Bajo la oscuridad

11.- Lo necesario para sobrevivir

                  

El sudor de mi espalda hace que se me pegue la camiseta, no puedo dormir, el sueño se me ha sido robado por la intensa curiosidad. Lo único que he de hacer esta noche es velar por los pasillos.

Salgo del dormitorio de las chicas y me dirijo a las escaleras cuando escucho veo una pequeña luz prendida en la sala común, me acerco con cuidado y veo a cinco chicos reunidos alrededor de ella, todos con una capa negra encima, se escuchaban murmullos inentendibles y apagaron la luz haciendo que la habitación se sumergiera en oscuridad.

 

No me atrevo a seguirlos, pero se quiénes son dos de ellos, Tom ha empezado su revolución.

 

Estoy evitando a Tom desde que lo vi en la noche pero es difícil porque él sabe cada paso que doy, además Slugorth cada vez  que me ve me pregunta sobre él y trata de persuadirme para que le cuente toda nuestra relación si es que existe.

Jane no ha hablado conmigo desde que sucedió lo de su hermano, no lo ha hecho con nadie, simplemente se aleja cuando tratan de hablar con ella.

Camino firmemente al bosque prohibido, esperando estar sola. El frío de invierno ya está empezando a mostrarse, llevo un abrigo negro para refugiarme en de él.

Cuando estoy a la orilla del bosque para adentrarme siento una mirada fija en mí.

Me estremezco.

Continuo de frente, cada vez camino más rápido, sin detenerme hasta que alguien me toma con sus brazos.

-¿Por qué huyes si sabes que te alcanzaré?-resuena la voz de Tom detrás de mío.

-Porque me da tiempo de pensar-aclaró.

Tom me mira y me aprieta más fuerte, se tensa y luego sonrió con una chispa de ego.

-Siempre te atrapare sin darte el tiempo suficiente de pensar, para que así tomes la decisión más precipitada y riesgosa y te mantengas a mi lado.-me mira seriamente cuando me dice eso.

Le doy un vistazo a su ropa y la veo sucia, debió de haberse arrastrado por algún lugar y cuando mis ojos vuelven a su rostro y sus labios me tientan  como un fruto prohibido.

-No me has dicho tu propuesta-digo antes de cometer la estupidez de lanzarme sobre el para devorar sus labios.

-Cuando tengamos que irnos de Hogwarts nos echarán a la calle a nuestra suerte si vamos solos-me mira esperando mi reacción pero no me inmuto.

-Lo sé-

-Pero si vamos juntos...-empieza hablar.

-Cómo esposos podremos convencer a alguien para que nos de asilo-completo.

-No solo asilo, Slugorth tiene una fascinación por ambos y me ha remarcado que puede conseguir todo lo que necesitemos y sabemos como manipularlo para que nos de más de lo que por cuenta propia nos daría-dice Tom.

-Así que la propuesta era de  matrimonio-afirmo.

-Sé que no eres de las chicas que han soñado toda su vida con la boda perfecta, además no existe un matrimonio perfecto, sé que por lo menos tuviste una ilusión de amor eterno, pero el amor está sobre valorado, tenemos lo necesario para sobrevivir: ambos pensamos y actuamos de manera similar y nos respetamos mutuamente.

-Y no lo soy, sólo tengo una pregunta y después de que me la respondas tendré dos o una petición-le digo. El asiente con la cabeza esperando mi pregunta-¿No puedes tener hijos cierto?-lo pregunto más en tono de afirmación pero quiero escuchar su respuesta.

Por un momento pienso que me va a dejar sola, puesto que se aparta de mi unos pasos, sin embargo se queda quieto por unos segundos que parecen eternos hasta que me mira a los ojos que anteriormente estaban viajando de un lugar a otro.

-No-es lo único que salé de su boca.

-Mi primera condición es que tienes prohibido engañarme-dije con voz seca y severa.

-No entiendo porque lo haría-suelta con simpleza.

-Y yo no quiero tener que entenderlo, y no lo pido porque me lastime, lo hago porque es algo irrespetuosa a mi persona y no pienso dejar que me humilles frente a quien sea estando yo viva o muerta quiero que me trates y me des el respeto que merezco-sentenció.

Tom sigue esperando la otra pregunta.

-La otra condición - me exige.

-Si tenemos hijos ellos quedaran excluidos de cualquier asunto que te corresponda- explico sin que tenga sentido de decirlo puesto que no puede tener hijos. –Y no estoy ciega ante ti Tom, se lo que planeas y no me importa que lo hagas pero no iba a permitir que ellos quedaran involucrados de esa manera contigo.

Tom me mira con rencor, supongo porque nadie lo había descubierto y tal vez tampoco yo lo hubiera hecho, sin embargo se lo que pasará en algunos años y lo que quedará en los libros de historia: el miedo y muerte que el causará, mi Tom quedará en el pasado, se volverá el gran mago conocido cómo Lord Voldemort, y yo no pienso evitarlo.