Noche de compras

Llamando a la inspiracion

Hazel:

Creo que debes irte - Trato de ser lo más amable posible - tengo varias cosas que hacer y ya es tarde.

Ey dime la verdad - sus manos me cogen de la cintura - es por Vane, ¿cierto?

No pude evitar mi sorpresa, sintió en mi voz la preocupación por ella o acaso capto que desde que se escapó del apartamento no hago otra cosa que mirar esa puerta.

Sé que te avergonzó que nos encontrara así pero tampoco es que no sepa lo que queríamos hacer jajaja - Tenía que ser un chico, porque tienden a malinterpretar las señales - Ya que estamos solos... - sus labios atrapan los míos en un movimiento lento, sinuoso, poco a poco se apodera de mi respiración - ¿vamos al cuarto?

Lo detengo. ¿Qué estoy haciendo?

Manuel sorry, no, hoy no. - Ni mañana, ni pasado, debo ser más clara con mis respuestas - tengo que alistar un par de cosas para el trabajo y es tarde.

Intenta nuevamente hacer que cambie de opinión, me ofrece ir a ver una película, salir a comer, ayudarme en mi trabajo, lo que sea para que le permita estar conmigo más tiempo. La respuesta sigue siendo un rotundo no.

Vamos, déjame acompañarte un rato más - hace un puchero - no sabes lo feliz que soy de que estemos los dos... aquí, tu sabes.

Uhm jejeje claro - ¿estará imaginando que soy su novia? - Seria genial todo eso pero ahora no puedo, lo siento muchísimo.

Ok, no quiero insistir ni estropear la bonita tarde de hoy - sonríe mostrándome sus enormes dientes blancos - Me despido señorita, cuídese - haciendo una leve reverencia, me da un ósculo largo y afectuoso mientras yo pongo mis manos en sus pectorales para que con un leve empujón, sepa que ya es hora de irse - jejeje ok preciosa, lo entendí.

No hubo necesidad de acompañarle a la puerta, ya conocía fácilmente la salida.

La sonrisa que mantuve en mi rostro se desdibujo en cuanto salió de mi vista. Era momento de ahogarme con la almohada, dar vueltas por todo el sofá repitiéndome que la jodí, la re jodí y mucho. ¿Cómo diantres saldría de este embrollo?

Estoy mal de la cabeza... - luego de mi lucha mental por recuperar la cordura, mi mente estaba tan vacía como el departamento - mmm llamaré a Angelina, no, mala opción. María, no, es otra loca. Carla, si, si ella...no.

Era un dilema intentar hallar a una amiga para contarle una faceta de mi vida que nadie sabía, el secreto mejor guardado de la tierra, y llevaba un nombre tallado a mano, Vanessa.

Como respuesta del cielo, escucho el conocido sonido de llamada de Skype. De un salto pase el sofá y corrí para atrapar mi laptop. Por supuesto me quedaba mi amiguito de internet.

Micky! Micky! Micky! - Grite - Gracias al universo que te encuentro. Micky! Me escuchas, Micky!

Basta mujer, me dejaras sordo - La voz jovial de mi amigo se hace presente - jamás pensé escucharte clamar mi nombre con tanta exigencia jajaja

SI, si, atesora este recuerdo de por vida.

¿En qué puedo ayudarte?

No sabes lo que hice, no lo vas a creer, debí golpearme la cabeza de niña y recién sufro los efectos... - mi voz se hacía chillona cuando me desesperaba - aún no me lo creo, yo... como pude, me entiendes - agarre con fuerza la pantalla de la laptop.

Uhm... no. Me explicas por favor, el drama no es mi fuerte.

Deja de burlarte, es en serio.

Ok pero deja de darle tantas vueltas, dilo y ya.