- Te lo puedo explicar... - le supliqué a mi padre, tratando de calmarlo para que no perdiera la cabeza - Él solo...
- ¡¿Qué Amy, qué?! - me gritó - Él solo ¿Qué?
- Es solo mi amigo... - mascullé las palabras casi en susurro.
- Ella no es mi amiga Dr. Nigel - corrigió Lôberú calmadamente.
- ¡Tú no hables! - gritó mi padre muy alterado - ¡Contigo no es!
- ¡Papá! - rogué - baja la voz... No necesitas hacer una escena.
- ¡¿Qué diablos le pasó a tu voz?! - dijo mi padre con un tono preocupado - ¡¿Porqué siento como si me hablara un pato?!.
- ¿Verdad que sí? - dijo Lôberú muy sonriente, como un niño a quién acabaran de darle la razón - eso mismo le dije yo.
Lôberú se echó a reír y mi padre le apretó más el cuello para que se callara por completo.
Cada comentario que Lôberú hacía, lo decía tan sarcásticamente que hasta a mí me daban ganas de golpearlo, al parecer no estaba para nada intimidado; hacer eso lo hacía o muy inteligente o un completo idiota.
- Escuche, Dr. Nigel - habló Lôberú dificultosamente - solo vine a disculparme por el malentendido de ayer, eso es todo.
- ¡Si claro! - respondió mi padre - ¿Y piensas acaso que te creo? - mi padre acercó su cara a la de Lôberú tratando de intimidarlo - no eres más que un bicho raro, uno muerto de hambre que merece ser aplastado...
- Voy a casarme Dr. Nigel - le interrumpió Lôberú a mi padre con la poca facilidad que aún tenía para hablar - no necesito andar con otras mujeres, no tengo la necesidad.
- Eres un hombre y mi hija es muy hermosa - le dijo mi padre recalcando la palabra "muy" - nada me garantiza que nunca querrás nada con ella...
- Nadia Caruzzo - espetó Lôberú dificultosamente - mi prometida es Nadia Caruzzo, creo que la conoce ¿no es así?.
No sé de dónde mi padre conoce a la prometida de Lôberú, pero ni bien le dijo que su prometida era ella, mi padre lo soltó y éste solo atinó a arreglarse el cuello de su camisa, como quien estuviera arreglándose para salir.
- Si tu prometida es la Srta. Caruzzo - declaró mi padre - entonces solo tengo una cosa más que decir...
- No se preocupe Dr. Nigel - lo interrumpió Lôberú - su hija y usted estarán invitados al gran día.
Mi padre y Lôberú se miraron fijamente para luego sonreírse. Con esa acción entendí dos cosas ese día: La primera, que gracias a Dios ya no se tenían más rivalidad y la segunda, que definitivamente nunca entenderé la mentalidad masculina.
- Con su permiso - se despidió Lôberú posando una mano en su abdomen e inclinándose un poco ante mi padre.
- Puede retirarse - le dijo mi padre sonriente mientras me cogía fuertemente del brazo para obligarme a entrar a mi habitación.
Sabía lo que esperaba: un discurso eternal y una verdadera escena de teatro que todo Estambul sería expectante.
- Ya entendí papá - le respondí fastidiada - no necesitas repetirlo...
- Pues pareciera que si - me riñó - ¿Es que acaso no piensas?, ¿Tan burra eres que no sabes actuar como tal?.
- ¡Ah perdona! - le respondí sarcásticamente - pero no es mi culpa que tú y mamá me hayan hecho tan defectuosa... y la inteligencia es hereditaria... - añadí en voz baja
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Recuerda - "La Ironía de la Muerte
Mystery / Thriller¿Que pasaría si te enteras que eres responsable de la muerte de tu mejor amiga, y no lo recuerdas? ¿Hasta donde serias capaz de exponer tu vida por saber la verdad? Hannah Smith es una estudiante de medicina que un día solo se levantó en el hospital...