Espera, ¿me acababa de llamar hermanito? ¿Qué?
-¿Como le has llamado?-preguntó Evee.
Mierda, ya se a quien me recuerda, a mi madre. Madre mía, como he podido ser tan idiota es igual a ella, salvo por los ojos de mi padre.
-¿En serio que no os habéis dado cuenta? Pero si soy como nuestra madre excepto los ojos.-dijo Gabi algo indignado.
-Me di cuenta hace un rato, no te creas tanto.-dije algo molesto por su reacción.
No contestó y yo no hice hincapié en ello, no tenía ganas de pelearme con él. Fui a unirme a ellos para irnos pero Evee me cogió del brazo y me abrazo como nunca lo había hecho, Sam y Sammy la siguieron con los abrazos.
-Queremos darte esto antes de que te vayas Dan. Feliz cumpleaños.-dijo Sam entregándome una caja.
-No teníais porque hacerme ningún regalo chicos, no era necesario.
-Lo sabemos, pero queríamos hacerlo y ahora vete, te están esperando.-dijo Sammy.
-No es una despedida...
-Jamás lo será Dan, somos los cuatro. Sin uno de nosotros no hay grupo, recuerda lo y no te pongas mucho en peligro hermano.-dijo Sam.
Hacía tanto que él me llamaba así , que un escalofrío me recorrió la espalda, iba a dejarles y no sabía por cuanto tiempo. Y esa idea me mataba por dentro.
No dije nada más y me fui, todos sabíamos que contra más lo alargásemos más complicado sería y no quería eso, no era una despedida. Bajé con Josh y Gabi, pero cuando llegamos a su coche oí como gritaban mi nombre y casi no me dio tiempo ni a girar me. Evee me estaba abrazando como nunca lo había hecho, me rogaba con ese abrazo que me quedará pero queriendo que me fuera, era muy extraño, pero me encantó.
-Toma esto Dan.-dijo entregarme el colgante que la regalé cuando teníamos diez años, era su nombre.
-Ev... no puedo aceptarlo...
-Es sólo un préstamo Dan, no te emociones, vas a tener que devolvermelo.-dijo Evee con lágrimas en los ojos- Además, así siempre recordarás que hasta que podamos ir contigo siempre tendrás una casa y una familia aquí ¿vale?
-Te quiero Ev.
-Te quiero Dan.
Cogí el colgante y me metí en el coche. En apenas unos segundos nos estábamos alejando de allí y eso generó en mi un dolor y un vacío que jamás podré explicar, parte de mi se estaba quedando con Evee, Sam y Sammy.
Estuve mucho rato observando el colgante, era una chorrada ya que sólo ponía Evee, pero ella lo había aceptado como si fuera su mayor tesoro. Evee siempre había sido mi mayor apoyo y yo para ella, no digo que fuese mejor que Sam o que Sammy, pero mi relación con ella era muy diferente y que hubiese cuidado aquel colgante durante tanto tiempo y ahora me lo hubiese dado me llenaba por dentro.
No tenía ganas de hablar con nadie así que me centré en el regalo que me habían dado los chicos. Abrí la caja y me encontré con un libro, parecía antiguo. Lo cogí y pase mi mano por el lomo, era suave y de un color gris muy bonito. Lo giré y vi el título "Nuestros dieciocho años". Eso consiguió llenarme los ojos de lágrimas.
Abrí el libro por la primera página y empecé a leer.
"Dan, no se como empezar esto porque no se como felicitarte y como siempre me han dejado a mi el marrón de escribir. Pero antes de eso te contaré la historia de este libro y lo que significa para nosotros.
Este libro comenzó el día que te conocí, bueno, que nos conocimos los cuatro y gracias a tus padres y a Mariam pude rellenar la primera parte.
Al principio lo hacía para poder tener recuerdos de nosotros porque nunca creí que durásemos siendo amigos, éramos tan diferentes que para mi era imposible que acabásemos todos juntos ya doce años. Pero me equivoqué por raro que sea, ser diferentes es lo que nos ha mantenido juntos todo este tiempo.
Les enseñé este libro a Sam y a Sammy cuando tus padres murieron y los tres supimos que este debía ser tu regalo de dieciocho cumpleaños. Así que a partir de entonces empezamos a guardar recortes, fotos, historias, momentos importantes que pasábamos los cuatro juntos.
¿La finalidad del libro? Recordarte que jamás estarás sólo, somos tu familia por muy lejos que estemos siempre nos tendrás.
Firmado:
Tu hermano, Sam.
Tu adorable, Sammy.
Tu listilla, Evee.
Te queremos. Y feliz cumpleaños Dai."
En cuanto terminé de leer aquello las lágrimas caía por mi cara, tenían razón, siempre creí que no tenía familia pero les tenía a ellos y jamás les había dado las gracias por estar junto a mi.
Tuve que controlarme y cuando por fin lo conseguí abrí el libro de nuevo, pero esta vez lo vi prestando mucha atención. En el encontré fotos de cuando era pequeño, fotos con mis padres, con Mariam. Fotos con Evee, con Sammy y con Sam, las estúpidas historias que le contaba a Evee cuando llegaba tarde, el recuento por años de las veces que me metía con Sammy, todos los líos en los que me metí junto a Sam.
Estaba todo lo bueno de mi vida en ese libro y sentí que era un pedazo de todos ellos que me habían regalado.
Me pase un par de horas más viendo y leyendo partes del libro mientras que Josh y Gabi no dejaban de mirarme. Sabía que querían que dijese algo, pero yo no tenía ganas de hablar así que les ignoré.
Llegó un momento en el que llevaríamos cuatro horas en aquel coche que el cansancio pudo conmigo y me dormí como si todo fuera bien. La verdad es que llevaba más de veinticuatro despierto y no aguanté más.
No se cuanto tiempo paso pero me desperté, no quise abrir los ojos así que me quedé como si siguiera dormido y escuché lo que Josh y Gabi decían.
-Gabi, te llevarás una buena bronca por haberle contado todo tú.-dijo Josh con un tono algo paternal que no me pegaba en él.
-Pueden hacer lo que quieran Josh, me necesitan y sobre todo no quería que mi hermano supiese la verdad por desconocidos. Puede que no haya estado unido a él pero es mi hermano pequeño y debo cuidarle. Ya no sólo por la profecía, sino porque la familia es lo único verdadero que tenemos en la vida.
-Yo lo entiendo Gab, lo entiendo muy bien. Pero no se si Danzo lo hará.
-Bueno, que haga lo que quiera, ya esta hecho y así se va a quedar, no puede volver hacia atrás.
-Está bien Gabi, tu sabrás lo que has hecho y las consecuencias. Y empieza a despertar a Daniel, nos quedan cinco minutos para llegar y será mejor que llegue despierto.
-Le hemos fastidiado la vida Josh...
-Su vida estaba jodida desde el momento en que nació.
