Capítulo 4.

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«Tal vez...»

—Aquí está todo lo que necesitabas, Perla. —Amatista dejó la pila de cosas en el suelo.

—Gracias, Amatista.

—¿Sabes dónde está Peridot?

—Hace un momento estaba en una lucha con una mariposa. —No quitó su vista de la turbina.

—¿Y ahora? No la veo en ninguna parte. —En ese momento se comenzó a preocupar.

—No sé.

Amatista dejó sola a Perla, a veces le exasperaba un poco su actitud. Pero era inevitable para la púrpura no amarla.

Buscó en los lugares del granero donde se solía esconder Peridot, pero allí no estaba. Ahí fue cuando se preocupó, porque la gema verde no salía de los perímetros del granero.

No supo que hacer, no sabía donde buscarla, no tenía ninguna idea.

Garnet llegó al granero, y Amatista acudió de inmediato.

—¡Garnet! ¡Garnet! ¡Dime dónde se ha metido Peridot! ¡No la encuentro en ningún lado!

—¡Perla! ¡Se suponía que la cuidarías tú! —dijo Garnet con su tono autoritario.

—¡Estaba trabajando! No me di cuenta cuando desapareció —se excusó quitándose la careta.

—Amatista ve por allá, —Señaló al frente, más allá de la cerca— yo iré por aquí, —señaló la cerca atrás del granero— y tú Perla, sigue buscando a los alrededores.

Ambas gemas asintieron, y salieron para buscar.

[...]

Amatista había caminado ya, por lo menos, una media hora. Todavía no hallaba rastros de Peridot.

Pero entonces, a lo lejos, pudo verla.

Sonrió, y un peso se le quitó de encima. Corrió hacia ella, y sin siquiera pensarlo la alzó en brazos y la abrazó.

—Tú, nerd, ¡me preocupaste! ¡Nunca lo vuelvas a hacer!

Peridot estaba sonrojada. Tener los brazos de la púrpura en su cintura la ponía muy nerviosa. Amatista la dejó en tierra de nuevo y la miró.

—¿Qué hacías aquí? ¿Eh?

-No... na-nada. Solo... llegué.

Ni siquiera pensó bien sus palabras. Tonta.

—Está por anochecer, ¡puede ser muy peligroso!

Peridot río nerviosa, pero Amatista hablaba muy en serio.

La púrpura alzó de nuevo a Peridot y la subió en sus hombros. Por instinto se sostuvo del cabello de Amatista.

—¿Qué... por...?

—Ahora vamos a casa, Peri —dijo Amatista sonriendo.

Casa.

Amatista corrió con Peridot en sus hombros. Para Peridot era divertido, pero aún se sentía triste, porque sabía que Amatista, su Amatista, quería a esa perla. Y eso era malo, pero entonces recordó lo que le dijo Garnet.

Solo hay que dejar que las cosas sucedan. No se puede forzar nada, mucho menos el amor. Confía en mí. Todo, todo saldrá bien.

»No ganas nada haciendo esto. Sé lo que puede suceder, y si te entrometes entre ellas nada bueno quedará de eso. Entonces jura que no estorbaras y verás como todo sale bien.

Lo entendía ahora.

Eso era parte del planeta tierra. Garnet tenía visión futura, ¿quién sabe lo que haya visto?

Debía esperar.

[...]

Hooooooooooola!

Aquí otro capítulo! Dos en un día, casi! xDDDD

Bueno, la sorpresaaaaaaa sorpresosaaaaaaa eeeeeeeeeeees:

¡¡UNA MARATÓN¡¡

Sí, planeo hacerla entre el martes y el miércoles 7u7

Espero que les esté gustando este fanfic, que hago con todo mi corazón <3

Los amooooo! *-*

Con amor tempestuoso.

-BD.

Aprender a amar ||Steven Universe || Amedot ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora