Hoy había optado por vestir unos jeans ajustados color azul y una blusa blanca de manga larga que abrazaba mi figura, haciendo presumir mi cuerpo.
No sólo acudí al gimnasio por la mañana, sino que también elegí ir a la escuela a pie, pues aún no dominaba los horarios del autobús.
Me detuve en una esquina mientras el semáforo peatonal marcaba luz blanca. Un rugido de motocicleta se oyó a unos pasos de mi.— Amelia —Jake estaba aparcado a mi lado.
— Hey — lo miré cortamente.
— Te llevo — propuso con voz neutral, luciendo extrañamente amigable.
— No — medio sonreí. —Aun tengo tiempo.
— No lo pregunté. Sube.Algo me decía que declinara la propuesta puesto que no era una buena idea y saldría algo malo de todo esto... Y por otro lado estaba mi parte ingenua que no creía que Jake fuese hostil y podría confiar en él.
Subí a la moto, acomodándome en el espacio libre.
— Agarrate bien— dijo con firmeza.
Me aferré a su cintura como si estuviese abrazándolo. Me recargue en su espalda buscando un poco de seguridad.Creo que lo escuché suspirar pero lo descarté inmediatamente por el sonido del arranque.
Ni siquiera sabía que le cantaba al oído hasta que gruñó. Lo solté y me reacomode incómoda.— Te dije que te agarres — en otro rojo tomó mis manos y me hizo ponerlas de nuevo en su cintura.
Sentir sus manos sobre las mías me enviaron pequeños toques eléctricos a todo el cuerpo. Entrelazó nuestros dedos unos segundos que se sintieron mágicos y retiró sus manos cuando la luz cambió a verde.
Me ayudó a bajar en el estacionamiento del instituto. Su mirada viajó de mi cuerpo a mi rostro.
— Te queda muy bien el cabello alborotado.
— ¿Eh? — pasé los dedos por mi cabello, tratando de ordenarlo y fallando terriblemente. Se rió y detuvo mis manos.
— Dejalo — colocó unos mechones tras mis orejas.
— Listo — no sé si lo había escuchado reír antes, sencillamente me gustaba ese sonido.
— Gracias.
— No hay de que... Cuida lo que haces, Taylor — soltó alejándose.
—¿Por qué? — pregunté alcanzándolo.
— ¿Por qué? — repitió enfrentándome, tomó mis manos y me recargó en la pared del edificio cercano. — Porque me pones, Amelia Taylor.
— ¿Te pongo?— dudé nerviosa.
— Si — agachó su cabeza y besó mi cuello. Cerré los ojos dejandome llevar por la sensación. — Y estamos mejor alejados— liberó mi cuerpo de su agarre y se fue ligeramente... ¿molesto?Un mes después...
Venía de control escolar y ahora la credencial de estudiante colgaba de mi cuello.
Jake hablaba conmigo, siempre evitando quedarnos a solas, aún cuando todos los días me traía a la escuela.
Al parecer mis pensamientos llamaron chico de los jeans, venía hasta mi; sus manos dentro de los bolsillos. Lo miré señalar una banca cercana a nosotros. Me sorprendí al percatarme de que obedecí su orden de sentarme con él.
— Creo que metí la pata, Taylor— dijo un poco serio.
— ¿Qué? — dudé y lo miré atenta a sus movimientos.
— Seamos amigos —. Extendió su mano para que la estrechara.¿Qué pasaba por su mente? ¿Acaso se regía por el: ten a tus amigos cerca y a tus enemigos aún mas cerca?
Tal vez solo planeaba ganarse mi confianza de alguna manera para que cuando no sospechara de él, salirse con la suya.— ¿Esto tiene segunda intención? —Bajé su mano.
Una vez más sus ojos me hicieron dudar, al fin negó con la cabeza.
— ¿Eh? Nope. Me parece que hemos iniciado mal, ¿por qué no tratamos de ser amigos y empezamos de cero?Sonrió, asentí y estreche su mano.
— Nada de cosas raras, Jake.
— Lo prometo, Mia.
— Bien — Sonreí mostrando ligeramente mis dientes.
— ¿Cuál es tu música favorita? — Sus ojos avellana se apartaron de los míos.
— Me gusta mucho el rock clásico, el pop.
— También me gusta el rock — sonrió y sus ojos se hicieron pequeños. Me gustaría ver más ese tipo de sonrisas en él; lo hacían lucir condenadamente más guapo. — ¿Tienes un segundo nombre?
— Si. Y no me gusta.
— Debe ser bonito.
Mordió su labio y sus ojos se enfocaron en mi credencial. — Rose — en sus labios se escuchaba sensual, casi como un himno. —Me gusta.
— Eso dices.
— También digo que deberíamos besarnos.
— ¿Qué?— me hice la desentendida.
— Dije que deberíamos irnos.
— Ah — me levanté y caminé atrás de él.
Tenia una vista espectacular de su trasero...
Carajo Amelia; íbamos a resistirnos de todo él, no derretirnos en cualquier oportunidad.La clase de desarrollo sustentable era aburrida, mis pensamientos se enfocaron en visualizar los labios de Jake; y en lo bien que se deberían de sentir sobre los míos y por otras partes de mi cuerpo.
Él me atrapó viéndolo y sonrió cómplice.
Mis mejillas tomaron color, escandalizadas por el simple gesto del chico.Me mordí el labio, sería bueno tener sus labios aunque solo fuese una vez. Sus ojos cafés estaban oscuros unos tonos cuando lo observé de nuevo.
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Aquí de nuevo. Dejando un poco de la emoción que está por avecinarse.Dejenme ver su apoyo a través de los votos y comentarios, por fa.
Such of love....Mich ∞ ♥
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Mr. Tight Pants
De TodoMia ha decidido cambiar la locura del matrimonio de su madre y su ajetreada vida en NY para empezar la universidad en Seattle al lado de su padre. Todo implicará riesgos y nuevos aprendizajes para Mia en la nueva ciudad. No solo está a punto de in...