Capítulo 8: Primer día de escuela.

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Me despierto notando algo blandito bajo de mí , sube y baja, lo que me molesta para seguir durmiendo; extrañamente no tengo ganas de pelear.

-Mmm....- Me muevo de un lado a otro buscando la comodidad, pero no hay manera. Así que decido utilizar mi codo para ablandar a lo que supongo será un cojín, levanto despacio el codo, y lo dejo caer con la máxima fuerza posible.

-Me cago en todos los batidos de plátano.- Tiene sentido ya que Cam ama el plátano pero no en batidos.

- ¿¡Qué haces ahí acosador de niñas inocentes?!- Escucho las risas de Iker y Ben, y levanto lo más rápido posible la cabeza. No volveré a dormir sobre algo blandito en años.

-¿Se supone que tu eres inocente? Por favor....¡Si puedes matar a un cerdo con tus propias manos!- Me parece que este se dio bien fuerte en la cabeza, o perdió completamente la cordura.

- ¿¡Como voy a ser capaz de matar a un cerdo inocente?! - Veo que va a abrir la boca para contestar, a lo que levanto mi mano indicándole que pare.- No, no te molestes, es una pregunta sin respuesta. -Su puchero infantil me hace recordar con quién estoy tratando. Entonces me giro a mirar hacía Iker y Ben.

-¿Cómo amaneces, preciosa?- Me pregunta demasiado dulce el simio que tengo por hermano mayor.

-No me vengas con eso. ¿ Como narices dejaste que  se durmiera debajo mío? Y tú.- Señalo a Iker.- Sí, amigo mío, para ti también hay. ¿Por qué no hiciste nada y disfrutas con Ben?

Estoy dispuesta a seguir gritando como una loca, a pesar de mi falta de ganas de pelea, cuando  mis tripas rugen como si en la vida hubiera comido. Madre mía que hambre que tengo.

-Sharon ¿Estas bien? Tienes cara de haber visto un fantasma.

-Te he visto a ti, hermanito mío.- Me levanto y me voy a devorar un bol de los grandes, también llamado como booool, llenito de deliciosos cereales crujientes. Al acabarlo voy directa a la ducha, tengo que empezar bien este día, sea como sea.

Decido vestirme, como siempre, con un pantalón tejano claro, una camiseta de tirantes lisa y una polera negra en la que pone "Bitch, please." En blanco, Y mis hermosas vans. Por último, me amarro el pelo con una coleta y bajo.

-Naturalmente, a las chicas nos gustan los hombres musculados fuertemente, igual que a ustedes les gustan las mujeres en forma. - Oigo la voz de la mujer al bajar las escaleras, y entonces veo que en el sofá están los 3 hombres de esta casa, midiéndose los músculos y viendo un tutorial de cómo le gustan los hombres a las mujeres.

Estos, desde luego, tienen un serio problema. No sé que hacer, la verdad, si reírme, llorar o pegarle una paliza a cada uno para que reaccionen... ¿Por qué todos son así de imbéciles? Es realmente triste y asqueroso.

-Nos gusta hacernos las difíciles, a algunas mas que otras.-Sigue hablando la mujer del tutorial. ¿Nos estará viendo y lo habrá dicho por mí? - Y a todas nos gusta que él nos persiga como un bobo, TODAS acabamos enamorando.

-Bueno, cuando les apetezca, nos vamos, pero son ustedes los que tardaron en cambiarse.- Entonces es cuando se enteran que estoy ahí, Ben rápidamente apaga el tutorial y sus nervios le traicionan haciendo que el mando impacte contra el suelo.

-Esto...-empieza Iker.

-No se molesten.-Levanto mi mano.- No quiero saberlo, por el bien de la humanidad.- Ellos asienten avergonzados. Cam y Ben van a cambiarse dejándome a solas con Iker.

-Bonita polera.-Sonríe dejando a la vista sus relucientes dientes.

- Fíjate como me miran vuestras amigas, yo no puedo hacerlo sin dejar de reír.- Me río recordando la primera vez que me la puse. Kelly casi me estampa contra las taquillas, fue bastante deprimente por su parte, sabe que tengo muchísima fuerza más que ella. Solo se acerco, yo tenia mi sonrisa arrogante, sus ojos eran furia pura, me puso las manos en los hombros, las apretó y se fue.

Wait for me. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora