Capítulo 43: Adiós, apatía

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Taeyeon se había ido muy temprano a su casa, tenía que ir a arreglarse para unas reuniones con unas personas que la querían como imagen de sus campañas alrededor del mundo. Había despertado con ella a su lado, ni siquiera se había acostado en el sofá cama que ahí había y eso le causó gracia y vergüenza a la vez, porque la morena había terminado con un gran dolor de espalda que intentó disimular restándole importancia.

Ese día por fin le daban el alta y ya estaba lista para irse de ahí. Myungsoo se había explayado dándole un discurso sobre cómo mantener limpia la herida y de evitar los movimientos bruscos y las molestias. Alex, Samuel y Leah no habían ido, porque tenían clase y sólo Jongwook había ido para buscarla y llevarla a su casa.

-Bien...siéntate-dijo Jongwook, colocando la silla de ruedas enfrente de la pelirroja.

-No hablarás en serio. Realmente puedo caminar, Jong-dijo Tiffany, alzando una ceja.

-Sé que puedes, pero preferiría llevarte aquí para que no camines todo el tiempo. Recuerda lo que dijo Myungsoo de que debes cuidarte, si quieres que...

-Sí, sí, sí, que sane rápido y bla bla bla...lo sé de memoria-dijo Tiffany, con impaciencia.

-¿Entonces por qué insistes?-preguntó Jong.

-Tenía la esperanza de que te hubieras olvidado y me dejaras caminar-admitió la pelirroja.

-Aún no tengo síntomas de Alzheimer, Tiffany, así que coloca tu trasero en la silla y déjame llevarte.

A pesar que Myungsoo les había recomendado que salieran por la puerta de emergencias, había un montón de periodistas esperando afuera del hospital para entrevistar a Tiffany, pero Jongwook rápidamente la condujo hasta su auto y la ayudó a sentarse con cuidado en el asiento del copiloto, para luego arribar él y encender el auto antes que los periodistas se dieran cuenta y salieran a perseguirlos.

-¿Has sabido algo de Minho?-preguntó Tiffany.

-Ummm no, pero hay algo que...

-¿Qué?-apremió Tiffany, volteando a verlo.

-He alertado al FBI de su búsqueda y ellos han avisado a cada policía alrededor del mundo y puesto avisos para hallarlo...

-¡¿Cómo si fuera un delincuente?!-protestó la pelirroja, frunciendo el ceño.

-No, Tiffany, cálmate. Se trata de que si él aún no sabe de lo que sucedió, si lo ve alguien o él intentara cruzar alguna frontera, entonces avisarían a la policía y ellos lo solicitarían para que regrese de urgencia al país-explicó Jong, tranquilamente.

-Ahh...entonces...

-Bueno, la cosa es que unos turistas suizos por los Pirineos Franceses, cerca de Cirque de Gavarnie se encontraron con un par de chicos que llevaban a su amigo herido por un oso y ellos les pidieron que los ayudaran a llevarlo a la casa de uno de ellos para sanarlo. Parece ser que uno de los suizos les dijo que fueran primero a algún sanatorio, pero los chicos se negaron diciendo que no era de gravedad y que solía ocurrirle a menudo...-explicó, seriamente-Los suizos los ayudaron y...luego que se fueron, estando en un pueblo, encontraron en un local uno de los tantos avisos de su búsqueda, le dijeron a la policía y ellos dicen que están seguros que era el mismo chico, sólo que ahora llevaba una barba de días, pero...hay algo...

-¿Qué?-preguntó Tiffany.

-Los chicos que lo acompañaban no tenían acento coreano, los suizos describen a uno de ellos con acento francés de Canadá y al otro como Irlandés, al que había sido atacado por el oso no lo escucharon porque estaba desmayado. Así que no se sabe si era o no, podrían estar seguros por su acento. La descripción en los avisos señala que es coreano.

-Sí es, Jong...sí es Minho-aseguró Tiffany, convencida.

