Día 0: Comienza.
Abrí mis ojos de golpe, un mal sueño hizo que me despertara, mire mi reloj 5:40 am, una fina capa de sudor recorría todo mi cuerpo, quité la sabana de encima mío, cayó el diario de mamá, lo levanté cuidadosamente, me había dormido mientras lo leía, aún no entendía tantas cosas, mi corta edad no me permitía ver muchas cosas y no, no me refiero a cosas que pasen hoy en día, si no cosas que pasaron hace muchos años, para ser más exactos veintiséis años cuando inicio todo, aun no entendía como es que el mundo no se daba cuenta de lo que pasaba, con tanta comunicación que había, con tantas cosas tecnológicas, con tantos recursos y nunca nadie lo tomó en serio hasta el último día que la humanidad fue libre.
Me levanté de la cama sin hacer mucho ruido, el lugar estaba muy oscuro, pisaba con cuidado, a pesar de que ya casi amanecía mi cuarto tenia la ventaja, o a veces no tanto, de ser sumamente oscuro y mis cortinas negras permiten que esto se propagara más, caminé hasta mi armario, lo abrí, me arrodillé, busqué con mi mano la pequeña caja de madera pegada en la parte inferior izquierda del armario, justo detrás de las cosas que colgaban, ingrese la clave y esta se abrió, dejando así ver su interior vacío para luego ser llenado por el diario de mamá.
Muchas personas escribían sus propios diarios y los guardan bajo una clave, esto les sirve para dos cosas, la primera que no se les olvide sus días, así no tendrán miedo de creer que están contagiados, y la segunda para ejercitar su memoria con la clave y así que sus familiares se enteren cuando no lo recuerde, yo por mi parte no escribo, creo que no es lo mio y la contraseña la uso para que mis hermanos no cojan el diario, lo pueden arruinar y no quiero eso, el diario de mamá es lo único que mantiene mi creatividad activa.
¿Por que no preocuparme por mis memorias? ¿Por que ser tan relajada en ese aspecto? Bueno pues, porque según papá los primogénitos somos inmunes, Papá y Mamá son primogénitos, bueno mamá es hija única pero creo que eso no importa igual es la primera así no haya nadie detrás de ella, papá es el primogénito de cuatro, o bueno lo era, murió hace ya 4 años, y no, no murió de contagio, o si no, no estaríamos vivos y tampoco tendría validez lo que me enseñó; Él era un comandante y bueno una vez en una de las misiones, un compañero contagiado lo mató.
Me dejó una enseñanza muy grande en la vida, él siempre creyó que llegaría el día en que todo empeoraría más, así que creó un búnker, uno más abajo en donde encontraría todo lo que necesitaríamos para poder sobrevivir a algo peor. Yo soy la única de sus tres hijos que lo sabe, ya que él tiene la certeza de que nunca me contagiare, me aprendí el camino desde los 12 años, mi padre me lo enseñó desde los 7 años, una vez al mes de todos los meses me llevaba y me enseñaba la ruta que yo debía elegir; me enseñó aproximadamente 5 caminos diferentes en los cuáles podía llegar a mi destino, pero nunca me dejó abrir el búnker para mirarlo, jamás dejo que yo hiciera eso, ni siquera él lo hizo, así que lo único que jamás supe fue como abrirlo.
Salí de mi habitación luego de haberla arreglado, me dirigí a la cocina y me empecé a preparar algo de desayuno, eran ya las 6:10 am y los más raro de todo era que Samuel no se había levantado a molestar la vida, Samuel es mi hermano menor tiene 4 añitos, es hermoso y muy canson, en total somos tres, Abigail es la hermana del medio tiene 16 años, esta pasando por esa etapa de las crisis existenciales y eso, pero en general es muy cool, y de último estoy yo, soy la mayor tengo 19 años y mi nombre es Jessica y bueno no se que decir de mi así que solo soy la mayor.Abrí las gavetas de la cocina, una gran cantidad de enlatados de varios "sabores" allí se encontraban, saque cuatro, puse un plato hondo y revolví el contenido de dos de los enlatados, saqué cuatro platos y puse un poco la mezcla en cada plato, luego abrí una lata y la puse en dos platos e hice lo mismo con la otra lata.
Pronto llegó mamá para hacer el jugo...o bueno algo así.
-Hija como amaneciste - preguntó
-Bien mamá, muy bien gracias a Dios - Le Sonríe, me devolvió la sonrisa, pero ya no era igual. Ella desde la muerte de mi padre había cambiado demasiado, su mirada, sus gestos, Todo en ella había cambiado, creó que era entendible, ella jamás habló de su vida de antes de todo el contagio, mi padre fue el único en alguna vez tocarme el tema, pero tampoco lo hacia mucho debido a que a mamá no le gustaba.
-Y ¿Samuel? - preguntó mamá
-Aún no se levanta
-Eso es muy raro - dijo con poca importancia
-Si tal vez, anoche jugó mucho debe estar muy cansado - Explique
-Se veía muy feliz -Dijo mientras ponía los platos en el comedor y yo botaba las cosas a la basura
-Si, creó que jamás lo había visto tan Feliz - Sonreí
-Bien hora de comer -Dijo sin muchas ganas realmente, extraña mucho su vida anterior o eso es lo que creó a veces, Abigail salió de su habitación recién levantada, su pelo estaba hecho un desastre y sus ojos aún tenían lagañas, saludó perezosamente con la mano mientras bostezada y se sentó en la mesa, miró a mamá y la saludó con una sonrisa la cuál ella le devolvió, me senté en la mesa e hice un saludo con mi mano al cual Abigail respondió con una sonrisa. Pocos minutos después Samuel también llegó y se sentó, empezó a comer lentamente al igual que los demás que estábamos en la mesa.
En este punto todo se me hacia irreal, lo sé, jamás he tenido una vida fuera de esta, pero es que parecemos zombies, con una estricta rutina cotidiana, tan pero tan cotidiana que en realidad a veces quisiera que pasará algo, algo estupendo que me sacara de esta ciclo sin fin, pronto todos los quehaceres de la casa estaban terminados, todos vestidos bañados y arreglados, todos otra vez sentados en el comedor comiendo lentamente el almuerzo, sin nada de que hablar, todo pasaba en cámara lenta haciendo aún más torturoso todo....
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Hola, vengo a avisarles que a partir de este capítulo, los demás capítulos serán subidos cada semana, ya que estos si son más largos.
Espero que les este gustado hasta ahora, voten y comenten.
Los amo bye 👋
(๑ˇ3ˇ๑)
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CONTAGIO
Science FictionPrimer Síntoma: Perdida de memorias -¿Quién eres tú? -Mamá ¿Estas bien? Segundo Síntoma: Alucinaciones - El día hoy está hermoso, ¿no creen? - exclamó mientras miraba el oxidado techo de titanio Tercer Síntoma: Desorientación -¿Que es este lugar...