|Pieza musical número cuatro|

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|Trazos y plumas con tinta|

«People love making their mind up about what something is.»
—Matthew Timothy Healy

Con la presión del viento.
Las hojas volando.
Y sus párpados cerrados.

Aquellas pestañas largas. Aquellas pestañas negras. Aquellos sueños anhelados. Y aquellas bocas entre abiertas.

Trataban de sentir el momento. Pero no podían detenerlo.

Caminaban con paso lento. Miraban sus botas de invierno sobre ese blanco suelo. Ponían marcas. Y esas manos tan frías.

El invierno, era su estación favorita. Porque justo unos días antes de ser Diciembre, ellos se conocieron.
Y era como si las cosas que conocieras, se congelaran por un momento.
El hielo.
Permanecía a las cosas tal y como eran, no dejaba que escaparan y las mantenían a salvo. Tal vez, y sólo por eso, disfrutaban tanto de ese momento.

Ella, recordaba las hojas caer de su árbol preferido la tarde de aquel concierto. Y él, la admiraba por encima de sus cabellos negruzcos con destellos marrones, recordando el verano cada vez que la veía.

La oscuridad de su alma era opacada por la luz que ella le ofrecía. Y sus colores negros se mezclaban con el blanco de su piel.

Tomar desiciones puede ser el paso para caer al abismo o quedarte en un prado.
Pero hasta ahora, todo había tocado el suelo. Cuando ella caía, él la sostenía, y cuando él se perdía, ella podía encontrarlo.

Y es que ellos vivían la vida de maneras completamente distintas.

Él, disfrutaba el sonido de aquellas cuerdas y teclas, cerrando los ojos y cantando como si nunca lo hubiera hecho.

Mientras que ella, dedicaba su vida a encontrar significados a aquellas metáforas, tomando papel y lápiz, pluma. Agarrando su portátil y plasmando sus sueños en páginas y aveces hojas.

Las situaciones de sus vidas los llevaban a ser quienes eran ahora. Eran grises, y aveces azules. Esas dos acciones eran las que los mantenían cómo debían hacerlo.

Aunque, a pesar de perderse en los sonidos y escribir palabras, ellos dos estaban enamorados. Estaban enamorados de alguien totalmente distinto a ellos mismos, y estaban enamorados de lo mucho que los hacía especiales.

Tomar un rosa, sentir las espinas y que se mezclen con tu sangre, mientras admiras los bellos pétalos rojos que se desprenden de ella. Era sentir dolor, y belleza al mismo tiempo.

Y es por eso, que otra de sus cosas favoritas, eran las rosas.

Amar. Y sentir el calor de una sola persona. Amar y ser amado. Es el tipo de amor que toda persona quisiera. Un amor sin restricciones. Un amor que te permita sentir lo que en realidad es la vida. Un amor como el de él y ella.

Enamorarse puede ser la acción temerosa de lo deseado.

Correr riesgos aún sabiendo sus consecuencias. Poder sentirlo todo y nada. Sentir tu otra mitad, encajando perfectamente.

Eso mismo, sentían ellos dos.
Amor. Puro y sincero.

Algo tan delicado como el canto de un ruiseñor o algo tan estruendoso como el chocar de las olas contra la playa rocosa. Encontrarte con tus ilusiones y tus deseos. Y sabiendo sentirlos, creyendo en las mentiras y verdades. Mezclar delicadeza y fuerza.

«Elysian» ||M.H|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora