Mejor Comprese Un Perro

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Frente a mi casa un viernes por la tarde, saludé a dos


jóvenes de quince años. Uno de ellos buscando que-


dar bien conmigo, sin saber que a mí no me gustan las


bebidas alcohólicas y los efectos que producen en las


personas y sus familias me dijo: ¿Y usted ya listo para


ir a tomarse varias cervezas y pasarla bien?


No le respondí ni sí, ni no. Sólo le pregunté ¿Usted


toma? Con una gran sonrisa en su rostro respondió


afirmativamente. Entonces le hice otra pregunta ¿Por


qué toma? Él me dijo: hoy sí se la echó buena. Nun-


ca me había preguntado por qué tomo. No podemos


vivir la vida con sabiduría sin preguntarnos ¿Por qué


hacemos lo que hacemos? ¿Cuál es la razón por lo que


hacemos lo que hacemos?


Siempre debemos preguntarnos el ¿Por qué de todo


lo que hacemos? Y el ¿Por qué de todo lo que desea mos hacer? ¿Por qué estudiamos en el colegio? ¿Por


qué estudiamos en la Universidad? ¿Por qué queremos


tener novio o novia? Responder el ¿Por qué? de cual-


quier cosa, nos permite encontrar la motivación detrás


de todo lo que deseamos hacer o alcanzar. Nos per-


mite también evaluar si cada decisión que vamos a to-


mar, es para nuestro bien.


¿Por qué quiere tener un novio o una novia?


Un día que platicaba con una joven de trece años y su


mamá, la joven me dijo que nunca se iba a casar, que


los hombres eran malos y que todos eran iguales. Una


tarde y desde la ventana de mi cuarto, la vi besándose


con su novio de por lo menos dieciocho años de edad


y abrazándose más fuerte que dos parientes que no


se han visto durante diez años y se encuentran en el


funeral de su querida abuelita.


Al siguiente día que la encontré, le comenté lo obser-


vado desde mi ventana. Orgullosamente me respondió


que con quien se estaba besando era su novio. Enton-


ces le pregunté: Si nunca se va a casar ¿Por qué quie-


re tener novio? A lo que ella con inocencia respondió:


para estar acompañada. ¡Para estar acompañada! Le


dije... ¡Para tener compañía! Agregué... Para eso mejor


¡cómprese un perro!


Los perros siempre están de buen ánimo, siempre bus-


can amarla, si se aburre puede dejarlos en casa y siem pre que regresa sin excepción alguna, le mueven la


cola y saltan de alegría. Pero un novio no es para tener


compañía, es para algo más que eso...


Pregúntese ¿Por qué quiero un novio o una novia?


Busqué en el diccionario la palabra noviazgo y la defi-


nición que encontré fue: condición o estado de novio o


novia. Son de aquellas definiciones que uno encuentra


que no le dicen nada y que le obligan a buscar otra de-


finición, para entender la definición anterior.


Busqué de nuevo en el diccionario, pero ahora la defi-


nición de la palabra novio y luego de la palabra novia.


Ambas tenían la misma definición. La definición que


encontré decía: persona que mantiene con otra una


relación amorosa con fines matrimoniales. ¡Para fines


matrimoniales! Ese sí que es un buen por qué quiero


un novio o una novia. Quiero una pareja para casarme


y hasta que la muerte nos separe. Eso es el amor. Algo


tan sólido y por encima de lo emocional o situacional


que nada lo puede apagar.


Si quiere un novio o una novia porque se siente solo o


sola, va por mal camino. Si quiere un novio o una novia


porque quiere que alguien le diga que está guapo o


guapa, va por mal camino. Si quiere un novio o una no-


via porque quiere salir huyendo de su casa, va por mal


camino. Si quiere un novio o una novia porque todos lo tienen, va por mal camino. Si quiere un novio o


novia sólo porque sus amigos le dicen que hacen bue-


na pareja y que se ven bien juntos, va por mal camino.


Existen muchas razones equivocadas para comenzar


un noviazgo, pero sólo una acertada y esta es buscar al


amor de su vida, para tratarlo como el amor de su vida


hasta que la muerte los separe.


¿Por qué existe el noviazgo? El noviazgo existe para


formalizar una relación de amistad ya reconocida por


nuestros parientes y amigos como ejemplar, en donde


ambos se agregan valor, sacan lo mejor del otro y tie-


nen una meta por delante, unir sus vidas en matrimo-


nio, hasta que la muerte los separe.


Eso es lo que nos dice el diccionario. Un novio o una


novia es una persona que mantiene con otra una rela-


ción amorosa con fines matrimoniales. Podemos con-


cluir entonces que el noviazgo no es un juego o una


aventura pasajera, realmente es el inicio de algo que si


marcha bien y se consolida con el tiempo por el esfuer-


zo individual y en común, terminará en un matrimonio


en donde su fundamento es más que la atracción, un


compromiso a muerte, que se solidifica diariamente en


la decisión de amar, servir y disfrutar a su pareja.


Tranquilo, no se asuste, esto está por ponerse mejor.


Pero si lo que quiere es compañía, mejor cómprese un


perro. Y si no hay espacio en casa, aunque sea un loro,


para que también le hable.

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