un admirador secreto, y cuando la tenga en el bote, decirle la verdad y suceder lo que llevo tanto tiempo deseando.

Me dispuse a salir pero recordé que no puedo salir sin ella. Me volví a mi habitación y me puse a investigar cual era el numero de teléfono de las tiendas de bombones, floristerías, ropa y cosas de esas para llamar desde aquí.

Apunté los números en una agendita que tenía y me dispuse a llamar a los bombones, para que mañana por al mañana llegaran, apunté el nombre de ECS que son las iniciales de mi segundo nombre mi primer apellido y mi segundo apellido, Edward Cox Styles.

Bajé y vi que era la hora de cenar.

- ¿Tienen hambre? - Pregunté poniéndome mi delantal de cocinero.

- Si Harry, haz algo que esté bueno, que tú sepas hacer por Dios, aliméntame - Dijo Niall.

- Eso, que tú eres el que mejor cocina de aquí. - Dijo Louis mientras leía una revista.

Me metí en la cocina a preparar algo, sentí que alguien entraba y me giré. Era Tessa, cogió un vaso y se fue a mi lado para llenarlo de agua, ya que donde yo estaba, también estaba la botella.

Le agarré del brazo antes de que se fuera y le hablé.

- Tessa, perdóname, juro que me surgió una cosa muy importante y no tuve ocasión de avisarte.

- ¿Qué te sucedió Harry? - Me quedé en blanco, no sabía que contestar.

- No puedo decírtelo, pero juro que es algo muy importante.

- ¿Por qué tendría que creerte? Y mejor aún, ¿por qué perdonarte?

- Porque si Theresa, porque no aguanto mas tiempo sin hablarte, no es lo mismo cuando salimos a la calle que tenemos que fingir, no. Yo quiero volver a salir a la calle bien a las 5 de la mañana y desayunar por ahí. - Le solté el brazo, me miró, se fue hasta la puerta y me dijo:

- No sé, Harry. - Cerró y me puse de nuevo a cocinar, pensando en si ese ''No sé, Harry'' significaba si volvería a hablarle o no.

Después de cenar se me antojó salir a dar una vuelta, pero claro, tendría que hacerlo con Tessa, y quizás ella no querría, así que me fui directamente a mi habitación a pensar o dormir.

Pasados unos minutos tocaron la puerta y permití la entrada. Me giré y vi a Louis.

- Lou, ¿que haces aquí?

- Harry, te noto mal. - Se sentó en la cama donde yo estaba.

- No sé Louis, es Theresa, las cosas han cambiado tanto desde que entró aquí. Desordenando nuestras vidas, pero ordenándolas al mismo tiempo. ¿Me entiendes?

- Te entiendo hermano, al principio no me caía bien para nada esa niña, pero viendo que al cabo del día, semanas, o meses, se comportaba bien conmigo, intentando que saliera de mi cuarto, decidí darle una oportunidad. Ahora veo que es una chica que tiene claro su vida, que quiere hacer y como lo va a hacer. ¿Qué te pasa con ella? ¿Te incomoda lo de ser ''pareja''?

- No es eso.

- Ah bueno, porque chico, tienes una suerte de poder besarle cuando quieras, - se rio y consiguió que me riera yo también. - cualquiera de nosotros estaría encantado de tenerla.

- Ya bueno, te explico, desde que entró siento algo dentro de mi que me dice que debo acostarme con ella, que ya es una regla en mí. Pero por mucho que lo intento no lo consigo, el día que nos fuimos a la discoteca en Barcelona, la llevé a cenar antes, pero luego se fue, aunque esa noche es verdad que me acosté con otra chica. También al principio de todo se me ocurrió la idea de ir por las mañanas con ella, y así conseguir lo que quiero. Unos de los últimos días en Barcelona, le pedí una ''cita'' - hice comillas con los dedos en esa palabra. - y la aceptó, estaba muy ilusionado, pero la fotógrafa que contratamos para la apertura, nada más y nada menos, quería que le pagase no con dinero, no, si no acostándome con ella, fui un gilipollas y acepté, pero dejé plantada a Tesa. Desde entonces no me habla.

- Eso explica porque llegó esa noche con los ojos llorosos y un poco ebria.

- ¿Lloró? - Asintió con la cabeza. - Joder.

- Harry tio, te lo digo de buenas ¿vale? Porque eres mi mejor amigo y me importas, no juegues con fuego, que te puedes quemar. - Se levantó y se dirigió a la puerta. - Buenas noches. - Abrió y se fue, cerrando de nuevo la puerta.

''No juegues con fuego, te puedes quemar.'' Esa frase estuvo rodando toda la noche en mi cabeza, pensando que querría decir, pero sin respuesta alguna.


Girly DirectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora