Capítulo 1. Las vecinas.

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27 de abril de 2012, un chaval de melena larga y con rastas, y con sus no aparentables veintiún años llegó con sus cuatro amigos al festival de Villaestorbedo, Vita Rock. Todos los sus amigos eran, uno que tenía rizos, otro llevaba gafas, después había uno que siempre llevaba una guitarra muy parecida a la que llevaba Jack Black en la película de "Tenacious D. La púa del destino ", y finalmente había una chica con los ojos jodidamente azules. -Ostias tíos ... esto está petadísimo, ¿no? -Dijo el joven con rastas. -Y eso que hemos salido de casa a las diez de la mañana, si saliéramos a las ocho de la tarde, que es a la hora que salen los demás, tendríamos menos lugar-. Le contestó el joven con gafas.

Sobre las trece horas llegaron al camping de este festival, y ya estaba lleno de gente, era tanta la que había, que no podías casi ni dar dos pasos y no haber tropezado con la cuerda de alguna tienda de campaña. No obstante, sus amigos y él, encontraron un lugar donde poner sus cuatro tiendas de campaña, dejando sin querer un vacío, que futuramente sería muy bien cumplimentado. -Eh tíos mirad aquí, hay sitio para nuestras tiendas-. Dijo el joven con rizos. -Espero que mi tienda se pueda montar, porque es bastante grande y es donde pondremos los trastos-. Expresó el joven con gafas. -Yo me voy a buscar a mis otros amigos, no creo que vuelva, pero por si acaso dejo aquí mi tienda-. Añadió el joven de la guitarra.

Después de haber montado las tiendas se fueron a comprar el papeo por las mañanas siguientes. -A ver, ¿qué queréis para el desayuno y merienda los días que vamos a estar aquí?. -Pregunto el joven con rizos. Pues a mí con croissants me sobra para comer, si alguien quiere algo más para comer o beber no diré que no. -Respondió el joven con rastas. -A mí los cruasanes, como no me hacen mucho. Prefiero valencianas a cruasanes-. Añadir poco después la chica de ojos azules. Al final cogieron cruasanes, valencianas y un litro de batido de chocolate para cada uno, en total cuatro. Al volver del supermercado se encontraron con unas nuevas vecinas, que justamente pusieron su tienda en el vacío que se dejaron anteriormente los jóvenes cuando pusieron sus tiendas. Ellas estaban allí comiendo. Todos se presentaron, menos el joven de rastas que, tímido se escondió detrás de uno de sus amigos y se limitó a escuchar. Una de ellas, una pelirroja explosiva, sueño de todo rockero, según escuchó el joven con rastas, era del mismo pueblo que él, pero ahora vivía en Valencia con su amiga que la acompañaba en el festival. Su amiga, era de pelo enormemente sin palabras, de lo espectaculares que eran sus tirabuzones. -¿Estudiáis o trabajáis?. Preguntó el joven de gafas a las jóvenes vecinas. - Estudiamos, biotecnología, para ser exactos. Por muy rara que parezca la cosa, si sabes un poco de qué va, es muy interesante-. Respondió la pelirroja. -Y vosotros que, ¿hacéis algo? -. Preguntó en general la chica de tirabuzones. A lo que poco a poco respondieron,-Yo electricidad-. Dijo el joven de rizos,-Yo lo mismo que él-, respondió con una leve sonrisa el joven de gafas,-Yo hago un FP de cocina-, respondió la joven de ojos azules.

El joven de rastas, se hizo el loco y no dijo nada. ¿Y cuántos años tenéis? -, Preguntó el joven de rizos. -Tenemos veintidós años. Respondió la pelirroja. Tras las presentaciones la chica de tirabuzones dijo a sus nuevos vecinos, -Bueno, nosotras nos vamos a dar una vuelta por el camping-. A lo que contestó el de gafas, -Nosotros comeremos algo, y después si eso ya saldremos a ver que tal todo-. Ya eran las ocho, y aún no habían llegado los dos amigos que faltaban. Los chicos estaban preocupados y les intentaron llamar. -No contestan. Se ve que no tienen cobertura-. Dijo el de rizos. Llegaron las diez de la noche y el móvil del joven de rizos empezó a sonar. Ey tios! Ya hemos llegado. ¿Dónde estáis?-. -Ahora salimos fuera al parking y os recogemos. De pronto los vimos, uno con el pelo largo y la otra que llevaba los pelos azules. -¿Qué os ha pasado?- Preguntó el de las gafas. -Hemos pillado un señor atasco, nada más-. Respondió el joven de melena. La noche llega al camping y después de cenar el joven de rastas y sus amigos fueron a su bola, al igual que sus vecinas. -Chicos nosotros nos vamos ya a los conciertos, nos vemos allí-. Dijo la joven pelirroja. El joven de rastas se fue poco después con los amigos. Dado que esta noche no coincidía ningún concierto, no hizo falta partirse en grupos. Lo que no imaginaba el chaval de rastas, era como acabaría el Vita Rock aquel año. Para él, principalmente, la que mejor le había caído a su cabeza era la pelirroja, y cuando se le ponía algo en la cabeza hasta que no le daban calabazas o un simple sí, no se rendía. O eso pensaba. A veces, sobre haberle dado calabazas intentaba reconquistarlas. Pero lo mágico pasaría días después. Son de esas cosas que dices, "yo esto?, Nunca pasará conmigo. Al poco rato de ir de conciertos el joven y sus amigos fueron a dormir. Para el joven amigo fueron a dormir pronto para estar en ese festival.

Guerra por amor (Versión Castellana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora