Él

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NARRA EL MONSTRUO

¿Debería preocuparme? Es decir me acaban de disparar y aunque esto no me va a matar siento una sensación que me mata por dentro.

Miro a la ventana, ya no hay nadie, se han ido todos, me han dejado sangrando. Lo malo es que el corazón me late igual de rápido que antes y eso hace que sangre más.

Me levanto como puedo, voy hacia el espejo y veo cómo mi expresión cambia a una de terror, me relajo y veo cómo mi iris cambia de color amarillo a el extraño azul que he tenido siempre.

La luz torna a una más oscura. ¿Qué raro?

-Joder... este.. ¿este soy yo?- Bajo la mirada a mis manos llenas de sangre y vuelvo a subir la mirada.- ¿Soy esto en realidad?-

-Mola ¿no?- Me giro y veo a un hombre alto, de pelo castaño oscuro, qué lleva gafas de sol y de sonrisa pícara.- Por cierto ¿no te has dado cuenta de que estás sangrando?-

-¡Gracias capitán obvius! ¡No me había dado cuenta de que me habían disparado!- Digo en tono sarcástico.

-¡Vale! Nos estás de humor.-

- El hecho de pasarme aquí 4 años no me hace gracia.-

-¿Tienes noción del tiempo?-

-Sí, y se muchas cosas más. Se llama programar.-

-¿Como los ordenadores?-

-Sí, el problema es que un ordenador no tiene la capacidad de matar.-

-¿Y tu si?-

-Yo...- Estoy confuso. No se que responder.- Esto...  yo...-

-Deberías dormir.- Asiento y en un parpadeo ya no hay nadie.

Me restiego los ojos para comprobar que se ha ido y me veo tumbado en una camilla de metal inclinada un poco hacia arriba.

Hago un movimiento brusco pero solo consigo hacerme daño y las ervillas que me sujetan se aprietan más.

-¡No servirá de nada!- Dice una voz que me resulta familiar.

-Bueno chicos, ¿estamos listos?- Dice una voz femenina.

Todo está oscuro pero puedo distinguir las siluetas y veo cómo dos de los tres que están se cogen la mano.

-Estamos.- Dice la misma voz de antes.

Escucho el sonido de una palanca y una luz se enciende justo encima mía y puedo ver varias agujas encima mía.

Me revuelvo incómodo hasta que llega un punto en el que la ervillas qué me sujetan se aprietan tanto que no me puedo mover.

Las agujas comenzaron a bajar lentamente hasta que la primera se clava en mi antebrazo, luego la siguiente, y la siguiente... Y así, hasta tener seis agujas clavadas en mis antebrazos, tres por cada antebrazo.

La primera aguja comienza a introducir su liquido en mí, y antes de que está termine empiezan todas a la vez.

Duele mucho, pero no es sólo dolor, pica mucho y notas cómo si la piel se rompiera... Poco a poco...

-¡AHH!- Gritó y arqueo la espalda como puedo.

La luz empieza a brillar mucho y consigo incorporarme de golpe... Estoy en mi cama.

Cuando me quiero dar cuenta estoy hiperventilando.

No se que ha pasado ni cuando demonios empezó el sueño.

-A ver...  Me miré en el espejo...-

-Buenos días grandullón. ¿Dónde estabas?- Miro a la ventana y veo a una chica mirándome curiosa por la ventana.

NARRA MIRIAN

Después de un rato mirándole por la ventana comienza a moverse y a murmurar cosas.

-¡AHH!- Grita arqueando la espalda.

¿Qué estará soñando?

Se incorpora de golpe y empieza a hiperventilar.

-A ver... Me miré en el espejo... -

-Buenos días grandullón. ¿Dónde estabas?-

Me mira extrañado y sorprendido, supongo que es normal.

-¿C-cómo?- Dice.

-Por favor, ¿te importaría no responder a mi pregunta con otra?-

-¿Quien eres?-

-Vale...  Soy Mirian, ahora ¿te importaría decirme que soñabas?-

Sigue mirándome algo sorprendido y baja la mirada hacia su camiseta. Pone su mano en el lado del corazón y cierra los ojos como si le doliera y al apartar la mano veo un fino hilo de sangre salir por un agujero en su camiseta. 

-¿Y eso?- Digo señalando al orificio.

-¿Esto? Nada, solo un disparo.- Dice sonriendo.

Supongo que en estos momentos mi cara debe ser un cuadro (algo tal que así (´°_°') ) para que consiga sacarle una carcajada.

-No te preocupes, esto no será suficiente para matarme. Pero... A estas alturas no se que lo conseguirá.-

Me río un poco y baja la mirada. Me acerco a la ventana para que note que le observo y al levantarla de nuevo veo sus ojos de un azul que no había visto nunca.

-Wow, bonitos ojos.- Digo un poco embobada.

-Si, ¿no? Es un azul muy extraño.- Suelta una pequeña risa.

-Por cierto, yo ya me he presentado, ahora te toca a tí.-

Ante mis palabras  su amplia sonrisa se borra.

-Yo... No se quien soy.- Dice en un tono más apagado que el de antes.

-Perdona...-Me siento mal, necesito algo para hacerle sentir mejor.- ¿Y si ahora te pongo nombre?-

Me mira de una manera extraña y me río.

-No te preocupes. ¿Que te parece...? ¡LOGAN! Eso es, ¿que te parece Logan?- Digo divertida.

Sigue un poco extrañado pero al rato se le comienza a dibujar una sonrisa y asiente.

-Suena bien.- Dice.

Empezamos a reír y le ruge la barriga y me mira como disculpándose.

-Espera aquí Logan.- Digo y me voy.

Voy a mi casa para traerle un sándwich a Logan, enciendo la sandwichera y espero a que se caliente cuando suena mi móvil.

Victor♡: Hey.-

Yo: Hola cielo, q tal?-√√

Víctor: Muy bien, y tu?-

Yo: Bien, preparando un sándwich.-√√

Víctor: Me haces uno? -

Yo: No, para ti no hay.-√√

VíctorEs por lo de traer a mi hermano pequeño a todas nuestras citas a partir de ahora?-

Yo: Ya... En fin... Q se me quema el sandwich. Bye -√√

Víctor: Bye guapa-

Victor se ha desconectado.

Yo: Por cierto, no sabes mentir ni por whatsapp.-√





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