¿Qué pasaría si...?

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Sus ojos verdes observan los míos azules. Siento que me pierdo observando cada parte de su cara, en especial me detengo en su sonrisa. Cierro los ojos mientras trato de calmarme y de no hacer ninguna locura.

Siento que apoya su frente en la mía, abro los ojos y lo primero que veo son los suyos. Sonríe de una manera que no he visto antes. Se acerca más a mi y me da un suave beso en la comisura de los labios. Sonrío al igual que ella.

-Eso es jugar sucio.- Digo intentando parecer enfadado.

-Mentiría si dijera que el beso que me diste en la tienda no es de los mejores besos que me han dado.- Se quita de encima mía y se tumba a mi lado.- Esta noche he quedado con unos amigos para una fiesta de navidad y tú vienes conmigo.-

-Yo no pinto nada allí pequeña.- Digo acariciando su mejilla.

-Si pintas, ahora compartes casa conmigo y no te voy a dejar solo, no quiero correr el riesgo de que quemes la casa.- Río porque se que en parte tiene razón.

-Ok... Pero tienes que quedarte un rato más conmigo.- Me levanto y abro los brazos.- Ven aquí.- Se acerca a mí y me abraza pasando sus brazos por mi cuello y escondiendo su cabeza en mi pecho. Noto que sonríe cuando pongo mis manos en su cintura. Nos separamos pero sigue teniendo sus manos alrededor de mi cuello y yo en su cintura.- No me mires así, que no me hago responsable de mis actos.- Hace pucheritos con la cara, ¿y quiere que me contenga?, con esa cara va a ser imposible.- ¡Para!- Río y toca mi nariz con su dedo índice y se separa.

Pasa el día y después de comer nos quedamos viendo la tele. Yo estoy a punto de quedarme dormido pero alguien toca mi hombro llamando mi atención.

-Tenemos que prepararnos.- Se me ha olvidado que vamos a una fiesta.

Me pongo unos vaqueros azul marino con un cinturón marrón oscuro. Llevo una camisa blanca y una chaqueta negra. Como zapatos tengo puestos unos sencillos de color negro. Me echo gomina en el pelo y me lo despeino un poco dándole un toque formal. (Vale, admito que me ha ayudado Mirian a peinarme y a elegir la ropa.)

Cuando sale del baño la veo con un vestido blanco con un estampado de flores que le llega un poco por encima de las rodillas. Lleva unas bailarinas también blancas y el pelo lo lleva suelto. Está levemente maquillada, con una sutil sombra de ojos morada y lleva un brillo de labios. Da una vuelta sobre sí misma mientras yo la miro detenidamente.

-¿Qué tal estoy?- Yo mantengo la boca abierta y ella ríe.

Nos quedamos esperando en el salón hasta que alguien toca el timbre. Abrimos la puerta y recargado en el marco de la puerta está el chico del otro día y se queda mirando a Mirian y cuando se percata de mi presencia me dedica una mirada de desprecio que no dudo en devolverle.

Subimos al coche de Víctor, el viaje se hace incómodo, vamos nosotros tres y otra chica más que se pasa el viaje mirándome. Cuando bajamos del coche me dirijo hacia Mirian mientras caminamos hasta la puerta y entre dientes le digo.

-Tu amiga lleva todo el viaje mirándome y me empieza a poner nervioso.- A lo que ella solo ríe.

Entramos a la discoteca, es bastante grande y con mucha gente lo cual hace que me empiece a poner nervioso. Mirian se da cuenta de eso y me coge de la mano y me mira dándome seguridad. Trago saliva y sigo andando.

Llegamos a un sitio con varios chicos y chicas. Todos se saludan ente ellos y yo me mantengo al margen.

-¿Y a quién traes ahí?- Le pregunta alguien a Mirian.

-Es un amigo.- Responde rápidamente.- Logan ven.-

Me acerco a ellos, todos parecen muy amables. Pasamos el rato entre risas y bromas y Anna, la chica del coche, no para de intentar acercarse a mi.

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