Capítulo 4. Amarat.

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Amarat al cabo de unas horas se despertó y vio sobre su mesilla de noche un libro que nunca antes había visto. Miró si su padre estaba por allí y lo cogió. Empezó a leer y se dio cuenta de que estaba todo escrito en primera persona, y no en tercera como lo contaba su padre. Se lo estaba inventando todo mientras lo iba leyendo. Cerró el libro y en la primera hoja ponía "Diario de Gorka Casbena". Amarat curiosa empezó a leer en voz baja donde lo dejó su padre: "-30 de abril de 2012. Hoy es el último día del festival. Es el día en que más grupos coinciden. A parte de los grupos, por lo que a mi me parecía, este día no era lo único que coincidían. Yo me levante bastante confuso con lo que pasó la noche anterior. ¿Y si me precipite?, ¿y si le sentó mal a mi reacción de abrazarla y besarla?, ¿y si ya no me habla más?. No sabia como reaccionar. Quería hablar con mí corazón y razonar con mí cabeza. Tenia que, de alguna manera u otra, coincidir asolas con Amarat para saber que es lo que pensaba de lo ocurrido la noche anterior.-"; ¿Amarat?, la pequeña acababa de descubrir como se conocieron sus padres. Fascinada por la historia decidió seguir leyendo. "-Tenia miedo a que dijese: -¿Hablar?, no tenemos nada que hablar, dado que anoche no paso nada entre tu y yo-. Salí de mi tienda para almorzar. Allí fuera estaba la pelirroja, Laba, que hacía un rato que se había levantado. Me senté junto a ella y empezamos a charlar. -¿Qué tal dormiste?- Le pregunte sabiendo la respuesta. -Bien, aunque al final tenia una piedra en la cadera que no me dejaba pegar ojo. Pero una vez me he acostumbrado a ella, me he introducido de nuevo en mis sueños- Me respondió entre risas de lo ocurrido. - Y tu, ¿Qué tal fue el concierto del tributo a Extremoduro?-. Me preguntó Laba. -Pues la verdad es que bastante bien, lo clavaron mucho. Hasta parecía que fuese el verdadero Extremoduro-. Le respondí con toda sinceridad. Al poco rato salió Amarat, cogió su silla y se sentó a mi lado. -¿De qué hablabais?- Preguntó interesante Amarat. -Nada, le preguntaba a Gorka que tal el concierto del tributo a Extremoduro. Por lo visto os lo pasasteis bien.- Respondió Laba sin contemplaciones. -Si la verdad es que estuvo bien la noche.- ¿Estuvo bien la noche?. A que se referiría Amarat con esa frase. ¿A caso le gustó lo que pasó?. Estaba desorientado y necesitaba el momento con el que hablar con Amarat.

Al cabo de media hora, empezaron a salir mis amigos de las tiendas. Después de desayunar nos fuimos a comprar la comida. Con una diferencia, Amarat y Laba también venían con nosotros a comprar. Tenía que encontrar como fuese la manera de quedarme solo con ella. Pero, ¿cómo lo hacía?. ¿Cómo podía decirle a Amarat que quería hablar con ella?, o como me quitaba a mis amigos y a Laba sin que notasen nada. Laba necesitaba ir al baño, y buscaban un bar en cual hacer sus necesidades. -Amarat tia, me meo viva. Acompáñame a algún bar cerca.- Alo que ella le respondió. De acuerdo. Por aquí creo recordar que había un bar. Si, mira. Allí está-. Dijo Amarat. -Nosotras nos vamos un momento. Id vosotros delante, luego os pillamos-. Dijo Laba a todos los que allí estábamos. Yo quería ir tras ella. Pero, ¿y si se sentían incomodas por ir tras ellas?. Al final decidí ir con mis amigos. Si ella no me decía nada, yo tampoco. No le debería importar mucho cuando pasaba de mí. Entramos dentro del supermercado y estaba a reventar. Como solo queríamos pan y poco más, decidimos ir a alguno más pequeño. Encontramos un horno, pero no quedaba pan. -Creo que a este paso tendremos que comer las piedras que del camino. No hay pan en ningún sitio y a este paso creo que no comeremos hoy-. Dije entre tanta impotencia. Pero fue cuando encontramos una tienda pequeña donde solo habían cuatro gatos y tenían de todo. Yo cogí el pan que me hacía falta y mis amigos cogieron lo suyo. De camino al camping uno de mis amigos se acercó a mí. -¿Por qué no te vienes con nosotros a los conciertos?, no te das cuenta de que te apegas a ellas y vas de acoplado-. A lo que yo contesté, -¿De acoplado?, ellas no me dicen lo mismo. Es más, dicen que les caigo bastante bien-. -¡Uy!, claro que les caes bien. Crees que te dirán a la cara que te apegas a ellas como una lapa. No, y no quiero juzgarte, solo aconsejártelo para que te des cuenta de lo que esta pasando en realidad-. Una vez en el camping nos pusimos a hacer la comida. Pero, poco antes de empezar todos a comer llegaron Laba y Amarat de comprar su comida. -¿Dónde habeis ido a comprar?-. Dije dubitativo. -En vez de ir al supermercado de estos últimos días fuimos a uno que está cerca del camping-. Le respondió Laba. -Entonces habéis ido al mismo que hemos nosotros. Que raro que no nos topasemos-. Dije medio sonriendo. Cuando acabaron de comer empezaron a hacer planes...- Fue cuando la pequeña Amarat escuchó algo en la habitación de sus padres. Ich will... Ich will...- El móbil de Gorka empezó a sonar con su melodia de Rammstein. Era un número desconocido. -¿Quién será a estas horas de la madrugada?. ¿Diga?. Sí, yo fui su marido, Gorka. ¿Pasa alguna cosa?. ¿Qué le ha que?. Pero.. pero.. ¿esta bien?. De acuerdo enseguida voy-. Gorka le dejo una nota a su pareja explicándole lo que sucedió: Alciu, Amarat a tenido un accidente de tráfico y esta en el hospital muy grave. En estos momentos esta luchando entre la vida y la muerte. Voy a ver como está. Cuida de la pequeña Amarat mientras este fuera. Besos. Amarat escuchó pasos hacia su habitación y se fue corriendo hacia su cama. Se acostó y se hizo la dormida. Vio como Gorka se asomaba por la puerta para ver como estaba y se fue. Gorka cogió las llaves de su coche y se fue al hospital a ver a Amarat.

Una vez allí fue a la habitación donde estaba la accidentada Amarat. -Joder, esta hecha polvo. ¿Cómo a sucedido?-. Le preguntó al medico que le trataba. -Según los policías que la auxiliaron, un hombre bastante ebrio se saltó un semáforo en rojo y se encasto contra la puerta de Amarat mientras volvía del trabajo, causándole graves perdidas de sangre y posibles parálisis. Si no sale de esta, dado que el único familiar vivo que le queda es su hija menor usted debería firmar que ella volvía del trabajo y no iba ebria. -¿Y qué hay del ebrio?-. Pregunto Gorka asustado. -Se dio a la fuga. Y a estas horas aún lo esta buscando la policía. El coche lo abandonó en medio de la calzada y empezó a correr. Según fuentes, perdía bastante sangre, si nadie le atiende podría morir. Y si lo hiciese en algún hospital de inmediato lo detendrían. Por lo que le pido un mínimo de paciencia-. Dijo el doctor sin más a Gorka. -De acuerdo, yo me quedare junto a ella. Si se despertase o hubiesen novedades le llamo-. Mientras, Amarat en casa, cuando vio por la ventana que su padre ya se marchó con el coche se empezó a preocupar. Y para dejar a parte las preocupaciones volvió a coger el diario de su padre y empezó de nuevo a leer.

Guerra por amor (Versión Castellana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora