Capitulo 12.

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Dedicado a "Amiks". (chicas de Whatsapp).

¿Qué pasa con la gente de hoy? Es qué acaso no pueden conseguirse algo igual a ellos... Toda chica ah pasado por esto.
Viene alguien, cuando estás totalmente ilusionada, ¡Bum! Desaparece o inventa pretextos para no verte, y... La pregunta es ¿Por qué lo hacen? ¿Acaso los chicos no pueden decir algo como... "solo quiero algo pasajero"? En ves de ilusionar, y destruirnos el corazón mientras lloramos en una esquina de nuestro cuarto.
Y pensé esto muchas veces....
"..Podrás romperme el corazón mil veces, pero no tiene caso por qué solo tú lo puedes volver a construir o a romper con tan solo unas palabras.."
Lo peor aún, es que seguimos perdonándolos, y lo qué sigo odiando es que a pesar de lo que hemos vivido el y yo, aún no hay la suficiente confianza como para decirme qué es lo que pasa.

-¿Qué quieres?- respondí enojada, pues era evidente qué no le daría a Peter lo que quería.

-Sabes qué es lo que quiero preciosa- me tocó por el hombro y un escalofrío pasó sobre mí.

-No lo tendrás nunca Peter, Sean es mi novio y yo lo amo- lo aventé.

-Pero el... Te engañó-

-Se qué tratarás de separarme de el, pero no lo harás nunca, eres un idiota- lo intenté golpear.

-¡Cariño reacciona!¿Quieres eso en tu vida?¿Quieres tu vida a lado de un hombre lleno de tatuajes, busca pleitos, mujeriego, que ah besado a muchas chicas, qué no te asegura que se va a quedar contigo ¿Quieres eso?-

-No me importa. Yo lo amo, y lo amaré y así volviera a nacer me enamoraría de el una y otra ves- mis mejillas enrojecieron del coraje qué me provocaba.

-Estas perdida- pensó un momento y luego caminó abriendo la puerta -Pero antes de eso, me eh enterado que nadie te ah pasado un dedo, que nadie te ah llevado a la cama ¿Es cierto?- me habló en el oído.

-No. Es mentira- mentí.

-¡Mientes!- gritó.

-Yo no miento, digo realidades, que tu no lo creas, será muy tu problema-

-De todos modos no te dejaré salir- me aventó a la pared y me empezó a besar pero yo no le correspondía hasta qué se me ocurrió una idea, lo besé y lo aventé a la cama, después quite unas sabanas y lo amarré de las manos.

-¿Qué haces?-

-Te va a gustar- le dije al oído y cuando termine me acomodé mi ropa y salí de ahí.

-¡Maldita zorra!- gritó.

Cuando abrí la puerta vi a Sean todo golpeado, con sangre en los labios.

De inmediato lo abracé y comencé a llorar.

-¿Qué te hizo ese idiota?- lloró, era raro ver a un hombre que se pusiera así.

-Nada, ¿Qué te pasó?- lo miré y vi sus moretones.

-Voy a matarlo- me hizo a un lado e intentó entrar.

-¡No me hizo nada!- grité.

Me cargó y hundí mi cabeza en su cuello, y comencé a llorar hasta qué me quede dormida.

Cuando desperté estábamos en el hotel al que me había traído antes de esto.

Estaba sentado en la cama de espaldas a mí.

Intentalo una vez más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora