Albane

¡Mi único amor eres tú!

Los días pasaron y la vida de Coby y Joset se volvió muy simple. Levantarse para ir a trabajar, recoger a sus hijos de la escuela. Dormir como siempre. La vida cotidiana es muy aburrida, pensaron. Coby pensó que su vida ya no tenía sentido. Pero Joset le dijo que se animara. Coby recordó que Zed le entrego una carta donde lo nombraban primer oficial del clan de las espadas, y en esa misma carta había una invitación para una fiesta en su honor. Coby recupero su alegría y felicidad. Espero ese día con ansias, hasta que por fin llego.

-Andy apúrate que nos están esperando – dijo Coby.

-¡Ya voy! – exclamo Andy.

El lugar de la fiesta era el Salón presidencial, en donde se llevaba a cabo la reunión del Consejo de clanes. Aunque el presidente y los Solums de America se reunirían en Perú, también llegarían los primeros oficiales y sus respectivas familias. Era una fiesta de la Aristocracia. Muchos guardias del clan estratega cuidaban el Salón en donde era la fiesta. Todo el Palacio Gubernamental estaba rodeado por ellos. Eran como una seguridad privada. Coby y Andy se apresuraron a entrar. El Salón era hermoso, lo habían decorado perfectamente para la ocasión. Una banda de música clásica tocaba muchas canciones alegres y la gente se disponía a bailar. El buffet era de los mejores chefs de toda America, encontrabas platos típicos de todos los países como Perú, Ecuador, Argentina e incluso de Canadá. Coby se sentía en el paraíso. Andy corrió a buscar a Tobías y a su padre. Coby ya estaba conversando con ellos. Tobías y Andy empezaron a jugar en todo el lugar, molestando a las personas, causando travesuras, nadie los atrapaba.

-Coby, te quiero presentar a Despair Keyard – dijo Joset – Es el Solum del clan de Derecho, y también un buen abogado.

-Mucho gusto señor Despair – Coby estrechó su mano -- ¿Divirtiéndose con toda la familia?

-Por supuesto, esta fiesta es de maravilla. Por cierto ¿Qué opinas de mi esposa? – Coby observo a la dama que estaba con Despair. Era una chica muy hermosa.

-Es muy hermosa, señor – dijo Coby.

-¿Eso crees? Bueno, cuando la veas me avisas, no sabe que estoy aquí – Despair era de esos tipos hacían bromas de mal gusto, pero como era un superior, Joset y Coby se reían forzosamente.

El tiempo pasaba y el presidente de America presento los nuevos armamentos que tenía la región. Andy y Tobías seguían jugando y comían todo lo que encontraban. Joset los encontró y les dijo que no causaran desastres.

-¿Por qué no se van a ver las estrellas por un momento? Los adultos haremos un brindis y no creo que a ustedes les guste el alcohol.

-Ni pensarlo, esa cosa es muy amarga – dijo Tobias.

Andy y Tobías obedecieron y salieron del salón por un rato. Corrieron hasta el Jardín del Palacio. Era uno de los Jardines más hermosos del Mundo. Tenía 5 fuentes en las cuales había luces que iluminaban el agua de colores, era muy hermoso. Andy y Tobías se echaron en el césped para observar las estrellas. Era una noche sin luna y todo el cielo estaba oscuro, algunas estrellas se podían ver a lo lejos y emitían una luz débil.

-Andy ¿Crees que mi mama vuelva? – pregunto Tobías.

-Si es que te quiere, volverá. No creo que le guste vivir con esa culpa para siempre.

-Es cierto. Siempre sabes que decir en momentos como este. Ojala que tu hermano también vuelva. Yo también lo extraño – dijo Tobías.

-Bruce era un hermano revoltoso, molesto, pero aun así lo quería. Siempre en las noches me contaba historias del pasado, de cómo mi padre se convirtió en miembro del clan de las espadas. Desde ese momento decidí unirme a ese Clan. Algún día seré como mi padre – dijo Andy.