Capítulo 2

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Al fin sonó la campana del patio en aquel primer día de tortura. Me puse la sudadera más por placer que por frío y salí de clase junto a Kelly y Evelyn. Nos dirigimos a nuestra esquina del patio, donde nos sentábamos desde que estábamos en primero.

- Parece que vas a robar un banco- dijo Evelyn, lo mismo que me decía cada vez que me veía vestir entera de negro, lo que era bastante a menudo.

- Me da igual- contesté y las tres nos sentamos en el suelo.

- Bueno, ¿qué opináis del chico nuevo?- preguntó Kelly, la cual, estoy segura llevaba las tres últimas clases muriendo por hacer esa pregunta.

No la culpé, ese chico era lo más parecido a algo interesante que había ocurrido en nuestro curso desde que en primero de la ESO cuando Paola y Martina habían discutido en medio del pasillo y Paola, la más bruja de las dos, había sacado todas las cosas de la mochila de deporte de Martina, incluyendo un tanga rosa, tres condones y mucho relleno para el sujetador; y se lo había tirado a la cara después de mostrárselo a todo el mundo y de todo eso había un video.

- ¿Es que no sabes hablar de algo que no sean chicos?- pregunté de todos modos.

- Es que es la novedad- contestó ella- te contaría mis vacaciones como cuando éramos pequeñas, pero te vi ayer.

- Ya, pero...- mi frase se vio interrumpida por un balón que me golpeó la cabeza.

Cogí el balón y busqué de donde venía, si el curso ya empezaba así iba a tener que comenzar a asistir a clase con un casco. Como no, mis compañeros de clase eran los dueños del balón. Ian se acercó corriendo a buscar el balón y durante unos segundos disfruté pensando en lo capullos y cobardes que eran mis compañeros para enviar al nuevo a por el balón, seguro, sin avisarle de mi dulce carácter.

- Lo siento- dijo según llegó- ¿estás bien?

- Sí, estoy bien y dejar de tirar el balón hacia aquí porque a la próxima te juro que os lo hago tragar- contesté en mi habitual nube de simpatía.

- Bueno, somos unos cuantos y solo tienes un balón....- puse mala cara y él sonrió- Ahora en serio, lo siento...- hizo una pausa esperando a que yo dijera mi nombre.

- Yara.

- Bueno, pues lo siento Yara, pero Javier lo ha tirado el balón aquí a posta.

- Eres un ingenuo, si conocieras a Javier sabrías que no ha sido sin querer, por eso te ha mandado a ti a por el balón- dije riéndome del pobre chaval, y él que parecía inteligente....

Lo más probable es que si hubiera venido Javier le hubiera tirado el balón a la cara.

- Bueno, es que no conozco a nadie- dijo y sonrió mostrando unos dientes perfectamente blancos que casi podrían haberme deslumbrado.

- Pues ellas son Kelly y Evelyn- presenté a mis amigas.

Le devolví el balón y miré a mis amigas que parecían haber sido abducidas por un alienígena.

- Gracias Yara- dijo y sonrió a lo que yo le devolví la sonrisa como una estúpida.

- Ian vamos- le grita Javier desde donde le esperaban el resto de chicos, bueno, más bien esperaban el balón que él portaba.

- Bueno, adiós Yara, luego te veo- dijo y se fue corriendo.

- Mira ya has ligado- dijo Evelyn a lo que yo reaccioné golpeándome la frente con la palma de la mano para mostrar mi infinita frustración.

- No seas tonta, no le conozco y no se va a molestar en volver a verme, solo lo ha dicho para quedar bien.

- Pues solo se ha despedido de ti- añadió Kelly casi un poquito celosa.

- Porque estaba hablando conmigo- contesté como si fuera lo más obvio del planeta.

- Deberías molestarte en hablar con él- dijo Evelyn- parece simpático.

- A mí más que simpático me ha parecido ingenuo y si acaso educado- respondí algo harta de la actitud de mis amigas.

- Pues ha pedido perdón- dijo ella.

- Vas a flipar con lo siguiente que voy a decir, eso debería ser lo normal, que tú vas a pedirle el balón a alguien a quien acabas de golpear y le pides perdón- contesté ya a punto de gritarlas que ese chico probablemente era tan estúpido como todos los demás.

- Ya pero él no te ha golpeado- dijo Kelly.

- Pero quería que yo le diera el balón- respondí mordiéndome el labio para no gritar.

- Eres horriblemente negativa- dijo Evelyn.

- Soy realista no negativa.

Entonces llegó Pablo y se sentó con nosotras. Él era el único chico al que yo soportaba y probablemente mi mejor amigo ya que tenía la costumbre de contarle tooooodos mis secretos.

- ¿Cómo es que estas aquí?- preguntó Kelly.

- Os echaba de menos- dijo y yo no pude evitar reír.

- A tu equipo no le toca jugar ¿verdad?- respondí.

- Exacto- contestó.

En mi curso acostumbraban a crear tres equipos para jugar al fútbol y jugaban partidos a un solo punto el que ganaba seguía jugando y el que perdía se cambiaba con el otro equipo.

Entonces sonó aquel estruendoso ruido que indicaba que debíamos volver a clase.

El día a día de una chica "rara"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora