Promise. ⇨Park ChanYeol⇦

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¡Ya me había graduado!
Sinceramente no pensé que el tiempo pasaría tan rápido.

Como le había prometido a ChanYeol, fui a su graduación, hace un año atrás. Tuve la suerte que nos tocó viajar a Seúl esa vez, y pude ir. Yo influí un poquito en el destino del viaje, je. Lloró cuando me vio, ni yo me esperaba eso. Esa noche en vez de pasarla en el hotel pude quedarme en casa, sus padres al igual que todos los demás estaban emocionados por nuestra vuelta a Seúl, lástima que solo estuvimos dos semanas allí.

Me había enterado por JongIn que a ChanYeol lo habían contratado en una agencia, claramente como compositor. Y bueno, le iba excelente. También trabajaba en el bar/restaurante de MinSeok, iba a cantar allí con Kyung y mi primo casi siempre.

Llegamos después de mediodía a Seúl, nadie sabía de nuestra llegada excepto MinSeok, el sí sabía que llegábamos hoy y justamente para su cumpleaños.

—Nos van a asfixiar cuando nos vean cruzar por esa puerta. —Murmuró BaekHyun.

El taxi se estacionó frente al restaurante, desde donde estaba pude verlo. Lo único que había cambiado era el color de su cabello, ahora era plateado, que coincidencia, el mío era gris en esos momentos. Estaba hablando con una chica, la cual creo haber visto en su graduación. Según él me dijo aquella vez se llamaba SooYoung, Park SooYoung; pero le decían Joy, no llegó a presentármela aquella vez. Y claramente no me gustaba la forma en la que miraba a mi novio.

—Cálmate, pareciera que salen dagas de tus ojos. —Me quité los lentes oscuros y bufé. Baek rió y me jaló por la muñeca.

Fuimos lo más sigilosos posibles al entrar, y nadie se dió cuenta cuando entramos.
Tratamos de buscar a MinSeok con la mirada, cosa que hicimos tarde, ya había gritado nuestros nombres.

—¿Hace cuánto llegaron? —Preguntó sin rodeos.

—Bueno, ambos esperábamos un abrazo. Ya que, no hace mucho, quizá... ¿media hora? —Solo nos miró y nos abrazó. Esto era lo que queríamos.

—¡Baekkie! —Cuando giré a ver, ya BaekHyun tenía a HyeRan en sus brazos, besándola.

Al ver al frente, mi vista se topó con la de ChanYeol, juro que vi un brillo en ese instante, con cara de fastidio se zafó de la tal Joy y ella comenzó a llamarlo "Channie". Ah, ya me acuerdo quien era ella, la chica que él me dijo que le dejaba notas en el cuaderno donde escribía sus canciones. La chica estaba enamorada de él y también sabía que tenía pareja, pero no lo aceptaba.

—¿Me extrañaste? —Susurró con voz ronca cuando me tuvo entre sus brazos. Nuestros labios rozándose cada vez que los movíamos.

—No sabes cuánto...—Acortó la distancia entre ambos, sus labios me hicieron olvidar todo a mi alrededor.

Claramente hubiera seguido besándome si un carraspeo femenino nos hiciera separarnos.

—¿Puedo preguntar quién es? —Preguntó la chica.

—Eso debería preguntarlo yo. Creo que tengo más derecho. —Ella arqueo una ceja. Con que esa tenemos.

—Es de mala educación venir y tratar de quitarle a una chica el chico que le gusta. —Miré a BaekHyun y a los demás, tenían una sonrisa burlona en los labios.

—Mira, niña, es de mala educación venir a tratar de meterte con un chico que ya tiene novia, por cierto, soy Kim JiHyun, la novia de ChanYeol. —La pelinegra abrió de par en par sus ojos y se puso pálida.—. ¿Acaso creíste que todas esas canciones que viste en su libreta eran para ti? Que ingenua. Ahora, puedes irte y olvidaré el hecho de que andabas de zorra con mi novio. —Aquella "chica" frunció los labios y salió con pisadas fuertes del lugar.

—Taylor ya te hubiera aplaudido. Nunca te había visto tan celosa. —Reí y él se fue a sentar a una mesa con su novia. ChanYeol jaló mi mano, dándome a entender que también fuéramos a sentarnos.

※※※

—¿A dónde vamos? —Pregunté cómo niña pequeña mientras miraba a mi novio de perfil. Tenía algo de sueño, estuve despierta hasta las dos de la madrugada revisando y corrigiendo unos planos que me entregaron hace una semana. Y eso que solo llevo tres meses aquí. Podría decirse que, trabajo en el mismo lugar que mi padre, sí, trabajo en la empresa de Moon YongMin.

—¿Impaciente, amor?

—Eres impredecible, Park.

—Lo sé. Solo espera un poco más...

Estuvimos unos diez minutos más en la carretera. Y luego entramos a un barrio de casas grandes y bonitas. Se me hacían algo familiares...

Se estacionó frente a una casa, el bajó y yo me le quedé viendo a esa casa desde donde estaba.

—¿Vas a salir? —Mi puerta ya estaba abierta y el me tendía la mano. La tome y me jaló para que saliera—. ¿La recuerdas? —Fruncí el ceño y beso mi frente—. Ven.

Cuando crucé el portal de aquella casa, pequeñas imágenes se cruzaron por mi cabeza, eran mías junto con ChanYeol. Esta era...la casa donde vivía antes de irme a China.

—¿Recuerdas cuando te bese aquí para que te callaras? No me hablaste en el resto de la tarde.

—¿Teníamos once, cierto? —El asintió.—. Sí, lo recuerdo. Creo que mi papá nos vio aquella vez, se nos quedó viendo y luego se echó a reír cuando nos sentamos en el sillón.

—Desde ese día deje de verte como mi amiga. Desde ese día empezaste a gustarme, y me confesé en un momento de desesperación a los trece. Casi me muero cuando recordé todo lo que dije. Mamá se burló de mi. —Lo miré y me alcé de puntillas para besarlo.—. Pero creo que todo lo que dije valió la pena, a pesar de todo lo que te hice cuando llegaste a mi casa esa tarde...a pesar de eso, estas aquí conmigo.

—Quise golpearte cuando me miraste con desprecio. Pero... ¿por qué estamos aquí?

—Mis padres compraron esta casa poco después de que te fueras. Entre las tantas cosas que les dejo tu padre, encontraron las escrituras de la casa. Desde ese día se han dedicado a remodelarla y mantenerla hasta que la vuelvan a habitar. En sí, la casa es mía...ellos me entregaron todos los papeles, solo me falta a alguien con quien compartirla el resto de mis días. —Me giré hacía ChanYeol, y lo encontré arrodillado frente a mí. Oh mi Dios...—. Te amo desde que te besé en este patio hace casi doce años, en ese pequeño momento supe que debía construir una vida contigo llegado el momento. La vida me puso muchas pruebas para estar a tu lado, una de ellas fue cuando te fuiste a estudiar; pero la superamos, y volvimos a estar juntos. —Metió la mano en el bolsillo de su chaqueta y saco una cajita, cuando la abrió, vi un anillo.—. Kim JiHyun, me darías el hermoso y preciado placer... ¿de convertirte en mi esposa?