Capítulo 6.

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—Por favor, mamá, ella no tiene a nadie, está sola en este mundo— suplicaba a mi hermosa madre que me dejara gastar parte de mis ahorros para la universidad para poder pagar el hospital de Lauren.

— No puedes desperdiciar todo en lo que has trabajado, Camila, no por alguien a quien no le importas — esas palabras hicieron que algo se rompiera dentro de mi, sabía que tenía razón, ella me odiaba, pero eso no significaba que iba a dejar que algo malo le pasara, estoy enamorada a fin de cuentas.

— Ese no es el punto, no puedo dejar que muera, ella es muy especial para mi, no tienes una idea de cuanto la aprecio — tape mi rostro con mis manos, no podía evitar sentirme culpable acerca de todo ésto. Fui corriendo a mi habitación y me tire a la cama, deje que las lagrimas cayeran libremente, era inútil intentar hacer algo para dejar de llorar. Me dolía mucho.

**

Pasaron horas antes de que mi mamá decidiera ir a buscarme a mi cuarto.

— Hija, lo siento mucho, no puedo imaginarme todo lo que debes sentir en este momento, es por eso que tu papá y yo hablamos las cosas, sabes que a él le está yendo mucho mejor financieramente y podremos ayudarte sin necesidad de que gastes tus ahorros, eso sí, esperamos que conserves tus calificaciones y en la universidad también.

La emoción que sentía en ese momento era indescriptible, me lance sobre ella y la abrace con muchas fuerzas, tenía unos papás geniales.

— ¡Son los mejores del mundo! — le dí numerosos besos en la mejilla, ella reía y busque rápidamente mi teléfono, obviamente debía contarle a Dinah sobre ésto.

**

Era el tercer día que visitaba a Lauren en el hospital.  

Su progreso no avanzo en esos tres días, pero seguía con muchas esperanzas, los doctores no aseguraban que ella iba mejorar prontamente, no creían que lo hiciera.

Yo seguía aferrándome a ello, con cada pequeña parte de mi alma yo sabía que un día ella despertaría y todo estaría bien.

— Hola, Lauren, he traído mi guitarra hoy, sólo no me juzgues, soy nueva en esto de tocar para alguien— me le quedo viendo esperando una respuesta que nunca llego.

Comencé a rasgar con mis dedos las cuerdas de la guitarra y empecé a cantar.

 Loving can hurt
Loving can hurt sometimes
But it's the only thing that I know
When it gets hard
You know it can get hard sometimes
It is the only thing that makes us feel alive

We keep this love in a photograph
We made these memories for ourselves
Where our eyes are never closing
Hearts are never broken
Times forever frozen still  

 So you can keep me
Inside the pocket
Of your ripped jeans
Holdin' me closer
'Til our eyes meet
You won't ever be alone
Wait for me to come home...

Fue todo lo que pude cantar antes de que mi voz empezara a volverse temblorosa debido a las lagrimas.

Esa canción era triste y era aún más triste cantarla en un hospital. Verla de esa forma era muy desgarrador, no sabía que hacer o como actuar ante ello.

Era en estos momentos donde yo me encontraba sola con ella cuando podía decirle todo lo que pensaba.

Fui a mi mochila y saque una pequeña carta que había escrito hace mucho.

— Bueno, ésta es una de las primeras que escribí, me gustabas desde hace dos meses — la abrí y empece a leer.  

Querida Lauren,

No sé si fue mi imaginación pero hoy te veías más hermosa de lo normal, desprendías un brillo que jamás había visto.

También supe que terminaste con tu novia, lo siento mucho, bueno, la verdad no, ella es una perra, tú mereces algo mejor que ella, aunque parecías feliz con ella. Tal vez estés pensando quien manda ésto, si es que en verdad tuve las agallas y lo mande, respondiendo a tu pregunta sobre quien soy, aún no creo que debas saberlo, no sueles fijarte mucho en mi y sería absurdo decir quien soy.

Lo único por lo cual escribo esto es porque quiero hacerte saber lo especial que eres para mi, desde el primer día de clases me cautivaste con cada rasgo tuyo, al principio pensé que era sólo un amor platónico y que con los días se me iba a pasar, como podrás darte cuenta no fue así , hasta creo que cada día me gustas más.

¿Cómo podrías no gustarle a alguien? Es decir, tan sólo mírate, eres perfecta.

Creo que me estoy enamorando de ti.

Termine de leer y voltee a verla. Nada. Ella seguía sin despertar.

— Lo sé, es algo corta, fue lo mejor que pude hacer para expresarme en una hoja de papel— me dirigí a la mesita que estaba enseguida de su cama, doble la carta y la puse ahí.

Sentí que mi teléfono vibro en mi pantalón y lo saque, era un mensaje de Dinah diciendo que ya estaba aquí. Decidió acompañarme algunas veces, decía que era malo para mi intentar superar esto sola. Yo no intente llevarle la contraría, saldría perdiendo.

Después de cinco minutos llego.

— ¡Milaaaaaa! — grito al entrar.

— No debes gritar, estamos en un hospital, idiota — la regañe y le di un leve golpe en el brazo.

— Lo dices porque es la habitación de tu novia — dijo en tono burlesco.

— No es mi novia — me cruce de brazos y rodé mis ojos.   

Se acerco a mi y me acuno en sus brazos.

Si que era mi mejor amiga, sabía cuando la necesitaba y a necesitaba más que nunca.

— Todo estará, Mila, estoy aquí para ti, pase lo que pase, siempre te apoyare en todo — susurro en mi oído y no podía estar más agradecida por tener una amiga así.

Fue el abrazo más sincero que había tenido.

**

Dinah y yo nos quedamos ahí todo lo que resto de la hora de visita.

En todo momento estuve tomando la mano de Lauren, acariciaba sus mejillas y cuando estábamos a punto de irnos hice algo que, según dijo Dinah, fue muy extraño.  

Deje un pequeño beso en sus labios, los cuales estaban menos morados que la primera vez que los vi. 

No podía esperar a hacer eso cuando ella estuviera despierta.




El último suspiro. [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora