Intentalo una vez más.

Capitulo 4

Desperté y estaba acostada en un sofá de una oficina..

-¿Hola?- mire a mi alrededor y no había nadie, tenia las manos frías y pálidas,como de costumbre. Mis cosas estaban en un escritorio, junto con muchos papeles.
Me Levante por fin, vi los portarretratos, y en un mueble, estaba la cartera de Sean con la foto mía.

-Despertaste- escuché esa voz una vez más, la voz que hacia que mis días se alegraran o se convirtieran tristes, que con tan solo un mensaje podía conseguir una sonrisa de 24 horas, la misma que me hizo feliz y me hizo sufrir.

Voltee, lo miré fijamente a los ojos, las manos me temblaban, como si nunca le hubiese hablado o... Como cuando alguien te gusta y te pones nerviosa. Antes solía ponerme así pero no con esta intensidad...

-¿Tú otra vez?- por fin pronuncié algo

-¿Esperabas que fuera otra persona?-

-¿Qué te paso?- traía el labio sangrado

-¿Tú que crees?- se rió

-No se vaya a enojar tu novia por defender a chicas como yo- la verdad es que esperaba que no la tuviera, aunque de el, ya no me extrañaba

-Al contrario, debería estar feliz de que no le paso nada-

-¿De qué me hablas?-

-Mi novia eres tú y siempre lo vas a ser- se acerco quitando la distancia entre ambos

Me puse aun mas nerviosa, mis mejillas estaban rojas.

-Mejor te ayudo a quitarte la sangre del labio- caminé y agarre algo para ayudarle, el se rió pero accedió y se sentó.

Me acerque y con mi mano derecha comencé a quitarle la sangre

-Estas hermosa-

No dije nada.

-¿Por qué no dices nada? ¿Ya no te gusto? ¿Ya no te importo?-

-te extraño-

-¿Me amas?-

Me quité de ahí y me puse frente a el, parada.

-El hecho de que te extrañe no significa que volveré a caer a ti, quizá solo extraño al chico que me trataba bien, no al que fingía quererme-

-Nunca fingí quererte, por qué todo era real-

-¿Entonces por qué me engañaste con miles de chicas?- fue inevitable comencé a llorar, estaba enojada, decepcionada, y no se cual era peor

-¿Quieres saber la verdadera razón?-

-Si. Exijo una explicación Sean- le grité. Las lágrimas aumentaban y se que ahora ya no era nadie en su vida como para pedir explicaciones o para decirle que me quisiera.

-Por qué yo nunca eh querido a alguien enserio, todas iban directo a mi cama,pero contigo fue diferente, te estaba empezando a tomar cariño, algo que no quería, por que.. En cualquier momento te podías ir con alguien más y yo...-

-Eso jamás pasaría- interrumpí

-Espera- me detuvo -Y entonces fue qué accedí y les hice caso a muchas chicas aunque en el fondo me sentía mal, qué te estaba engañando-

-Pues ahora puedes disfrutarlas sin sentir eso por qué entre tu y yo ya no habrá nada- le sonreí y le di la cosa con la que le quité la sangre, abrí la puerta y salí.

-¿Se encuentra bien señorita? Oí gritos-

-Más que perfecta- continúe y oí como Sean apenas había reaccionado y salido en busca de mi, pero ya era demasiado tarde.