Capítulo 11

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-Jane...¡Jane!- los gritos de Paola me despiertan de esa horrible pesadilla, gracias a Dios solo estaba soñando.

-Ven, ya llegó el carro que nos transportará al hotel- pero... Nick debe estar en camino. Por más que lo odie por romper mi corazón no tengo la fuerza suficiente para no esperarlo.

-Vayan ustedes, yo estoy esperando a alguien- les digo pero ni parecen haberme escuchado los tortolitos.

*1 hora después*

Tengo mucho sueño, me pesa la cabeza y realmente estoy deseando haberme ido con Paola y Gerry.

*2 horas después*

Ahora tengo hambre, la estoy pasando de lo peor y todo por querer esperar a ese imbecil que seguramente me dejara plantada por segunda vez. ¿Cuándo aprenderás Jane, cuándo aprenderás?

*4 horas después*

Ya mejor me iré al hotel, si no mañana no tendré energía para caminar por el parque.
Salgo del aeropuerto tratando de buscar un taxi disponible pero por la hora es más difícil que normalmente.

Paso 15 minutos en la fría banqueta pero nadie se apiada de mí, hasta que un auto deportivo negro se estaciona frente a mi, un aire de inseguridad y miedo entra a mí cuando veo que el auto no se mueve y al parecer soy la única persona en el lugar. Trató de regresar al aeropuerto pero el conductor sale agitado y me toma del brazo bruscamente tratando de meterme al auto. ¿Qué hago? ¿grito? Es mucho más fuerte que yo y tengo la impresión de que carga un arma. Empiezo a llorar pero en ese instante un hombre que iba saliendo de aeropuerto le da un buen golpe el la mandíbula por lo que el sujeto del auto negro cae como un costal de papas al suelo. Quiero agradecer al hombre que probablemente me salvó de ser secuestrada pero no puedo ni hablar así que salgo corriendo a cualquier otro lugar menos este.

Noviembre 5, estoy sola sentada en la banqueta del aeropuerto de Miami a las 4:37am. Todo por esperar a un chico. Mi teléfono empieza a vibrar, es Nick.

*llamada telefónica*

-Nick...-
-Jane... hola. Lo siento mucho pero mi vuelo de retrasó, saldrá a las 7:00am. Perdón si te he hecho esperar, en verdad lo siento- hijo de puta.

-Nick, te he esperado por horas, no... No puedo creerlo. Es más, ni te molestes en venir, de nada servirá- mi voz se corta cuando digo las últimas palabras

-Jane, tenme paciencia. No le he pasado bien, y sé que tú tampoco. Solo ve al hotel, descansa y mañana te busco-

-bien-

*fin de llamada telefónica*

Camino hasta la avenida más cercana para encontrar un taxi fácilmente, lo cual resulta. El taxista es un joven de ojos azules muy agradable, empezamos a dialogar en el trayecto hacia el hotel y por lo que veo está esperando un bebé. Qué hermoso.

-Aquí es- Ojos azules dice

-¿cuánto va a ser?-

-Son 17 dólares con 50 centavos- explica y me sonríe. Saco de mi bolsillo la cantidad que me dijo y la deposito en su mano.

-pues gracias, que tengas lindo día jajaja-

-igualmente- sonrío y salgo de auto.

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