Promesa

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"-¿Has tenido pesadillas?- Esa simple pregunta me derrumba porque yo no sueño con pesadillas, vivo en una."

Puedo ver un brillo de alegría recorrer sus ojos, esta vez permanece sin esfumarse y sé que tengo que dejarla ir. Pero me será muy difícil hacerlo porque ahora que tengo el conocimiento de todo lo que ha sufrido no podré seguir adelante si se marcha. Nunca fuimos algo más que amigos y con el tiempo lo acepté.
La agonía se apodera de mí y aprieto fuertemente su mano, ella me mira con miedo y trata de soltarse. Su mano está fría, es como si la muerte esperara pacientemente para arrancarla de mi lado.
Dejo su mano libre y solo escucho su respiración.
-Perdón.- Me mira extrañada como la primera vez que nos vimos.
-No te disculpes Jim. - Borra su expresión y la reemplaza por una sonrisa, jamás la he visto más alegre que hoy.
-Pórtate bien ¿quieres?
-No te aseguro nada
-Al menos inténtalo-.
Definitivamente no quiero que se vaya, pero es su decisión. Yo no podré hacerla cambiar de idea, porque yo no soy el causante de sus cicatrices ni de las pesadillas que la atormentan por la noche, debo dejarla seguir si busca liberarse de su tormento. Dejaré libre a la niña con piel de porcelana y ojos con los que no se sabe si son azules o morados que probablemente ahora se convierta en otro de mis fantasmas.
Empieza a sollozar silenciosamente y me da un cálido abrazo rápido.
-Pórtate bien ¿quieres?

ScarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora