Extra - Larry conoce a Amy - parte 4

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- Te lo puedo explicar... - le supliqué a mi padre, tratando de calmarlo para que no perdiera la cabeza - Él solo...

- ¡¿Qué Amy, qué?! - me gritó - Él solo ¿Qué?

- Es solo mi amigo... - mascullé las palabras casi en susurro.

- Ella no es mi amiga Dr. Nigel - corrigió Lôberú calmadamente.

- ¡Tú no hables! - gritó mi padre muy alterado - ¡Contigo no es!

- ¡Papá! - rogué - baja la voz... No necesitas hacer una escena.

- ¡¿Qué diablos le pasó a tu voz?! - dijo mi padre con un tono preocupado - ¡¿Porqué siento como si me hablara un pato?!.

- ¿Verdad que sí? - dijo Lôberú muy sonriente, como un niño a quién acabaran de darle la razón - eso mismo le dije yo.

Lôberú se echó a reír y mi padre le apretó más el cuello para que se callara por completo.

Cada comentario que Lôberú hacía, lo decía tan sarcásticamente que hasta a mí me daban ganas de golpearlo, al parecer no estaba para nada intimidado; hacer eso lo hacía o muy inteligente o un completo idiota.

- Escuche, Dr. Nigel - habló Lôberú dificultosamente - solo vine a disculparme por el malentendido de ayer, eso es todo.

- ¡Si claro! - respondió mi padre - ¿Y piensas acaso que te creo? - mi padre acercó su cara a la de Lôberú tratando de intimidarlo - no eres más que un bicho raro, uno muerto de hambre que merece ser aplastado...

- Voy a casarme Dr. Nigel - le interrumpió Lôberú a mi padre con la poca facilidad que aún tenía para hablar - no necesito andar con otras mujeres, no tengo la necesidad.

- Eres un hombre y mi hija es muy hermosa - le dijo mi padre recalcando la palabra "muy" - nada me garantiza que nunca querrás nada con ella...

- Nadia Caruzzo - espetó Lôberú dificultosamente - mi prometida es Nadia Caruzzo, creo que la conoce ¿no es así?.

No sé de dónde mi padre conoce a la prometida de Lôberú, pero ni bien le dijo que su prometida era ella, mi padre lo soltó y éste solo atinó a arreglarse el cuello de su camisa, como quien estuviera arreglándose para salir.

- Si tu prometida es la Srta. Caruzzo - declaró mi padre - entonces solo tengo una cosa más que decir...

- No se preocupe Dr. Nigel - lo interrumpió Lôberú - su hija y usted estarán invitados al gran día.

Mi padre y Lôberú se miraron fijamente para luego sonreírse. Con esa acción entendí dos cosas ese día: La primera, que gracias a Dios ya no se tenían más rivalidad y la segunda, que definitivamente nunca entenderé la mentalidad masculina.

- Con su permiso - se despidió Lôberú posando una mano en su abdomen e inclinándose un poco ante mi padre.

- Puede retirarse - le dijo mi padre sonriente mientras me cogía fuertemente del brazo para obligarme a entrar a mi habitación.

Sabía lo que esperaba: un discurso eternal y una verdadera escena de teatro que todo Estambul sería expectante.

- Ya entendí papá - le respondí fastidiada - no necesitas repetirlo...

- Pues pareciera que si - me riñó - ¿Es que acaso no piensas?, ¿Tan burra eres que no sabes actuar como tal?.

- ¡Ah perdona! - le respondí sarcásticamente - pero no es mi culpa que tú y mamá me hayan hecho tan defectuosa... y la inteligencia es hereditaria... - añadí en voz baja

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⏰ Last updated: May 14, 2016 ⏰

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