cutie pie | L.S

Capítulo 5

Hola! Nunca hice este tipo de notas (creo) y ya es tiempo de hacer una ya que quería decirles algo. Bueno, he visto que mi novela está creciendo cada vez más y tengo lectoras que me siguen en cada capítulo! Me pone muy feliz saber que poco a poco mi novela va teniendo éxito, y para eso hay veces en las que uno debe poner como una meta. Y lo haré...

Quiero poner la meta de 20 leídos y 5 votos como máximo, si es que quieren. ¡YO NO DEJARÉ DE ESCRIBIR, PARA NADA! Pero solo que sería lindo sentir ese apoyo de que la gente quiera leer tu novela. 

Desde ya, muchas gracias por las 400 leídas!!! Y vamos por más...<3

-Val.

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Harry se quedó paralizado al oír ese nombre. Sintió como un escalofrío le recorría la espalda. Frunció el ceño y rápidamente pensó en una respuesta para darle al chico antes de que éste le colgara el teléfono o pensara que la situación era extraña. Lo que le pasó fue que, al oír la voz del chico le fue fácil reconocer que esa era la voz del extraño de la noche pasada. Pero... ¿Louis? pensó que quizás la que le atendería sería una mujer. No le incomodó demasiado porque Harry ya tenía gusto por los hombres. Aunque lo que sí le pareció medio raro fue que Louis no contestara como Cutie, debido a que eso decía el papel. 

Pero no se quedaría así. Él quería conocer más a fondo a esa persona que le había dejado una extraña sensación en su estómago. La duda lo llenaba completamente, y iba a arreglar de alguna forma encontrarse con este nuevo extraño, Louis.

Recordó lo de la noche pasada y el famoso apodo que rondaba por su cabeza, y contestó. "¿Cutie, no?" lo soltó. Finalmente lo soltó. Esperaba atento la respuesta.

Luego de unos segundos se escuchó que el chico del otro lado soltaba un suspiro seguido de una pequeña risa cargada de nerviosismo. "S-sí" tartamudeó. "¿Quién lo busca?" inquirió el joven.

Ese '¿quién lo busca?' hizo que Harry por alguna rara razón sintiera alivio. Porque esas pequeñas tres palabras daban a entender que el tal Louis no era Cutie, sino que, según Harry, era algún socio o amigo de ella. Había estado ese día muriendo en la preocupación y duda de qué había sucedido. Quizás se estaba dando mucha máquina al cerebro pensando en ello, pero tenía algo de razón en estar ansioso por saber qué había pasado. Porque sentía que, de la nada, no podía tener ese nuevo sentimiento en él.

Harry era una persona realmente reservada, pero reservada no quería decir antipática. Él era muy simpático, pero solo con las personas que él creía, se lo merecían. Tenía muchos conocidos, él no les decía amigos porque para él un amigo es mucho más que esa persona que conoces en la escuela o facultad, o tal vez en un deporte. Un amigo es la persona con la cuál compartes momentos importantes de tu vida, momentos que marcan un antes y un después. Es la persona que te ayuda y te acompaña pase lo que pase. Y personas como esas en su vida, solo eran su madre, Danny, Gemma, Niall y Ed. Nunca había tenido a nadie más. Su padre... bueno, esa era una larga historia. Él se había ido y los había dejado solos a los tres hermanos y Anne, todo porque encontró a una rubia adinerada que le pagaría cualquier vicio estúpido o capricho. 

¿Novias? Ja. Harry en ese sentido no tenía mala suerte, es más, si quería podría tener una novia. Pero no quería, nunca le interesó estar en pareja porque pensaba que no se le daba bien eso de tener una persona a la cuál debes estar atada y además serle fiel. A él le gustaba probar cosas nuevas, era muy aventurero. A eso se debía su primer experiencia con un hombre, a lo que Harry concluyó que era bisexual. Y pensándolo bien, esa situación fue muy graciosa. 

Se encontraba con 16 años en una reunión con amigos, muchos estaban borrachos y a él en ese entonces la bebida no le gustaba, pero le dieron de probar y no paró. Un vaso, dos vasos, tres vasos, y no pudo tomar otro cuando ya se había acabado la botella entera. Harry se encontraba en un estado alcohólico muy alto. Cuando ya todos estaban muy tomados, comenzaron a jugar al famoso juego de la botella. Todos en ronda, y el juego comenzó. Cuando un chico estuvo a punto de girar la botella del centro, una chica lo paró y dio las reglas, diciendo que no importaba el sexo de quien te tocara, sí o sí deberías besarlo. Y era con lengua.