-Aún no me llega el mensaje de si ya los policías fueron a buscarlo a donde señalaron los suizos, Tiffany. Así que...

-Te digo que sí es él-le interrumpió Tiffany, de nuevo-Sabes la maldita costumbre de él de meterse en líos y casi siempre salía herido...este que describes fue atacado por un oso y...

Jongwook rió y estacionó enfrente de la casa de Tiffany, apagando el auto y mirándola.

-Tiffany...siempre hay personas locas y tontas que se meten con osos, no creas que Minho es el único capaz de andar de cazador de animales...

-Él no caza animales, Jong-lo reprendió Tiffany, mirándolo con disgusto-Es vegetariano y le encanta protegerlos, no le gustaba lastimarlos, no creo que estuviera cazando osos.

-Te entiendo, pero si de verdad es él el chico del oso, quiero que sepas que es un completo idiota como siempre lo fue. Hay que ser estúpido para meterse en una cueva con osos hambrientos.

-Seguro estaba examinándolo, él siempre me hablaba que le gustaría ver un oso de cerca para dibujarlo. Incluso un día me prometió que apenas tuviera el dibujo me lo mostraría-comentó Tiffany, riéndose.

-Sinceramente...no creo que le haya dado tiempo de dibujarlo si salió lastimado-dijo Jongwook, saliendo del auto para dar la vuelta y abrirle a Tiffany.

-Totalmente natural en él.

-Tal para cual-bromeó él.

-Ehh...que lo mío es pura coincidencia, yo los accidentes no me los busco-replicó Tiffany, haciéndose la ofendida.

-Ya, tienes razón, él siempre se buscaba que le sucedieran cosas insólitas y bastante tontas...-dijo Jong, abriendo la puerta de la casa. Se quedó callado un instante y luego de ayudar a Tiffany a sentarse en el mueble un momento, sonrió travieso-¿Recuerdas la vez que él te...?

-Cállate, Jongwook. No me recuerdes esa estupidez, porque te juro que te colgaré del dedo gordo del pie-dijo Tiffany, levantándose para ir a su habitación.

-¡Vamos, Stephanie! ¡No me dirás que no fue gracioso!-exclamó Jongwook, divertido-¡Llegaste de esa clase de japonés, muuuuy distraída y buscando lo que no se te había perdido!

-Basta. Eres un desubicado, un prematuro. ¿Por qué no lo superas?

-¿Lo superaste tú?

Aquello la había agarrado desprevenida, se le quedó mirando a su amigo con incredulidad y rodó los ojos con impaciencia. Jongwook abrió la boca, sorprendido y la miró con sospecha.

-Sabes que lo dije de broma ¿No?-dijo él, alzando una ceja.

Tiffany se detuvo un instante en las escaleras y volteó un momento.

-Por supuesto que lo sé, por eso precisamente eres un desubicado-replicó ella, con fastidio-Serás idiota...

Tiffany subió las escaleras y se oyó al fondo la puerta de su habitación cerrarse. Por su parte Jongwook se quedó pensativo.

-Señor Jongwook, ¿Llegó ya la Señorita Tiffany?-preguntó María, detrás suyo.

-Sí, María, está en su habitación-respondió Jongwook.

-Entonces he de ver cómo se siente mi niña y preguntarle si desea algo-dijo María, subiendo las escaleras.

Jongwook asintió distraídamente. La conocía lo suficiente a Tiffany, para saber que algo le había movido en la cabeza.
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-Muchas gracias, Kim. Sabíamos que aceptaría.

-Un placer para mí servirles para su causa-dijo Taeyeon, sonriendo y dándole la mano al hombre de la UNICEF.

-Estaremos en contacto, que siga teniendo buenos días-se despidió el hombre.

-Buenas tardes-corrigió Taeyeon.

-Oh sí, buenas tardes-dijo él, sonriendo avergonzado.

Finalmente el de la UNICEF se retiró y, suspirando, miró a Heechul, quien en ese momento se despedía del acompañante del hombre que se había ido y luego se unía a ella.

-Ha estado bien-dijo Heechul, despidiéndose con la mano.

-Sí, es bastante bueno ser imagen de su campaña-coincidió Taeyeon-Me gusta para lo que trabajan.

Heechul asintió y mirando a su alrededor, la tomó por el brazo y la llevó a un lugar más apartado.

-¿Qué pasa?-preguntó Taeyeon, intrigada.

-¿En serio no puedes hablar con Kangta? Es que en serio no sé si podamos...

Taeyeon bufó y poniendo los ojos en blanco, intentó alejarse, pero Heechul la volvió a detener por el brazo.

-Heechul, en serio ya aburres con el mismo tema, estoy cansada que me sigas a todos lados...

-A ver Tae...te lo pido como amigo...

-Yo pensé que Kangta era mi amigo y mira con lo que me salió. Casi me cuesta mi relación con Tiffany-cortó ella. Heechul la miró ofendido.

-Pero yo no te he besado. Además, él me explicó que sólo quería que fuera una vez, que no lo volvería a hacer...

-Por supuesto que no, porque le partiría la cara si se atreve-volvió a interrumpir Taeyeon, molesta.

-Escúchame, Tae, por favor. En serio te lo digo, si no necesitáramos a Kangta, no estaría prácticamente rogándote que hables con él

-Y yo te dije ya que yo me encargaré de buscar a un nuevo baterista-repuso la morena, hastiada.

-¿No escuchas? Te dije que lo necesitamos a Kangta. Kangta...

-No fastidies.

Taeyeon volteó para intentar irse, pero Heechul se atravesó y la detuvo nuevamente.

-¡Por favor,Tae! ¡Por favor! ¡Te lo ruego!-suplicó él-¡Te prometo que si hablas con él, haré algo por ti! ¡Lo que tú quieras!

Taeyeon sonrió y alzó una ceja.

-¿Lo que yo quiera?

-Sí, lo que tú quieras.

-Podré tener más tiempo con Tiffany y no me meterás en entrevistas o cosas por el estilo sin mi expreso consentimiento-dijo Taeyeon, apuntándolo con el dedo.

-Es un trato-estuvo de acuerdo él.

-Wow, tienes que estar realmente desesperado...en fin, ya sabes que hablaré con él, pero no te aseguro que lo convenza de quedarse.
-Tranquila, si eso sucede...

-Buscaré al nuevo baterista, pero no me sigas molestando más.

-Vale, está bien. Ahora anda a buscarlo

-¡¿Ahora?!-exclamó Taeyeon, incrédula.

-Claro, ¿Qué esperabas? Para luego es tarde, anda. Te estaré esperando aquí.

Taeyeon suspiró cansada y asintió.
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Llevaban ya 1 hora sin hablar. Había decidido adelantar el viaje y apenas despertó y como pudo, hizo su equipaje con toda la ropa que cargaba. No era mucha, puesto que cuando se había largado de la casa de sus padres y de Corea del sur, sólo había llevado el dinero que había reunido por 6 años desde los 13 años para poder cumplir su sueño de viajar por el mundo y la ropa que había empacado eran sus favoritas. Mientras iba viajando, la ropa que necesitaba iba comprando con el dinero que se ganaba, haciendo algunos trabajos como limpiar la nieve que se quedaba en las zanjas de las casas durante el invierno, sacando a pasear las mascotas de las personas o bañándolas, cuidando autos...lo que se presentara.
Nunca quiso ser como Nichkhun, que era tan estúpido y engreído que creía que el dinero lo era todo en la vida y aparte de eso, comía carne. Como lo odiaba por eso, recordaba sus eternas peleas con él por esa razón y siempre le decía "No sé cómo puedes comer carne de vaca muerta...la pobre vaca no tiene la culpa de tu hambre" o sino "¿Cómo pueden decirle 'pollos beneficiados' a los pollos que matan para comérselos, si a los pobres los asesinan...no se benefician en nada esos animalitos" y Nichkhun siempre le respondía "Cállate, hippie". Le gustaba pensar que es porque era muy tonto para responderle algo más inteligente.

-¿No te duele?

La voz de Rob lo sacó de sus pensamientos y volteó a mirar a su amigo que caminaba a su lado izquierdo, vigilando sus pasos con las muletas.

-No, por ahora no-respondió, con sinceridad.

-Umm bien.

Hubo unos segundos de más silencio, que fue roto esa vez por Evan.

-¿Estás seguro de esto, Minho? Aún no me convence que tengamos que viajar hasta Corea del Sur por el moco que se mandó tu hermanito. Si él hizo pasar el páramo a esa chica...

-¡No la hizo pasar ningún páramo, Evan! ¡Así que cállate la boca!-interrumpió Minho, molestándose.

-Sólo decía que...

-Mira...mejor no digas nada ¿Vale? Además, yo puedo viajar solo, me las he apañado bastante bien durante estos años. Si tú no quieres viajar, que te vaya bien entonces. Ni siquiera te pedí que me acompañaras...a ninguno de los dos-dijo Minho, mirándolo con fastidio a Evan.

-Yo me quedo contigo, Minho-dijo Rob, seriamente-Sabes que puedes contar conmigo.

-¡Eso no tienes ni que decirlo!-dijo Evan, burlón, dirigiéndose a Rob-¡Si bebes kerosene con arsénico, ritalín y gasolina por él!

-¡Es nuestro amigo, pelotudo!-protestó Rob, molesto.

-¡Basta los dos!-intervino Minho, cansándose-¿Siempre tienen que estar discutiendo?

-Disculpa, Minho.

-Sí, yo te sigo también. Disculpa por lo de esa chica-murmuró Evan.

-Tiffany...se llama Tiffany, Evan-le recordó Minho.

-Vale.

Se hizo de nuevo el silencio y sólo se escuchaba el sonido del viento helado que había y de algún que otro pájaro que volaba por ahí, a la vez de sus pisadas.

-¿Está buena?-preguntó Evan, de pronto y Minho se detuvo bruscamente para intentar darle con una de las muletas en la cabeza, pero su amigo la esquivó ágilmente.

-Una sola palabra más y te juro que te lanzo del Mont Perdu-amenazó.

Rob miró a Minho y suspiró, bajando la mirada, apesadumbrado. Luego de unos minutos de seguir caminando, oyeron unos pasos acercándose y finalmente, al voltear, vieron a unos policías.

-Attendez une seconde...M. Horvejkul? -preguntó uno de ellos, en francés. Parecía dudoso.

-Oui, je suis Minho Horvejkul. Pour quoi? -preguntó Minho.

-Necesita venir con nosotros. Lo solicitan del FBI, señor Horvejkul-dijo el otro policía, con un gran acento francés.

-¿Por qué?-preguntó Minho, confundido-No he hecho nada.

-No se preocupe, lo sabemos, pero de Seúl, Corea del Sur le solicitan con urgencia.
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Le encontró rápidamente en la sala de ensayos, estaba tocando la guitarra acústica muy concentrado y no se había dado cuenta que Taeyeon estaba ahí. Se acercó lentamente y respiró profundo para evitar agarrar paciencia, el chico al notar su presencia, se sobresaltó y casi se cae del banco.

-Si vienes a reclamarme de nuevo, pierdes tu tiempo, porque no tengo ganas de...

-Tranquilízate ¿Vale? He bajado las armas y quiero hablar contigo-le interrumpió Taeyeon, alzando una ceja.

-Pero yo no, así que mejor me...

-La que debería estar ofendida soy yo. No fue muy bonito de tu parte tomarme desprevenida y besarme sin mi consentimiento-dijo Taeyeon, deteniéndolo por el brazo.

-Eso quiere decir que tenía que pedirte permiso ¿No?-preguntó Kangta, incrédulo.

-¡No!-chilló Taeyeon, molestándose-¡Lo que quiero decir es que...maldita sea, Kangta, confiaba en ti y te creía mi amigo!

-¡Está bien, perdóname!-exclamó Kangta, soltándose con brusquedad-¡Sé que no debí, pero es que...me encantas!

-¡Dijiste que ibas a darle una oportunidad a la chica que gusta de ti! ¡No puedes ir diciendo eso y estar besando otras!

-¡No son otras! ¡Eras tú solamente! ¡No podía morirme sin haberte besado aunque sea una vez!

Taeyeon rió, sin poder creer lo que escuchaba.

-Eres bastante dramático...-replicó, burlona.

-Es la verdad...y si viniste sólo a burlarte, pues es mejor que te vayas y me dejes seguir tocando la guitarra-repuso Kangta, avergonzado.

-A ver si entiendes, este sitio es para todos los que trabajamos aquí, puedo quedarme aquí todo el tiempo que quiera-dijo Taeyeon, ácidamente.

-Entonces me voy yo y...-se detuvo un momento y volteó a mirar a la morena-En serio te pido disculpas por lo que hice y espero que encuentres rápido un reemplazo en la batería. Adiós.

Kangta ya se iba, pero Taeyeon lo detuvo de nuevo.

-Oye, está bien, discúlpame tú también por el golpe...

-Sí, mi pómulo acepta la disculpa-dijo Kangta, sonriendo levemente y haciendo un gesto de dolor.

-Te lo merecías-dijo Taeyeon, alzando las cejas.

-Por supuesto, tienes razón. Bueno...si eso era todo, me voy entonces, porque...

-¡No!-volvió a detenerlo Taeyeon-Lo que te quiero decir es... ¿Realmente tienes que irte de la banda?-preguntó, frunciendo el ceño.

Kangta la miró receloso y miró a su alrededor.

-Te envió Heechul ¿Cierto? Mira, Tae, pierdes tu tiempo si crees que voy a quedarme, porque él te lo ruegue. Sé que no quieres que siga en la banda y sólo te hago el trabajo más fácil largándome...

-Yo nunca dije que no te quería en la banda.

Kangta bufó.

-¿Qué hay de eso que dijiste a Heechul que buscarías un nuevo baterista? Las paredes tienen oídos, Taeyeon y te han escuchado y me lo han dicho.

-Sí, lo dije-admitió Taeyeon, tranquilamente-Pero es porque tú pareces no querer quedarte.

-No quiero quedarme si eso supone una molestia para ti.

-¿Qué haría que te quedaras con nosotros?-preguntó Taeyeon, después de un breve silencio.

-Que tú me lo pidas-respondió Kangta, escuetamente.

-Te lo estoy pidiendo, ¿No?-dijo Taeyeon.

-¿Estás segura que no seré una molestia?-preguntó Kangta.

-No. No lo serás si me prometes que...

-Sí, vale, ya eso está prometido. Me mantendré alejado de ti-cortó Kangta, de inmediato.

-Me refiero a que no volverá a repetirse de nuevo tu estupidez-murmuró Taeyeon.

-No se repetirá, te lo aseguro. ¿Amigos?

Kangta tendió la mano y la miró expectante. Taeyeon al principio dudó, pero al ver sus ojos, vio que era sincero, así que estrechó su mano.

-Vale, amigos

Ambos sonrieron y se quedaron callados por un instante, que finalmente rompió Taeyeon.

-No sabía que supieras tocar guitarra también.

Kangta rió suavemente.

-Y eso que hay otro montón de cosas que no sabes de mí.
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République Française
Police Nationale

Estimado, Señor Choi:

Tenemos el grato placer de informarle que el Señor Horvejkul ha sido hallado exitosamente en Francia, en Cirque de Gavarnie.
Igualmente le informamos que estará en el Aeropuerto Internacional de Seúl, el día de mañana a las 14:45 horas de la tarde, con vuelo de Air France, Terminal 2. Será escoltado por varios agentes de seguridad del FBI y si así lo desea, puede servirse pasar por el mencionado Aeropuerto para recibirlo.

