Todos obedecen a Cameron y entran, dejándonos solos en el parking que más bien parece Narnia en invierno. Joder me estoy helando, debería haber cogido algo más gordo que la chaqueta de cuero.
-¿Se puede saber que pasa?- Rompo el silencio tan frío como la temperatura, enserio, debemos estar a unos 5 jodidos grados.
-¿No puedo querer hablar con mi amiga?- Sonríe.
-Sí, pero hay un coche, donde hace calor, y a 10 pasos un restaurante donde no seremos dos cubitos de hielo con forma de persona.- Se ríe de mi cara.- No, enserio, muero de hambre, si no hablas en 10 segundos meto mi trasero ahí dentro.-Señalo el restaurante.
-Okei, okei. Relájate, ¿quieres?-Asiento para que prosiga.- Veras... Yo solo quería preguntarte si vendrás esta noche...- Rasca su nuca, y le interrumpo.
-¿De verdad? ¿Para eso hace falta estar aquí? Joder Cameron, a veces te luces, eh.
-¿Me quieres dejar hablar, por favor?- Ruedo los ojos.- Esta semana vuelve Sarah, y bueno, ya sabes que ella y yo no nos hablamos, pero mis padres quieren ver a su fabulosa hija pequeña, como no.- Suspira cabreado.- Y como sé que tu tampoco quieres verla, quería saber si puedo pasar esa semana en tu casa, ya sabes contigo, para que huyamos de ella juntos, como hacíamos años atrás.
-¿Vuelve?- Cam asiente y yo suspiro.- Lo de quedarte en casa no tienes ni que preguntarlo, pero a ser posible no traigas a Bonnie, no nos llevamos bien, y el sentimiento es mutuo.- Cam asiente, y me abraza.- Que vayas a estar una semana pegado a mi como un grano en el trasero, no te da permiso para que me abraces, que para aprendiz de gay ya tenemos a Darren.- Cam sonríe y entramos.
No me puedo creer que Sarah vaya a volver, después de todo lo que hizo cuando vivía aquí, solo espero no encontrarme con ella. Sarah es la hermana menor de Cameron, él la odia, pues cuando eran pequeños, ella era algo así como una muñeca diabólica alias angelito a los ojos de sus padres. Es la razón por la cual me he pasado tantos años solo con chicos, sin confiar en chicas, hasta que conocí a Scarlett.
-¿Hermanita?- El hielo que me pone mi dulce dulce hermano, que se nota la ironía, en la frente me saca de mis pensamientos.- ¿Qué es más importante que elegir comida? - Me olvidé de la comida pensando, que raro que Kelly no haya hecho ningún comentario.
- Quiero lo de siempre, ya sabes, solo estaba pensando. - Sonrío al joven que nos atiendo que me devuelve la sonrisa y anota mi pedido.
- Creo que Sharon le acaba de tirar los trastos al camarero.- Suelta Scar cuando este esta lo suficiente lejos para no oírnos.
-Sinceramente, no creo que una sonrisa sea pedirle que se acueste conmigo esta noche.- Ruedo los ojos, y automáticamente todos y cada uno de los hombres sentados en la mesa se giran a mirar al muchacho.- ¡Oh, venga ya! No sean infantiles.- Dejan de mirarle.
-Hermanita, ese tío no me gusta para ti.- Ben niega desaprobando y los chicos le dan la razón.
-Por eso mismo le daré el número cuando acabemos de comer. -Scarlett me sonríe. En verdad no lo pienso hacer, es sólo un camarero desconocido.
Ben empieza a cabrearse y esta a punto de decir una de las suyas, cuando Kelly le interrumpe.
-No creo que un chico tan mono quiera el número de alguien que se viste de hombre y no se suelta el pelo porque no sabe como se lava.
Ahora no, ahora no, no explotes pequeña Sharon diabólica, hay mucha gente delante, además los chicos le darían la razón y ya estarían separados. Cállate, si quieres destrózate el labio pero no digas nada.
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Wait for me.
Roman pour AdolescentsSharon Davis es una adolescente acostumbrada a hacer lo que quiera, puesto que su hermano se lo permite. Ha tenido una vida difícil, los recuerdos le persigen. La confianza es su punto más debil, pero a la vez el más dificil de alcanzar. No es recom...