Capítulo 4

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Al despertar, el sol entra por la ventana acariciando suavemente mi piel. Son las 7:30am y lo primero que hago es ir a tomar una ducha antes de que Paola despierte.

Camino sigilosamente hasta mi maleta y saco un short con una camisa de tirantes negra con una imagen psicodélica.

Entró en el baño y cierro la puerta para no despertar a la niña Paolita.

Salgo de la ducha y Pao aún sigue dormida. Ya es mucho, creo que mejor la voy a despertar para que no se nos haga tarde.

No me he decidido que zapatos usar así que mejor me pongo mis Vans color vino y también aplicó rímel en mis pestañas.

Pasa una hora y Paola aún no acaba de bañarse, de verdad que desperdicia mucha agua la muy perra.

El teléfono del cuarto empieza a sonar y contesto

-¿señorita Green?- una mujer pregunta desde el otro lado de la línea

-ella habla-

-la está buscando un chico llamado Nick Jonas, ¿dejo que pase?- insiste la dama

-si es tan amable- respondo

-entendido. Que tenga buen día señorita-

-gracias- cuelgo

En menos de 2 minutos alguien toca a la puerta y abro esperando que sea Nick. Me dan cosquillas en el estomago pero decido ignorarlas.

-hola Jane- el chico me saluda acercándose a mi mejilla. Puedo percibir el delicioso aroma que se desprende de él cada vez que hace un movimiento. Quisiera jamás soltarlo.

-Nick, que tal- ¿QUÉ TAL? Jane contrólate

-pasa- repongo abriendo más la puerta para dejarlo entrar a mi humilde habitación

-gracias- dice mientras entra por el pequeño pasillo que conecta la puerta con el cuarto.

-entonces... ¿Si querrás que te de mi maravilloso recorrido?- pregunta riéndose

-¡JANE! ¿a quién metiste pervertida?- Pao pregunta mal pensando lo que Nick acaba de decir. Él sólo se sonrojó

-es Nick estúpida- exclamo apenada

-respondiendo a tu pregunta... En absoluto- sonrío y le transmito confianza

-muy bien- dice mientras se acerca al ventanal para poder presenciar Cali desde un rascacielos, literal.

Paola sale de la ducha y todos nos alistamos para tomar el "maravilloso" recorrido de Nick. Dios, ojalá fuera en el sentido que Pao pensó.

Bajamos por el ascensor y llegamos hasta el estacionamiento buscando el convertible. Las dos nos sentamos en los asientos traseros esperando a que el carro arranque de una vez por todas.

-primero iremos a San Diego, ahí hay muchos restaurantes y tiendas para ir de compras- ¡restaurantes! Se me había olvidado desayunar con toda la emoción que traigo

-yo quiero ir a comer. ¿Conoces buenos restaurantes aquí?- Pao le preguntó. Obvio tenía que ser Pao.

-conozco uno que es de mis favoritos, se llama werewolf. Estoy seguro que les encantará-

Llegamos al restaurante y había una extensa fila que casi le daba la vuelta a la manzana. Nos tardaremos más de 3 horas si queremos comer aquí. Nick nos abre la puerta y nos ayuda a bajarnos como ayer.

-pase señor Jonas- el guardia le dice y yo me quedo asombrada de que pudiera conseguir tan fácil entrar al restaurante.

-¿ya tenias reservación?- Pao pregunta sorprendida igual que yo

-puede ser...- responde con una hermosa sonrisa que no había visto hasta ahora.

7:00pm

Ya estamos en el hotel porque de la nada se desató una tormenta, se los juro. Lo más extraño es que aquí en Cali no llueve. Nick entra rápidamente al estacionamiento, saca una chaqueta que tenía en su cajuela y nos la entrega

-tomen chicas, cúbranse- owwww no lo puedo creer. Nick es el chico más dulce de todo el mundo. Este tipo de cosas solo pasan en las películas.

Salimos corriendo de una vez por todas para llegar al hotel el cual se encontraba justo enfrente de nosotros. La tormenta está HORRIBLE. Jamás en mi vida había presenciado algo tan exagerado, y menos en vacaciones. Llegamos al hotel y al ver que toda la chaqueta quedo empapada le dije

-gracias... Fue... Fue muy lindo de tu parte- le agradezco algo nerviosa

-no fue nada, en verdad, no quería que te mojarás- se encogió de hombros y tomo la chaqueta

-bueno, creo que ya es hora de irme- Lo dice casi susurrando. Volteo hacia la ventana y me doy cuenta que es muy peligroso dejarlo irse. Me quedaré preocupada si lo dejo ir.

-oye... Quédate. Es decir, en la habitación hay dos camas, te puedes quedar en una si quieres- me arrepiento, qué pena.

-¿estás segura? ¿Dormiremos juntos?- pregunta asombrado

-¡no! Es decir, mejor yo duermo con Paola, porque ella tiene... Problemas al dormir, siempre se la pasa viendo películas de terror y no puede dormir sola- que excusa tan ridícula.

-bien- puedo notar como la ilusión de desvanece de sus ojos.

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