El Blog

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Ya habían resuelto los dos siguientes problemas. En el segundo oyeron cuatro pitidos. Resolvieron el caso en poco tiempo, pero no lograron salvar a la pobre anciana que había sigo escogida por el terrorista como su próxima víctima. En el tercero oyeron tres. No hubo ningún accidente, y Sherlock ya esperaba con impaciencia el siguiente reto. Se hallaba acostado en su sofá cuando entró John.

- Buenos días John. - saludó Sherlock, sin levantar la vista del ordenador.

-¿Ese es mi portátil?

-Sí. Por cierto he encontrado tu blog. Veo que has escrito sobre mí.

Jon no pudo evitar sonrojarse. Sherlock lo había leído. ¿Qué pensaría? ¿Le habría gustado? La única forma de saberlo era preguntándoselo.
- Y dime, Sherlock, ¿qué te ha parecido?

Sherlock esbozó una dulce sonrisa.
- Me ha encantado - dijo con la voz llena de cariño.

Si algo le gustaba a Sherlock era que la gente reconociera su gran inteligencia, y John lo había hecho. Ante este pensamiento, no pudo evitar sonrojarse por primera vez en su vida. John lo notó, y se puso todavía más colorado.

Y allí se quedaron los dos, mirándose el uno al otro, rojos como tomates y sin ser realmente conscientes de lo que les ocurría. ¿Se estarían enamorando? Y, más importante todavía, ¿Habría dejado Sherlock de ser una máquina fría, y por fin comenzaba a sentir algo por alguien?

Dos pitidos rompieron el silencio, pero Sherlock no se dio cuenta. Estaba demasiado ocupado mirando a John, intentando procesar toda aquella información. Sí, realmente estaba enamorado. Y haría lo que fuera por mantener a John a su lado, ahora estaba seguro.

¿Afganistán o Irak? [Johnlock fanfic] - 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora