Su mirada confusa clavada en mí, yo, aún con mi mano en su mejilla sin saber que hacer, tan solo fijándome en sus ojos que ya no me miran con furia lo pero no tienen ese brillo que tanto me gusta.
De forma automática paso una de mis manos por su cuello y con la otra le cojo la mano y la atraigo más hacia mí. Sus ojos vuelven a ser vulnerables y me miran con miedo.
Suspira de nuevo, noto que se tensa, quisiera que se relajara pero se que tiene miedo, que quiere salir corriendo, huir, escapar... del monstruo que le acecha.
Quito mi mano de su nuca y baja la cabeza.
Respiro fondo sin saber que hacer, en blanco, me arrepiento de haber actuado sin pensar, tan sólo quería que se quedara.
Pasan los minutos que parecen horas y seguimos igual, nadie dice nada, nadie hace nada.
Bajo la cabeza y suelto su mano para darle a entender que me he rendido.
-Te quieres ir ¿verdad?- Veo de reojo que sube la cabeza confusa.- No te preocupes, estaré bien.-
No escucho nada, supongo que se ha ido, me lo tengo merecido, la he querido para mí solo y no he comprendido que ella tiene algo que no tengo. Una vida... Gente a la que querer... Familia.
Levanto la cabeza y lo primero con lo que me encuentro son esos ojos y esa sonrisa.
-¿Por qué dices eso?- Su pregunta me corta la respiración.
-Es que... ¡No puedo retenerte! ¡Se que suena egoísta pero te he querido para mí sólo y no he entendido que tienes una vida!- Me mira como si no entendiera nada.- No espero que lo entiendas, supongo que nunca has sentido que no le importas a nadie.-Asiente, no se si por que ahora lo entiende o porque tiene esa sensación.
Me doy cuenta de que conforme he ido hablando su sonrisa se ha ido volviendo de compasión.
-¿Te sientes mejor?- Pregunta y yo simplemente asiento.- Oye, no he comido nada y tengo hambre así que me voy a comer, ¿vale?- Asiento de nuevo y se va con una sonrisa.
Siento un temor extraño a que me deje solo pero a la vez tengo miedo a que esté conmigo porque se que puedo hacerle daño y si algún día la ven aquí conmigo... Yo saldré mal parado pero a ella, no se que serán capaces de hacerle.
Alguien tose y me giro.
-La comida.- Levanta un poco la bandeja en señal de que quiere que me hacer que y así hago.- ¿Pensaba en algo?- Asiento y me pregunto por qué tantos años sin dirigirme una palabra y ahora sí lo hace.
Nunca lo he visto tan detenidamente, pelo negro con barba del mismo color y ojos oscuros. Parece joven, no más de treinta años.
Cojo la bandeja y susurro un "gracias" mientras insiste en que le cuente lo que pienso pero no voy a ceder, se que puedo dañarla aunque sea sin querer pero hasta que eso pase, la voy a intentar proteger.
Se va y me pongo a comer tranquilamente mientras analizo lo que está pasando estos días. No consigo averiguar si esto está yendo a mejor. Sin duda Mirian es algo que me está ayudando mucho pero a la vez es una complicación, me siento siempre confuso cuando estoy con ella y siempre tengo miedo a que la descubran y se que me va a resultar difícil protegerla. No se por qué tengo ese impulso pero está ahí y aparece cada vez que pienso en ella.
Pasan los días y mis charlas con ella no cesan aunque hoy no ha venido a verme y me preocupa.
Cae la noche , lo intuyo porque el callejón está más oscuro de lo normal pero no he visto nunca la noche en sí, las estrellas o el negro de la noche.
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Monster
Science FictionElla se acercó lentamente tratando de calmarle pero él tan sólo se alejaba. -No quiero hacerte daño. No a ti.- Murmuró alejándose lentamente. -No vas a hacerme daño... Relájate.- Sonrió aún intentando acercarse pero no lograba llegar a él. Paró de...