Capítulo 8

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LEER POR FAVOR LA NOTA DEL FINAL DEL CAPÍTULO

Estábamos en el avión desde hacía una hora pero todavía no se había movido ni un centímetro, esto empezaba a ser estresante. Además, me había tocado sentarme separada de mi familia y aunque al lado tenía a una mujer muy simpática y su hija de seis años, no era lo mismo que estar con mi propia familia. Para colmo, después de una hora en el avión sin hacer nada más que estar con el móvil, había empezado a quedarme sin batería, ahora mismo debía tener un 30% que tenía que durar hasta que llegáramos al hotel de Paris en dos horas y media o tres. Una tortura.

Meg: ¿Todavía no habéis despegado?

Yo: ¡No! El avión no se ha movido

Meg: Pobrecita *nótese el sarcasmo*

Yo: ¡No te rías de mí!

Meg: ¡Oh claro! La niña se va dos semanas a Paris mientras yo me quedo aquí estudiando para una recuperación y por un poco de humor que tiene tu situación no puedo burlarme, ¡eres una mala amiga!

Yo: Vaale tienes razón, lo siento, te quiero, perdóname.

Meg: Si me llevas contigo

Yo: Imposible, el avión se está moviendo ya

Meg: ¡Mentirosa!

Yo: ¡Enserio! ¡Tengo que dejarte! ¡Hasta luego! ¡Te quiero!

¡Genial! 25% de batería. Incluso estando a km de distancia Megan seguía consiguiendo molestarme, aunque por eso la quería.

Por favor, apaguen los teléfonos móviles y los demás aparatos electrónicos y abróchense el cinturón, el avión se preparará para despegar en breves instantes.

Siempre me ha gustado este momento, los nervios del vuelo, los nervios antes de despegar, los nervios en general y la sensación de cuando por fin el avión se despegaba del suelo. El despegue y el aterrizaje son lo único que me gusta de un vuelo, llamadme rara, pero el vuelo en si lo encuentro un poco estresante, solo el hecho de estar a más de diez metros sobre el cielo ya me preocupa así que a cien mil... Digamos que cuanto antes tocara el avión tierra, antes estaría yo tranquila.

Por suerte conseguí hacer que el vuelo pasara más rápido con el libro que me había traído, ya que cuando anunciaron que ya estábamos a punto de llegar a mí me había parecido que solo había pasado media hora, aunque eso fuera imposible porque había leído ciento cincuenta páginas.

- ¡Mamá! – gritó la niña de al lado - ¡Ya llegamos a Disney!

No pude evitar reír ante su comentario, era tan tierno. Lo mejor de eso era que cuando yo era pequeña también me llevaron a Paris, y solo visité Disneyland, así que durante mucho tiempo pensé que no existía un lugar llamado Paris, sino que así llamaba la gente a Disneyland. Pero esta vez no estábamos aquí por eso, aunque también haríamos una visita al parque, soy demasiado fan de Disney como para no ir al menos un día de catorce. Y no, no soy una infantil.

De repente el avión empezó a descender y se pudo notar las ganas que la gente tenía de bajar, literalmente, era como si pudieras coger con las manos ese nerviosismo, palparlo. La gente había empezado a recoger las cosas que tenía a su alrededor, las conversaciones eran más altas y rápidas y los niños y no tan niños miraban por las ventanas con una sonrisa en la cara. La verdad es que tengo que incluirme en ese último grupo, y es que, a pesar de no tener ventana, podía ver Francia por encima de la cabeza de la niña pequeña.

La vista era preciosa. Cuanto más nos acercábamos a Paris, mejor podían distinguirse los edificios, y aunque la Torre Eiffel estaba justo en la ventana opuesta a la mía, la vista de los edificios y de la ciudad en general seguía siendo alucinante.

Después de unos minutos el avión tocó tierra finalmente y cuando por fin paró del todo la gente empezó a bajar. Y estaba en las primeras filas, así que salí antes que mi familia y me quedé fuera a esperarles.

- ¿Has visto la Torre Eiffel? – preguntó Laura cuando me encontró.

- No – dije con pena – Estaba justo en la otra ventana.

- ¡A mi papa y mamá me han dejado ir en la ventana y ha sido alucinante! ¡La vista es preciosa!

- Me alegro de que os guste Paris, chicas – dijo mi padre llegando junto a mi madre.

- ¿Cómo te ha ido el vuelo a ti, Lilian? – preguntó mi madre sabiendo que no me gustaba volar.

- Ha ido bastante bien, tenía a una niña de seis años y su madre al lado pero la niña se ha portado muy bien y he podido leer muy tranquila – dije con una sonrisa.

Salimos del aeropuerto acompañados del taxista que había contratado mi padre para llevarnos al hotel. El trayecto no era muy largo pero yo ya estaba deseando llegar para poder ir al restaurante y comer algo, había desayunado muy temprano y me moría de hambre. Además, le había dicho a Megan que hablaría con ella cuando llegara así que necesitaba cargar el teléfono, aunque todavía tenía un poco de batería que iba a usar.

- Lila, ¿ya estás con el móvil? – dijo mi padre de modo cariñoso.

Él siempre me había llamado Lila cuando era más pequeña pero ahora hacía ya tiempo que no lo hacía, aunque supongo que parte de la recuperación de nuestra relación requería volver a la normalidad.

- Lo siento papá, solo estaba avisando a Megan de que ya habíamos llegado.

- No vas a poder enviar ningún mensaje hasta que no tengas WI-FI, no hemos activado los datos.

Eso no lo sabía. Una cosa más que añadir a la lista de cosas de las que Lilian Grace no tiene la menor idea y que le serían o serán útiles en la vida. Además comprobé que era cierto en pocos segundos, cuando terminé de encender mi móvil y vi que no tenía ningún mensaje de Megan, cosa imposible dado como había acabado nuestra última conversación.

Como no podía avisar a Megan decidí guardar el móvil y admirar el paisaje, Paris era tan bonito. Iban a ser unas grandes vacaciones, estaba segura.

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¡Hola! 

Traigo buenas y malas noticias. Las malas son que la semana que viene y la siguiente estoy casi segura de que no voy a poder colgar ningún capítulo (no me culpéis a mí, culpad a mis profesores). Pero las buenas son que cuando vuelva de mi pequeña pausa por culpa de los estudios, colgaré tantos capítulos como semanas haya estado inactiva, así que seguramente colgaré dos o tres seguidos.

¡Muchas gracias por leer!

¡Tengo que pedir una cosa! ¿Qué actores pondrías para hacer de Lilian, Alley, Megan, Mason, Laura y los padres de Lilian?

*Baiii*


Me dejé llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora