Capítulo 8

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ASHLEY

Me he salido del ascensor desde que Andy me había plantado ese beso, por un momento no sé siquiera cómo reaccionar, dentro de mí me encontraba nervioso y al mismo tiempo como un idiota por haber respondido a su beso y tomar el mando de la situación, ¿me habría descubierto? Era mi mayor pregunta y preocupación; rondaba el pasillo de uno de los pisos que menos solía recorrer, el área administrativa de la disquera, y paso a paso que doy, me sumo en el recuerdo de apenas unos minutos atrás. Quiero quitarme el sabor agridulce de mi boca que tengo en esos momentos, quiero sacarme el recuerdo del sabor de los labios de Andy, la necesidad de ir al primer paso y plantarle el beso más apasionado de nuestras vidas, decirle lo mucho que lo amaba, lo que sentía desde ese momento en que lo había visto, como un dulce niño, todas esas emociones y sensaciones deseaba que se desvanecieran y sin embargo aún prevalecían dentro de mí, cada vez más intentas e insoportables. A lo lejos observo que Juliet está con uno de los empleados más exitosos de todo el edificio, el jefe de finanzas, un señor de aproximadamente cincuenta años y bastante bien conservado para su edad, noto que ella le pasa las manos por el cabello mientras intenta levantar el poco, o mejor dicho, casi nada de escote que quiere tener, por dentro me burlo de ella por lo ridícula que se ve al hacer semejante cosa, suerte que estoy yo solo en esos momentos. A medida que los minutos continúan avanzando, noto la manera en la que intenta coquetearle, la conozco, y sé que de esa manera es como se comporta con Andy cuando quiere algo que tiene que ver con el aspecto económico, sin embargo, me quedo como idiota mirándola y al parecer, ha sentido el peso de mi mirada, pues al observarme, observo cómo todos los colores de la cara se le desvanece y queda totalmente pálida, me molesto, de solo pensar la manera en la que está engañando a Andy hace que me sienta asqueado y al mismo tiempo molesto, por lo que decido caminar al ascensor, lo llamo lo más rápido que puedo, pero en el momento en que las puertas se abren, Juliet me toma del hombro y me hace girar sobre mí mismo, está furiosa y al mismo tiempo nerviosa, sabe que tengo con qué acabarla, con que hacer que las cosas se volteen en su contra, y lo único que hago es sonreír triunfante.

Juliet: No comprendo de qué te estés burlando Purdy o que sea tan divertido como para sonreír de esa manera

Ashley: Yo no estoy sonriendo de ninguna manera, ¿sabes? Además a ti en qué te afectaría si sonrío o no, después de todo, tengo muchas razones para hacerlo

Juliet: Eres un maldito canalla Purdy... bien sabes la razón de tu sonrisa, tan cínica y maldita, como si algo fueses a tramar, te conozco

Ashley: Oh no, tú no me conoces, así como Andy no conoce lo lagartona y zorra que eres, Juju –Ella enfurece más y me suelta una fuerte bofetada, pero en lugar de quejarme o de protestar, solo me río-

Juliet: ¡¿Qué es tan gracioso?! –Pregunta histérica-

Ashley: ¿Qué acaso no lo ves? ¿La manera en la que te comportas como una niña malcriada de cinco años? El hecho de que te tengo en la palma de mi mano, comiendo de ella, porque puede que le diga a Andy la manera tan "amigable" en la que te acabas de comportar como Blake

Juliet: No lo harías –Comenta rechinando los dientes-

Ashley: ¿Quieres ver que si?

Juliet: Esto te lo voy a decir solo una maldita vez Purdy, atrévete a decirle a Andy lo que acabas de ver, y yo puedo ser la encargada de que termines fuera de la banda

Ashley: ¿Crees que es tan sencillo? No te tengo miedo Juliet, y puedo hacer más fácil que Andy rompa contigo antes de que vayas con el chisme

Juliet: ¿Seguro? Bien, si así es como lo quieres, te prometo que haré de toda tu vida un infierno... ¿quieres jugar? Perfecto... solo recuerda que esto se puede jugar entre dos –Y mirándome de una manera asesina, toma el elevador y se marcha del lugar-

(...)

Me había perdido el almuerzo con Robert y Andy para saber que más hablaríamos respecto a nuestros futuros proyectos como banda, al mismo tiempo, llamé al manager para pedirle permiso de que me dejara irme temprano, con el pretexto de que no me sentía bien, sin embargo era mentira, solo quería olvidar la mañana tan caótica que acababa de tener. En el camino a la casa, conduzco hasta el supermercado y compro cosas que necesito para mi cena, algunos fanáticos me reconocen y me piden una foto con ellos, no me puedo negar. Terminando de hacer mis compras, pago y salgo con ellas hasta mi casa, sin embargo, al entrar, la siento vacía y fría, como si nadie viviera ahí a excepción de mis perros, es solitaria, y aborrezco eso, poco a poco el peso de la soledad comienza a inundar mi cuerpo y lentamente mi mente se retorna al beso de Andy, lo maldigo una y mil veces más. Entro en la cocina y dejo las cosas sobre la barra, me acerco al bar de la casa y tomo una botella de Jack Daniel's junto con un pequeño vaso de cristal, preparo el trago y lo bebo de un solo golpe, siento el líquido quemarme la garganta, pero al menos es lo que me hace olvidar las cosas por más tiempo. Camino hasta el baño y dejo que el agua tome la temperatura indicada, me despojo de la ropa y me recargo en la fría pared, pensando en todo lo que había ocurrido desde nuestro regreso del tour. Con la mano toco el agua y me adentro en la ducha, siento como me cae en la cabeza y por un momento me relaja y desestresa, como si se llevara mis problemas en aquel momento, tomo el shampoo y lavo mi cabello, después la esponja y comienzo a pasarla lentamente por mi cuerpo, cierro los ojos, y mi mente comienza a jugarme una mala pasada. En mis pensamientos comienzo a imaginar cómo sería tener a Andy conmigo, sentir sus manos por todo mi cuerpo, tallándolo y enjabonándolo, mi miembro comienza a crecer y endurecer, lo siento, mas no puedo romper este momento, mi mano comienza a descender por mi abdomen hasta envolver mis dedos en mi erección, moviendo la mano lentamente y jadeando ante la acción, pero en mi mente no soy yo quien lo hace, es otra persona, aquella que me la está estimulando, me la chupa y mete en su boca, la idea me calienta, me enloquece, y continuo con movimientos ahora más bruscos, el eco de mis jadeos es lo único que retumba entre las paredes del baño, pero su voz es la que me pide que siga gozando de la manera en la que me la mama, siento las piernas flaquear y de un momento a otro me corro en un glorioso orgasmo que se escucha en aquella pequeña habitación. Para cuando termino, abro los ojos, y me encuentro con que estoy solo, suspiro y cierro el agua, solo quiero salir del lugar. Al estar en mi cuarto, del armario, solo saco un par de boxers y me los pongo, quiero algo ligero para aquella noche tan calurosa en Los Ángeles, calzo las sandalias y salgo a la cocina, mi estómago gruñe y llama por comida. Comienzo a preparar la cena, con la música a todo volumen, olvidándome de problemas y malos momentos, y justo cuando termino de servir la cena en un plato, alguien llama a la puerta, miro la hora y no es tan tarde, mi mente piensa en un momento en alguna amiga mía que venga a invitarme a una fiesta, y desde ese momento conozco cual será mi respuesta, pero en el momento de abrir la puerta, algo duro se estrella contra mi pómulo derecho que me hace caer al suelo, me tardo un momento en reaccionar, alzo la mirada y me sorprendo, es un Andy completamente furioso y con cara de pocos amigos.

Andy: ¡No te vuelvas a acercar a mi mujer maldito cerdo de mierda! –Escupe furioso- ¡Eres un maldito cabrón mujeriego, y te lo advierto de una vez, no te la llevarás a la cama como quieres! ¡Aléjate de Juliet y de mí, bastardo! –Y sale de la casa azotando la puerta-




N.A.: Y que comience el odio hacia la Shuleta 7u7r 

Espero que les guste, gracias por leer, voten, comenten y compartan, ¡besos!


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