Estoy harta de esto, siempre lo mismo, ¿Cuando se va a terminar esto? ¿Hasta cuando dejaré de ser la maleta de mi padre?.
Ahora mismo estoy en el avión, directo a Estambul por otro congreso mas....- El congreso médico será dentro de una semana - dijo mi padre - así que dentro de tres días nos vamos a Estambul.
- ¿Qué? - respondí muy molesta- tengo un concierto de violonchelo en tres días, ¡soy la solista papá!, espere esto desde hace mucho tiemp...
- No sé como es el clima - me interrumpió muy calmado - así que lleva ropa de verano y de invierno.
- ¿Siquiera me estas escuchando? - le supliqué - ese concierto era muy importante para mí, ¿Cómo puedes...
- Ya te dije que no me gusta ese mundo para ti - me riñó - los amigos de tu madre no se cansan de buscarte...
- No tiene nada de malo - le aclaré - siempre salgo bajo tus términos y mis maestros siempre ceden a tus peticiones.
- Ya hablamos de esto Amy - dijo finalizando la conversación - agradece que te dejo siquiera tocar el violonchelo.
La vista por la ventanilla del avión era preciosa, pero ni eso podía aliviar mi pena y amargura, en especial el odio hacia mi padre.
- Toma este refresco - dijo mi padre sentándose a mi costado y alcanzándome un vaso de refresco amarillo - te hará sentir mejor.
- No quiero - contesté cabizbaja - no tengo sed.
- No te pregunté si querías - contestó mi padre poniendo el vaso en mi mano - te dije que te lo tomaras.
Cogí el vaso y me imaginé tirándoselo en la cara, para luego lanzarme del avión y nunca mas volver a ver al vejestorio, pero no tenía el valor, nunca lo tenía, así que solo cogí el vaso y me lo tomé.
El refresco tenia un sabor algo amargo, pero me lo tomé todo para no escuchar hablar más a ese vejestorio. Empecé a sentir mareos después de tomarme el refresco, me sentí extraña y me empezó a dar vueltas la cabeza, ¿Otra vez?, no otra vez por favor...
Cuando me desperté ya estaba en el hotel, acostada en la cama con mis maletas al costado, la luz del ocaso del sol me daba en el rostro y me fastidiaba las vistas. Estaba en una habitación enorme, con una sala de estar y un balcón, era una "Suite"; típico de mi padre, ni siquiera me conocía, pensaba que podía comprarme con lujos y detalles, ¡Que superficial era ese viejo!.
- Veo que ya se levantó Sta. Nigel - dijo una mucama al verme sentada en la cama - cámbiese por favor, el doctor Nigel la quiere ver en estos momentos, esta en la sala de estar....
- Dígale que no iré - respondí tajantemente
- Lo siento Sta. Nigel - respondió la mucama cabizbaja - pero eso no será posible, recibí órdenes muy estrictas y...
- Lo sé, lo sé - dije parándome de la cama - perdone por eso, me estoy desahogando con la persona equivocada.
- No se preocupe - dijo la mucama alzando la cara y al parecer muy agradecida por facilitarle el trabajo - yo le avisaré a su padre.
- Está bien - le respondí - ¿Puede retirarse por favor?, es que necesito cambiarme.
La mucama salió y me quedé sola en la habitación. Me cambié lo mas lento posible, hacía calor, así que me puse una minifalda y un bibirí.
Cuando salí de mi habitación me di cuenta que el hotel era enorme, cada habitación por la que pasaba era más y más grande a la anterior, ¡Que gastadera de dinero!, pensé, dicen ser médicos para salvar a las personas pero, ¿Quién los salva a ellos de esta denigración?, faltaba no mas que el baño sea de oro y que se limpiaran el trasero con billetes de a 100.
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Recuerda - "La Ironía de la Muerte
Mystery / Thriller¿Que pasaría si te enteras que eres responsable de la muerte de tu mejor amiga, y no lo recuerdas? ¿Hasta donde serias capaz de exponer tu vida por saber la verdad? Hannah Smith es una estudiante de medicina que un día solo se levantó en el hospital...