El ruido del despertador consiguió sacarme de mi sueño. Me levanté de la cama, me vestí rápidamente, con los mismos pantalones negros del día anterior y una camiseta básica blanca; cogí mi mochila y salí de casa. Caminé hasta el banco del día anterior, el banco en el que me sentaba todas las mañanas, dejé mi mochila en el suelo y me senté con los cascos puestos mientras escuchaba "Mi vida sin ti", la última canción de mi grupo favorito, Bromas Aparte. Cerré los ojos y durante unos minutos dejé que la música me envolviera. Hasta que algo tocó mi brazo sobresaltándome y provocando que gritara. Era Ian, que se había sentado a mi lado y se reía de mi reacción.
- ¿Quieres parar de seguirme ya?- le espeté.
- No te he seguido te he visto pasar por delante de mi casa desde la ventana y he decidido venir a preguntarte por qué vas por aquí al instituto sabiendo que el otro camino, por el que volviste ayer, es más corto.
- Me gusta venir por aquí- respondí.
- Es muy pronto para ir al instituto- contestó.
- Quería andar.
- Pues estás sentada.
- De todas formas, a ti que te importa. No tengo que darte ninguna explicación de por qué hago las cosas. Estoy aquí porque me da la gana.
- Solo tenía curiosidad.
Me quedé en silencio y él me imitó mientras me miraba atentamente.
- La discreción no es lo tuyo- le recriminé.
Se puso un poco rojo y apartó la mirada. Miré el reloj, era hora de ir a clase, así que cogí mi mochila y eché a andar.
- ¿Dónde vas?- preguntó Ian.
Me paré y le miré.
- A clase.
- Pues espérame por lo menos.
Se levantó, cogió su mochila y me siguió.
- ¿Por qué te empeñas en ignorarme?- preguntó.
- No te ignoro- contesté.
- Tan solo haces como si no existiera, ya lo pillo.
- No hago como si no existieras.
- Me tratas como si no me conocieras de nada.
- Es que no te conozco- rebatí.
- Vamos juntos a clase.
- Desde ayer.
- Bueno- sentenció-. Eso lo arreglo yo rápidamente. Hola, me llamo Ian Abril, tengo quince años, me gusta la música y el cine, vivo una calle más adelante que tú y no te lo vas a creer, pero voy a tu clase.
Sonreí y negué con la cabeza ante lo estúpido de la situación.
- Yo soy Yara Campoy, tengo quince años y me gusta leer y escuchar mi música preferida.
Subimos juntos las escaleras hasta clase y ahí él se paró.
- Te veo en el patio- dijo y continuó andando antes de que yo reaccionara y anduviera también.
Entré a clase unos segundos más tarde que él y le busqué con la mirada. Ya se había sentado y me miraba sonriente.
![](https://img.wattpad.com/cover/52213455-288-k931701.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El día a día de una chica "rara"
Genç KurguLa historia de Yara es la de una chica de 15 años cuya vida estudiantil nunca ha sido sencilla, pero mejora en el curso de cuarto de la ESO con la llega de un nuevo compañero de clase que mejorará su situación, pero eso no dura eternamente y las cos...