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"Lo siento mucho, cariño"
"Lamentamos todo esto, pequeña"

Era lo que decían los compañeros de trabajo de mi papá.
Habían pasado cinco días, cinco días de que había perdido a la única persona que le daba sentido a mi vida.
Cuando desperté después de que el auto hubiera explotado, estaba alterada. Empecé a llorar y a gritar llamando a mi papá. Yo sabía que el no había sobrevivido, pero no quize aceptar eso.

Estaba abrazada a BaekHyun, ambos estabamos sentados en el sillón. Eran las nueve de la mañana. Un veintiuno de enero.
Me gustaban los colores oscuros, pero en esta situación los odiaba. Llevaba llorando estos malditos cinco días. De a milagro comía. No quería salir, no iba a la DEF. Me la pasaba encerrada en mi cuarto.

En el centro de la sala, estaba una pequeña mesa con fotos de mi papá, unas velas, fotos mías con él, de mis tíos, de su familia. Y en el centro de todo eso, la pequeña cajita que contenía sus cenizas. Mi papá la había dicho que cuando muriese, lo incineraran y que me dieran las cenizas a mi, que yo decidiria que hacer con ellas.

-JiHyun..-Era el jefe de mi papá, YongMin, pensé que estaba en Japón. Me levanté y lo abrazé-. Cariño, lo siento tanto. Hay alguien que quiere verte.

-JiHyunnie.-Esa voz. Era...

-¿Tía SeYeon?-Sus ojos estaban rojos, solte al señor Moon y fui a abrazarla.

Ya en sus brazos volví a llorar. Lloraba en silencio, aunque las ganas de gritar me estaban comiendo por dentro.

-Cariño, tenemos un vuelo que tomar.-¿Qué dijo? ¿Un vuelo?-. Volveremos a Seúl.

¿Qué? Miré a Baek, Dodo y a LuHan, estaban tan sorprendidos como yo. Mi primo igual, mis tíos, creo que ellos tenían algo de conocimiento sobre esto. Mi padre le había dejado mi custodia a los Park. Por si en algún momento le pasaba algo, como por ejemplo, su muerte.

-El vuelo sale a mediodía, tienes tiempo de despedirte.

-LuHan, Lay, KyungSoo, BaekHyun y JiHyun, vengan conmigo.-Nos llamó mi tío. Lo seguimos hasta la cocina-. ¿Quieres seguir en la DEF, JiHyun?

-Si, pero por el momento no, quisiera estar alejada de algunas cosas. Y con esto...no sé. Hablo de que en tres horas me regresaré a Seúl, mi mente es un caós completo.

-Puedo trasladarte a la escuela que esta en Seúl. Quizá también envie a tu primo, y podría hablar con la madre de Baek para que se vaya con Yixing.-¿En serio haría eso por mí?-. Puede que también LuHan y Kyung

-Recuerda que JongIn y MinSeok estan en Seúl, puede que...los encuentres allá.-Comentó Dodo. Era cierto. Pero no sabía en que parte de Seúl estaban-. Trataré de contactarlos, solo ruego que ninguno haya cambiado de número.

-Gracias.-Susurré.

※※※

-¡Vamo, cariño! Se hace tarde.-Me llamaba la señora Park a medida de que caminabamos. Agradecía que mis amigos en mi familia me hablaran en coreano, ya que de lo contrario ni sabría que me estaba diciendo.

-De acuerdo, ya voy, ya voy.-Murmuré.

Fuimos las últimas en abordar. Y de nuevo volvería mi "querido país".

-Linda pulsera. ¿Regalo del año pasado?

-Me la regalaron hace tres años, para mi cumpleaños.

-¿Un chico?- ¿Por qué siempre hacian esa pregunta.

-Si, fue BaekHyun. El chico que estaba conmigo en el sillón.

No quería seguirle la conversación pero no soy tan maleducada. Tecnicamente le había reducido mi vida estos tres años en una hora.

-¿Solo te golpeaste la cabeza?

-También me disloque la muñeca. Tengo puntos de sutura en los brazos y cortes en mis piernas, por eso no uso por ahora pantalones cortos y camisetas sin mangas. Bueno, solo cuando estoy en casa.

<<Pasajeros, por favor abrochen sus cinturones, estamos por aterrizar en el aeropuerto internacional de Incheon.>> Hablo una voz. Ya llegamos.

-En casa hay alguien que quiere verte.-Comentó la señora Park mientras paraba un taxi.

¿Será ChanYeol?
No sé ni que pensar, la última vez que escuche su voz fue hace tres años. Nerviosa, un poco. Enojada con él, tal vez. A menos de que me de una buena razón, cambiaré de parecer.

El taxi se detuvó frente a una gran casa. Dios, era más grande que la anterior. Se habían mudado el año pasado, según me dijo tía SeYeon, y agradecía que no quedara tan lejos de mi antiguo hogar.

-Entra, cariño.-Y eso hice.

La casa era bonita por fuera, pero por dentro era preciosa. Grande, muy grande.

-JiHyunnie...-Esa voz. Era el padre de ChanYeol. Al vermé se levanto del sillón donde estaba y me abrazó-. Estás bien...estarás bien..-Me abrazó con más fuerza.

-Veo que ya sabes quien quería verte.-Comentó la señora Park entrando a la sala.

Oh, era él.
Desde que ella me dijo que alguién quería verme, por mi mente paso el nombre de ChanYeol.

-Oh...ChanYeol aquí estas..-Y me giré.

Traía puesta una camiseta gris y pantalones negros ajustados. Estaba descalzo. Su cabello que siempre ha sido castaño, ahora estaba de un color más claro.
Solo me miró y subió las escaleras.
Ese no era el ChanYeol que yo conocí y con el que crecí.

-Disculpalo, cariño. Ha estado algo irrespetuoso.-Solo asentí.

-Te ayudaré con las maletas.-Antes de que pudiera responder, el ya iba escaleras arriba.

Tomé mi cartera y la maleta más pequeña para luego subir detrás de él.

-Esa es la habitación de ChanYeol.-Señalo la puerta que estaba diagonal a la mía-. Te dejaré a solas para que te acomodes.

Abrí la puerta, era la habitación más hermosa que había visto. Era blanca y tenía unos toques en colores pasteles. La cama era grande. Había un escritorio en una esquina, una cómoda que pronto llenaría con mis cosas (una mitad de maquillaje y quizá el resto de otras cositas) noté también que había dos puertas. El closet y el baño, deduje.
Metí mis maletas y cerré la puerta. Para luego tirarme boca arriba en la cama.

-Bien, no era lo que esperaba pero bueno. Bienvenida, Kim JiHyun, a Corea. Otra vez.-Murmuré.

Promise. ⇨Park ChanYeol⇦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora