-No tienes que sentir nada.- Me coge del brazo y tira de éste. Caigo a su lado mientras sigo confuso.- Tú nunca me harías daño.- Se me forma un nudo en la garganta, le estoy haciendo daño sin que lo sepamos del todo bien ninguno de los dos.- Logan, ¿te encuentras bien?- Asiento lentamente apenas sin aliento.
-No te preocupes. Todo está bien.- Fingo una sonrisa y me levanto, me ha entrado hambre.
Como si se tratara de mi casa entro, busco vasos y entra Mirian.
-Ten.- Ríe mientras saca un cartón del frigorífico. Abro el cartón, lo observo. Es blanco y azul, arriba del todo pone "Leche entera". Echo el líquido en el vaso mientras pienso el lo que ha dicho Mirian.- ¡LOGAN!- Me quiero dar cuenta y toda la leche está por el suelo.- Logan, de verdad, ¿te encuentras bien?-
-Si... Supongo. No lo sé.- Bajo la cabeza pero me la levanta. Veo que sonríe tranquila, como si no le importara.- Es que... No se que me pasa...-
-Tranquilo. Dime que te pasa.- Niego con la cabeza quitándole importancia.- Vale. Bueno, deberíamos comprarte algo de ropa, arreglarte el pelo...- Me pasa la camiseta y se va. Me la pongo, lo limpio todo y subo para ver a Mirian, llego a su puerta y llamo tres veces.- ¡Pasa!- Entro, busco a Mirian con la mirada, supongo que está en el baño.
Cotilleo un poco, en uno de los cajones encuentro un colgante plateado, como adorno tiene una "L". Lo cojo y lo observo detenidamente cuando sale Mirian de baño y ríe.
-¿Te gusta?- Asiento mientras la miro, me sorprende que no le haya molestado que rebusque en sus cosas.- Puedes quedártelo, me lo regaló Lucas, el chico de la fiesta, antes de mudarse, me dijo que era para que no me olvidara de él. En vista de que las cosas se han torcido de esta manera... Te lo puedes quedar.- Intento articular palabra pero no puedo, tengo muchas cosas que decirle pero no soy capaz de decir nada.- Anda vamos.
Salimos de la casa, caminamos hasta un sitio con un banco donde se sienta ella. La imito, no decimos nada, no nos miramos, tan sólo estamos ahí. Varias personas se sientan también y otras se quedan de pie. Llega un autobús, Mirian lo observa durante un segundo y se sube a este, inmediatamente hago lo mismo.
Durante todo el trayecto tampoco decimos nada, ella está mirando por la ventana y yo miro el colgante. Cuando estamos en un gran edificio se levanta, me hace una seña para que me levante y la obedezco. Entramos, todo lo que veo son tiendas, restaurantes y mucha gente por todos lados. Me empiezo a sentir un poco nervioso. Decido que es mejor seguirla sin mirar nada. Se para en una tienda donde hay camisetas y pantalones para hombre. Entra, yo en este momento soy como su perrito, la sigo a todos lados.
-Hola, ¿puedo ayudarles en algo?- Dice una mujer alta que supongo que es la empleada.
-Si por favor, verá, no se que comprarle a mi amigo.-
-Ningún problema, vamos a ver, ¿qué talla tienes?- No se que responder, ella me mira esperando una respuesta y Mirian está notablemente incómoda.
- Yo... Es que yo... No lo se.-
-Vale, pues primero tendremos que averiguarlo.-
Empezamos a probarme camisetas y pantalones, veo como la cara de la chica empieza a cambiar a impaciente. Finalmente terminamos de comprarme la ropa, zapatillas y... Bueno... Ropa interior. Luego nos dirigimos a una peluquería y, como es normal en una peluquería, me cortan el pelo.
Cuando creo que vamos a irnos ya de ahí se para en otra tienda con adornos, la mayoría tienen copos de nieve, renos o un tipo grande y gordo con un traje rojo. Me empiezo a poner nervioso, no se por qué pero tanta gente me altera. No paro de moverme en el sitio, mirar a todos lados y de respirar fuertemente. Me mareo y camino rápidamente hacia una pared, apoyo la espalda mientras empiezo a hiperventilar. Mirian se percata de esto y viene hacia mí.
-¿Estás bien Logan?- Niego frenéticamente. Veo cómo la gente se empieza a amontonar a nuestro alrededor y me pongo más nervioso aún. Me dejo caer, termino sentado en el suelo con la espalda en la pared.
-Sácame... Sácame de aquí.- Digo en un murmuro y no me oye pero no puedo alzar más la voz. La gente se sigue amontonando esperando a que pase algo.
Alguien se abre paso entre la multitud hasta llegar a mi lado.- Oiga, ¿se encuentra bien?- Vuelvo a negar con la cabeza, me agarra para que me levante. Me lleva a una sala donde nos encontramos él, Mirian y yo y eso me tranquiliza pero muy poco.- ¿Qué ha pasado?- Pregunta a Mirian.
-No lo se. Estaba mirando adornos de navidad y cuando me giro a verle me lo encuentro en una pared hiperventilando.- El chico me mira esperando que diga lo que me ha pasado.
-Me empecé a poner nervioso, no se por qué, había mucha gente. Me alteré y cuanta más gente se acercaba peor me ponía.- El tipo asiente.
-No estás acostumbrado a estar entre mucha gente, has tenido un ataque de ansiedad.- Asentimos y nos explica que debería estar en lugares con menos gente e ir ampliando poco a poco el número de personas.
Se va dejándonos solos y Mirian se sienta a mi lado. Ambos estamos sentados en el suelo sin decir nada.
-Oye, llevo todo el día intentando averiguar que te pasa pero no ayudas.- Se que tiene razón y eso me mata. Trago saliva mientras asiento.
-Dijiste que no te haría daño pero a lo mejor te lo estoy haciendo sin saberlo... Siento que te tengo que pedir perdón por todos los problemas que te estoy causando. En cuanto a lo de antes... No se que ha pasado.-
-No me estás causando ningún problema, al contrario, me encanta tenerte en mi casa. Ahora alegra esa cara que tenemos que hacer una cosa.- Dice mientras se levanta y me tiende una mano. La cojo, tiro de ella y cae encima mía. Reímos y en un rápido movimiento termino encima suya. Seguimos riendo, conforme yo paro voy sintiendo las ganas de besarla. Ella sigue riendo, lo cuál me encanta pero no ayuda mucho a contenerme. Finalmente mis instintos vencen a mis pensamientos y termino de cortar el poco espacio que hay entre nosotros. Supongo que no le molesta porque unde sus manos en mi pelo negro y luego me agarra del cuello atrayéndome más a ella. Es una sensación extraña pero me gusta. Nos separamos con la respiración agitada y nos miramos a los ojos. Una sonrisa tonta se encuentra en su rostro que a la vez está rojo. Supongo que también estoy así. Me quito de encima suya y me levanto, ella hace lo mismo.- Logan.- Susurra.- Creeme que me gustaría que pudiera ser así pero no puede ser.- Me golpeo la frente mentalmente, había olvidado a aquel chico. Le ofrezco una sonrisa haciéndole saber que la entiendo.- Gracias.-
Salimos de allí y volvemos a casa. Ella tiene todavía una sonrisa. Llevo todo el viaje conteniéndome por no besarla otra vez. Cuando llegamos me dice que espere y al volver lleva varias cajas. Empezamos a montar un árbol y lo decoramos con bolas y otros adornos. Cuando terminamos saca una estrella de la caja. Coge una silla y la pone al lado del árbol. Se dispone a subirse pero le quito la silla. Me mira extrañada y le agarro por la cintura. La levanto un poco y me entiende, se vuelve para quedar de cara al árbol, la levanto y ella pone la estrella en la cima de este.
Voy a bajarla pero caemos y queda encima mía. Quiero volver a besarla y que no nos separemos nunca, que no haya nadie que se interponga entre nosotros.
HOLOSSSSSS!!!!! Espero que os guste el cap de hoy. Prometí salseo y tenéis salseo. Prometí Navidad y tenéis navidad. Nada más por hoy.
Hasta otra, sed malos malosos.
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Monster
Ciencia FicciónElla se acercó lentamente tratando de calmarle pero él tan sólo se alejaba. -No quiero hacerte daño. No a ti.- Murmuró alejándose lentamente. -No vas a hacerme daño... Relájate.- Sonrió aún intentando acercarse pero no lograba llegar a él. Paró de...