Llegue al hotel y lo único que quería era descansar, también tenía hambre pero eso podía esperar al día siguiente. Paola no estaba en la otra cama así que supongo que se fue con Gerry toda la noche.
Alguien me despierta dos horas más tardes tocando la puerta, cosa que en verdad me enfada y mejor espero a que se vaya para seguir durmiendo. Pero no, después de 10 minutos siguen tocando una y otra y otra, así que me resigno a levantarme y abrir.
En el momento en el que abro lo primero que veo es a Nicolás con un ramo en la mano cabizbajo parado en medio del corredor. Él se acerca rompiendo el espacio de distancia que había entre nosotros y lo primero que hace es abrazarme. Como yo estoy medio dormida también lo abrazo sin acordarme que se supone que estaba enojada con él.
-¿cómo supiste dónde estaba?- pregunto recuperando algo de memoria
-yo estaba saliendo justo cuando vi que te subiste a ese taxi. Así que espere a que llegara el mismo y le pregunté dónde te había dejado. Le dije que éramos hermanos para que me dijera todo, así fue la única forma en que el taxista confió en mi.- ¿pero qué rayos tiene? Su cara está más pálida que nada
-¿qué hora es?-
-son las 3:27am. Perdón si llegue y te desperté, es que no iba a poder aguantar otro día más sin verte. Toma, te las ofrezco como disculpa- me da el ramo de flores y no puedo evitar esbozar una pequeña sonrisa
-si quieres puedes dormir aquí. Paola no llegó a dormir en nuestra habitación esta noche- le ofrezco con algo de pena y miedo a lo que me conteste
-¿estás segura? Tampoco te quiero incomodar-
-solo pasa, ya estoy cansada y prefiero que mañana hablemos de todo-
-bien-
Los dos pasamos a la habitación y yo me acomodo de nuevo en mi cama para recuperar el sueño. Nick se quita la ropa una vez que apago la luz y puedo ver su silueta dibujada por la luz de la luna a través del ventanal.
-Buenas noches querida Jane-
-Buenas noches Nick-