Quedo de usted,

Jean-François Caseaux

"Liberté, Égalité, Fraternité"

-Cuánta rapidez, joder...
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Abrió la puerta muy despacio para evitar hacer ruido, por suerte, no chirriaba como otras y agradeció mentalmente. Tiffany estaba acostada y aparentemente dormía, no sabía decirlo con seguridad, porque aún tenía el control en la mano y el televisor estaba encendido, su brazo derecho tapaba sus ojos y su respiración era suave y acompasada.
Primero pensó en dejarla descansar y salir de ahí, pero tarde se dio cuenta que sus reflejos la traicionaron y ya estaba caminando hacia la cama y ahora se sentaba al lado de ella para verla dormir. Tiffany se movió ligeramente e intentó abrir los ojos, pero parecía muy adormilada como para lograrlo.

-Tae... ¿Eres...tú?-preguntó, tanteando con su mano derecha para tocarla. Taeyeon la tomó y entrelazó sus dedos-Te extrañé-susurró la pelirroja, dedicándole una tenue sonrisa y sin abrir los ojos.

-Yo como no tienes idea, Tiffany-murmuró Taeyeon, sonriendo-Te amo.

-Yo también te amo.

Taeyeon se inclinó y rozó sus labios con los de Tiffany, besándola sin prisas. Tiffany respondió de inmediato, pero muy despacio, demasiado despacio, pensó que así lo prolongaba aún más y que la sensación tan increíble que tenía por todos lados, por tener a Taeyeon apenas encima suya podía grabarse una y otra vez en su memoria, haciéndola comenzar a perder el control de sus actos.
Deslizó sutilmente su mano por el abdomen de la morena, para luego bajar hacia el borde del jean y rozar levemente ahí, provocando un estremecimiento en Taeyeon, sonrió en medio del beso y con mucho cuidado la sujetó por la cintura para acercarla más a su cuerpo. Taeyeon jadeó al sentir las manos suaves de Tiffany acariciar su espalda y luego morder con cuidado su labio inferior, eso hizo que sin pensar en lo que hacía, intentara acariciar su estómago, topándose con la venda y recordando de pronto todo.

-No...no puedo, no puedo hacerlo-murmuró Taeyeon, apartándose bruscamente y dándole la espalda a Tiffany para que no la viera.

-¿Hice algo mal?-preguntó Tiffany, confundida.

-No es eso, Tiffany...es que...no estás bien, no todavía-farfulló Taeyeon, avergonzada y señalando la venda-Debo protegerte, Myungsoo dijo que no debías hacer movimientos bruscos y yo...no quiero lastimarte.

Tiffany suspiró y se quedó mirando a Taeyeon, quien estaba completamente roja. Con mucho cuidado se sentó y alzando la mano, acarició su mejilla, en clara señal de que quería que la mirara. Taeyeon obedeció.

-Te amo-susurró Tiffany, sonriéndole-Te mentiría si dijera que no me muero por estar contigo, cuando la verdad es que lo que más deseo ahora es hacerte el amor una y mil veces. Las que sean necesarias. Entiendo tu posición y espero que me perdones si te he presionado, si te has sentido presionada por mí... realmente no ha sido mi intención molestarte, te lo juro...

Sonriendo, tomó a Tiffany por el rostro y le dio un pequeño beso en la frente, uno en la nariz, en cada mejilla, en la barbilla y finalmente uno más grande en los labios, para luego dejar su frente contra la de la pelirroja.

-Eres lo que más quiero en este mundo. Yo también te amo y no me molestas. ¿Me disculpas?

Tiffany sonrió y le indicó que se acostara a su lado. Taeyeon se colocó a su lado y la pelirroja la abrazó.

-No tengo nada que perdonarte. Ahora sólo quédate conmigo aquí, abrázame y no me dejes ir nunca, por favor.

-Te lo prometo. Te lo juro.  


Lo que me gusta de ti (TaeNy - Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora